Ba?o de plantas arom¨¢ticas

Entre cala Salada, al norte de Sant Antoni de Portmany, y cala de Sant Vicent, en el sector septentrional de Ibiza, dominan majestuosas cordilleras litorales que forman calas pintorescas. Es en este contexto abrupto de Els Amunts donde el mar se encaja suavemente formando ensenadas v¨ªrgenes como la de Aubarca. Dado que este tramo costero ha hecho de su inaccesibilidad su raz¨®n de ser, el mejor proleg¨®meno para conocerlo consiste en embarcar en uno de los cruceros que zarpan los martes y s¨¢bados desde Sant Antoni de Portmany rumbo a Portinatx. El itinerario terrestre atraviesa la aldea de Sant Mateu, enclavada en un bello pla (llano) guardi¨¢n del paisaje rural ibicenco m¨¢s puro. Una vez entre el pu?ado de casas, se deja a mano izquierda el bar-ultramarinos-esfafeta de correos, y a 1,7 kil¨®metros nace a mano derecha, donde los pinos flanquean la carretera, una pista de tierra que desemboca 1,2 kil¨®metros despu¨¦s en una empinada cuesta. Basta comenzar el descenso para percibir la ¨ªndole del entorno. Ni un edificio, ni una urbanizaci¨®n canalla: s¨®lo escabrosidades calizas inundadas de pinos, acebuches, brezos y plantas arom¨¢ticas en plena floraci¨®n. Aubarca es uno de esos rincones, en suma, de elevad¨ªsimo valor natural.

Si se emboca la senda principal se alcanzan las casetas de pescadores, cuyas plataformas rocosas sirven de trampol¨ªn para los ba?istas. Otra posibilidad la ofrece la desviaci¨®n del sendero a la izquierda, que comunica con una diminuta zona rocosa, frecuentada por p¨²blico naturista, desde donde sumergirse en aguas profundas. Al borde del Mediterr¨¢neo se aprecia tambi¨¦n la ac¨²stica envolvente, cuando no la rocalla de tonos rojizos que distingue este antiguo fondeadero de piratas.

Existen s¨®lo tres salidas en este espacio natural, de manera que, para evitar extraviarse, no es recomendable intentar abandonarlo a campo traviesa. Eso s¨ª, el regreso hay que tom¨¢rselo como un calmado y relajante paseo. Sobre el cabo de Aubarca se encuentran los restos de la estructura defensiva de las torres de Lluc. Pero para hollar este paraje secreto es preferible apuntarse a una excursi¨®n de medio d¨ªa que organiza la agencia Ecoibiza. Al volver, tambi¨¦n es una buena idea visitar las barricas de vino pay¨¦s y la sala de catas de la bodega Sa Cova, en Sant Mateu, para degustar la cosecha del 97-98.