Bellea
Los resultados provisionales de la Acad¨¨mia ratifican que bellea es incorrecto y que hay que llamar bellesa a la foguerera major de Alicante. Pero la fiesta no s¨®lo tiene que ver con la lengua, sino tambi¨¦n con el entero cuerpo serrano que las candidatas hubieron de exhibir envuelto en diferentes indumentarias, en una especie de concurso de misses aromatizado con cuatro gotas de fervor por la patria chica. Cada a?o se produce esa danza de debutantes, escaparate donde salen al mercado las mocitas casaderas.
Porque no es s¨®lo cuesti¨®n de palmito, sino tambi¨¦n de fecha de nacimiento. Vi publicada la foto de una candidata , perteneciente a la comisi¨®n Explanada-Puerto-Postiguet, y ciertamente se trata de una hermosa mujer. Pues bien, Ana Ruiz ha sido enviada al corral por vetusta, ya que, con sus 33 abriles, 'sobrepasa la edad reglamentaria': la bellea se queda fuera de competici¨®n por su vellea, escapada del canon de mujer-ni?a con la que tan f¨¢cil resulta jugar a las mu?ecas.
No s¨¦ si en los concursos de misses (y no mistress) la solter¨ªa sigue siendo un valor a?adido, quiz¨¢ las cosas hayan cambiado algo al menos aparentemente. Pero todo tiene un sentido ya que, convertidas en oscuro objeto del deseo, conviene que sean libres para evitar la ofensa de var¨®n a var¨®n, la profanaci¨®n de la mujer de otro.
En las manifestaciones feministas, j¨®venas radicales pintarrajean los escaparates de cosm¨¦tica y hacen gala de desali?o (se lo pueden permitir). Y lo cierto es que una de las regresiones m¨¢s evidentes se refiere, como recoge Carmen Alborch en Malas, a que 'en la actualidad, el bombardeo de modelos de mujer f¨ªsicamente perfecta vuelve a ser brutal'.
Alg¨²n escritor piadoso (y pasadito a su vez) hace la rosca a la mujer madura, y manuales de autoayuda nos impelen a envejecer sin trauma, a aceptar el destino contingente, a disfrutar de una etapa en la que la edad, bien llevada facilita que nos quitemos unos cuantos pesos de encima. Gracias, pero francamente, si algo bueno tiene la vellea es que ya no te quieren como bellea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.