'Nadie sabe qu¨¦ est¨¢ haciendo Europa en realidad'
Tietmeyer cree que la falta de transparencia y poder pol¨ªtico de la UE afecta a la marcha del euro
Hans Tietmeyer pasea sus 71 a?os por conferencias y foros de debate, donde analiza la situaci¨®n de la econom¨ªa, en general, y de la zona euro, en particular. ?ste es un tema que le interesa especialmente. Cuando Tietmeyer era presidente del Bundesbank, entre 1993 y 1999, fue uno de los principales impulsores del llamado Pacto de Estabilidad, una especie de biblia presupuestaria que deb¨ªan cumplir los pa¨ªses que quisieran formar parte de la Uni¨®n Monetaria.
Tietmeyer, ahora retirado, visit¨® la localidad pontevedresa de La Toja la semana pasada, como invitado del foro de clientes de Accenture. En su exposici¨®n, conserv¨® la ortodoxia y la dureza que le atribuyen quienes le conocieron en su etapa al frente del banco central alem¨¢n. Disciplina presupuestaria, flexibilidad laboral, reducci¨®n del d¨¦ficit, reforma del Estado del bienestar y r¨ªgido cumplimiento de los principios del Pacto de Estabilidad. Son las recetas, dice, para que Europa alcance alg¨²n d¨ªa el poder econ¨®mico que tiene Estados Unidos, que es 'el ¨²nico motor capaz de que la econom¨ªa crezca. Por ahora, el euro sigue siendo una moneda secundaria'.
'Una moneda no s¨®lo refleja situaciones econ¨®micas, sino el poder pol¨ªtico. Por ejemplo, el d¨®lar sube cuando hay conflictos'
'En los principios del Pacto de Estabilidad hay suficiente flexibilidad como para que sean cumplidos, incluso en tiempos de crisis'
'Uno de los problemas es que la gente no piensa a¨²n en t¨¦rminos de euros, sino que relizan sus c¨¢lculos en su vieja moneda'
Pregunta. El euro lleva seis meses en los bolsillos de los ciudadanos. ?Cu¨¢l es su balance?
Respuesta. Creo que lo est¨¢ haciendo relativamente bien, ha creado estabilidad monetaria interna en toda el ¨¢rea. Lo que no ha funcionado tan bien es el desarrollo externo, y esto tiene que ver con la relaci¨®n con el d¨®lar. El d¨®lar consigui¨®, sobre todo en 1999 y 2000, una fuerte apreciaci¨®n debido a que la econom¨ªa estadounidense se expand¨ªa con mucha fuerza. Desde hace m¨¢s de un a?o tenemos tipos relativamente estables, y creo que el euro est¨¢ por fin apreci¨¢ndose. Su fortaleza depender¨¢ de varias cosas.
P. ?Qu¨¦ cosas?
R. Hay que saber c¨®mo va a funcionar la pol¨ªtica monetaria, si realmente contribuye a estabilizar la situaci¨®n, porque debe haber coherencia interna. Y no hay que subestimar la marcha de la integraci¨®n pol¨ªtica en Europa. Una moneda, al final, no s¨®lo refleja situaciones econ¨®micas, sino que refleja la imagen del poder pol¨ªtico. Puede verlo en la evoluci¨®n del d¨®lar, que sube cuando hay conflictos, porque los inversores piensan que Estados Unidos tiene poder pol¨ªtico, con un presidente y un Congreso detr¨¢s. En Europa hay muchos pa¨ªses, diferentes Gobiernos, diferentes posturas pol¨ªticas. As¨ª que el desarrollo depender¨¢, en gran parte, de que la integraci¨®n pol¨ªtica en Europa sea posible, y de que el proceso de toma de decisiones sea transparente. Hasta ahora, esto no est¨¢ resuelto. Y d¨¦jeme decirle que, si se produce la ampliaci¨®n, si tenemos m¨¢s miembros, la estructura de las instituciones no es la apropiada.
P. ?Cree que est¨¢ funcionando mejor la integraci¨®n econ¨®mica que la pol¨ªtica?
R. Creo que necesitamos mejorar ambos, necesitamos flexibilidad y dinamismo econ¨®mico, y clarificaci¨®n de lo que se est¨¢ haciendo en la integraci¨®n pol¨ªtica. Y digo 'clarificaci¨®n', no hablo de que Europa sea un 'superestado'. Europa nunca ser¨¢ Estados Unidos. Pero hay una permanente mezcla de responsabilidades entre los niveles nacionales y supranacionales, hay que dejar claro qu¨¦ se decide en cada uno de esos niveles, y estoy bastante seguro de que, si esto se resuelve, los europeos estar¨¢n m¨¢s satisfechos, porque algunas de las reacciones negativas que provoca la Uni¨®n Europa se deben a que nadie sabe qu¨¦ est¨¢ haciendo de facto Europa, en realidad. Est¨¢ interfiriendo, pero no est¨¢ claro qui¨¦n es responsable de qu¨¦.
P. A muchos europeos tampoco les gusta el euro. ?Cree que la entrada en vigor de la nueva moneda ha tenido consecuencias sobre los precios?
R. El cambio de monedas y billetes ha sido mal utilizado por algunos para aumentar los precios. En Alemania, tras la introducci¨®n del nuevo marco en 1948, los precios subieron, pero despu¨¦s de tres o cuatro meses hubo una correcci¨®n. Creo que con el euro ocurrir¨¢ algo similar.
P. ?Cree que la inflaci¨®n de la zona euro est¨¢ causada por este problema?
R. No, no creo que estemos ante un fen¨®meno inflacionista. Yo creo que el problema es que la gente no est¨¢ pensando a¨²n en t¨¦rminos de euro, realizan sus c¨¢lculos en su vieja moneda. Pero creo que esto parte de un proceso de aprendizaje, ya llegar¨¢.
P. Hay una encuesta que dice que la mitad de los alemanes quiere volver al marco...
R. Pero esto ya ocurr¨ªa antes de que el euro llegara a la calle. Los alemanes quer¨ªan su marco porque era una moneda muy fuerte, incluso creen que era mejor que el euro, pero yo siempre he sido partidario de incluir esa moneda tan fuerte en otra a¨²n m¨¢s fuerte. No debemos subestimar los conflictos internos, pero al final s¨®lo habr¨¢ una pol¨ªtica monetaria. Y esa pol¨ªtica ¨²nica depende, en gran parte, de si el Pacto de Estabilidad se cumple o no.
P. De hecho, Bruselas ha advertido a Alemania sobre sus niveles de d¨¦ficit, que se acercan al l¨ªmite del 3%. ?Cree que es necesario que Alemania cumpla con los principios del Pacto de Estabilidad?
R. S¨ª, Alemania, Portugal, Irlanda o cualquier otro.
P. ?Incluso en tiempos de crisis? ?No se puede abrir la mano?
R. Creo que hay suficiente flexibilidad en los principios del pacto como para que sean cumplidos, incluso en tiempos de crisis. Alemania no tiene por qu¨¦ tener un d¨¦ficit tan alto. Debe reducir su gasto p¨²blico y revisar su sistema de seguridad social en su conjunto.
P. Por cumplir esos principios del Pacto de Estabilidad, algunos pa¨ªses, como Italia o Espa?a, abusaron de la creatividad contable.
R. Se puede discutir si la decisi¨®n que tomamos entonces es o no la correcta, pero eso no es lo que a m¨ª me interesa. Esa decisi¨®n est¨¢ tomada, as¨ª que lo importante es saber qu¨¦ est¨¢n haciendo los pa¨ªses hoy en d¨ªa, si utilizaron esos principios para ser miembros de manera equivocada, o siguen, por ejemplo, una pol¨ªtica fiscal que trata de reducir la deuda, lo que, en mi opini¨®n, es completamente necesario no s¨®lo en Espa?a o Alemania, sino, y especialmente, en Italia y en B¨¦lgica. Los pa¨ªses deben afrontar sus problemas. Alemania no tiene una gran deuda, pero tiene un problema con las transferencias al Este; no se debe subestimar que Alemania debe transferir, a?o tras a?o, del 3% al 4% del PIB para financiar los est¨¢ndares de vida al Este, y eso significa que todo su sistema de seguridad social est¨¢ financiado por las contribuciones del Oeste. Hay que reformar este sistema, es demasiado caro.
P. Espa?a est¨¢ haciendo casi cualquier cosa para lograr el d¨¦ficit cero, incluido utilizar el super¨¢vit de la Seguridad Social. ?Cree que ¨¦sa es una pol¨ªtica correcta?
R. Creo que [Rodrigo] Rato [ministro de Econom¨ªa] est¨¢ haciendo un buen trabajo. No conozco lo suficiente la econom¨ªa espa?ola como para entrar en detalles, pero creo que est¨¢ en buena l¨ªnea.
P. Usted dice que Europa debe realizar reformas estructurales para coger el tren de Estados Unidos. ?Qu¨¦ tipo de reformas?
R. El punto principal es, para m¨ª, m¨¢s flexibilidad laboral. No tendremos la misma movilidad que los Estados Unidos, porque tenemos diferentes ¨¢reas culturales, eso est¨¢ claro, pero necesitamos m¨¢s flexibilidad en las naciones, en los salarios, y reformar los sistemas de seguridad social.
P. ?Quiere decir que Europa no avanza por sus niveles de bienestar social?
R. No, no, no digo que haya que abolir la seguridad social, desde luego que no. Pero s¨ª debe ser reformada para que, al final, el gasto p¨²blico sea reducido. En Alemania ¨¦ste es un 15%, m¨¢s o menos. Necesitamos m¨¢s dinamismo, pero no s¨®lo en Europa, sino en todo el mundo, porque dependemos demasiado de Estados Unidos. Y al final, si s¨®lo tenemos una locomotora, y esa locomotora va mal, tendremos una recesi¨®n mundial.
P. ?Se atreve a pronosticar qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo presidente del BCE?
R. Hay un acuerdo, y es absolutamente claro, por el que si Wim Duisenberg dimit¨ªa antes de ocho a?os, su sucesor ser¨¢ un franc¨¦s. Y yo creo que Jean-Claude Trichet es un buen candidato. Espero de verdad que sea el elegido.
'El 'caso Enron' demuestra que los est¨¢ndares no se cumplen'
P. Casos como el de Enron o Andersen han dejado al descubierto enormes fallos en el control y supervisi¨®n de la informaci¨®n que ofrecen las compa?¨ªas a los mercados financieros. ?Cree que se necesita una mayor regulaci¨®n en este aspecto?
R. Creo que lo que necesitamos es m¨¢s informaci¨®n de las corporaciones y sus supervisores. Hemos establecido algunos est¨¢ndares, como la publicaci¨®n peri¨®dica de datos; es muy importante que se cumplan. Y el caso Enron ha demostrado que esos est¨¢ndares no se cumplen. Es muy peligroso, porque la confianza de los mercados financieros depende de que todos los participantes jueguen limpio, que todas las publicaciones y los balances de cuentas est¨¦n basados en n¨²meros reales, hay que exigir cifras ajustadas a la realidad.
P. ?Los inversores han perdido la confianza?
R. S¨ª, y es muy serio, porque hay que recuperarla. Hay otro punto cr¨ªtico, que es la mezcla de intereses en los analistas, lo cual es un problema en s¨ª mismo. Por un lado, est¨¢n analizando el mercado, y por otro, haciendo negocios, y eso es peligroso. Y despu¨¦s est¨¢ la mezcla entre consultor¨ªa y auditor¨ªa, que puede ser problem¨¢tico si no se hace un trabajo de chinos para separar claramente ambas actividades.
En todos estos aspectos necesitamos est¨¢ndares, que deben ser implementados de una manera apropiada, y despu¨¦s vigilados de cerca por las autoridades. El Congreso de Estados Unidos se lo est¨¢ tomando muy en serio, porque es una cuesti¨®n de confianza. Y si no se hace, estamos minando la confianza en el sistema.
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