La batalla por los apoyos en las empresas
Los sindicatos viven los d¨ªas previos a la doble huelga con tensi¨®n y la incertidumbre de la respuesta
Los sindicatos est¨¢n divididos en Euskadi y se enfrentan al desaf¨ªo no ya de ganar al Gobierno de Aznar, sino de ganarse entre ellos. En medio del conflicto sindical vasco se han cruzado adem¨¢s unos servicios m¨ªnimos dictados por el Gobierno vasco del 20% para el transporte, considerados por todas las centrales abusivos, la amenaza de una guerra de piquetes y el temor empresarial a las repercusiones de dos d¨ªas de paro. Una vez m¨¢s, el Pa¨ªs Vasco vuelve a mostrar su diferencia.
LAB y ELA aseguran que cuentan ya con el apoyo de m¨¢s de 700 empresas en Euskadi y Navarra para el paro del 19. UGT y CC OO se?alan que los centros de trabajo m¨¢s importantes, los de m¨¢s de 100 trabajadores, est¨¢n con ellos y ofrecen listas de hasta 160 empresas que secundar¨¢n el paro el 20 de junio. Seg¨²n la interpretaci¨®n de los empresarios, la representaci¨®n sindical no es equivalente a los apoyos en los conflictos. El reciente conflicto en el sector de hormigones y canteras en Vizcaya, en el que ELA, pese a ser mayoritario, ha tenido que dar marcha atr¨¢s a su huelga en solitario e indefinida, es para ellos la mejor prueba.
Este mismo argumento es el que mantiene viva la esperanza de CC OO y UGT, quienes esperan ser capaces de convencer a los trabajadores vascos. As¨ª, los pronunciamientos de los comit¨¦s de empresa est¨¢n siendo importantes, pero s¨®lo reflejan la posici¨®n de los delegados; lo m¨¢s importante ser¨¢ lo que pase en el d¨ªa a d¨ªa en la doble convocatoria. Las huelgas est¨¢n preavisadas y los trabajadores podr¨¢n, sin dar cuenta a nadie, dejar de asistir a sus centros de trabajo el d¨ªa que elijan.
Sin tirar la toalla
Navarra es, en pura teor¨ªa, de CC OO y UGT, y Euskadi a la inversa. Sin embargo, nadie tira la toalla. En Guip¨²zcoa la mayor¨ªa nacionalista es m¨¢s evidente. En sectores claves como la construcci¨®n, ELA cuenta con el 51,53% de los delegados, UGT con el 19,50%, CC OO con el 15,80% y LAB con el 12,53%. La segunda la tercera y la cuarta posici¨®n var¨ªa entre los diferentes sindicatos, sin embargo, la primera plaza de representatividad, con cifras superiores al 40%, en el metal, en limpieza o en la Administraci¨®n, es de ELA. Sin embargo, la gran laguna de este sindicato est¨¢ en el transporte ferroviario y por carretera, controlado mayoritariamente por CC OO y UGT.
Las mayor¨ªas de ELA en Vizcaya se repiten, pero con porcentajes inferiores a los de Guip¨²zcoa. As¨ª, rondan por arriba o por abajo el 40% en construcci¨®n, ense?anza privada, industrias qu¨ªmicas, metal, limpieza, la Administraci¨®n. Pero de nuevo les falla el transporte o las panader¨ªas. En ?lava las cosas ya son diferentes. ELA controla el metal con un porcentaje ligeramente superior al 34%, la ense?anza privada o la Administraci¨®n, pero la construcci¨®n no es nacionalista. Lo mismo que la hosteler¨ªa, las panader¨ªas o el transporte, pieza clave de cualquier conflicto social.
Lograr un paro en el transporte es garantizarse medio ¨¦xito de la huelga. Por este motivo todas las centrales han considerado abusivos unos servicios m¨ªnimos del 20%. Nadie va a garantizar su cumplimiento. La idea del Ejecutivo vasco es que los cumplan los que no hacen huelga ese d¨ªa.
?Guerra de piquetes?
Frente a esta inc¨®gnita est¨¢ una todav¨ªa mayor: ?Se va a producir una guerra de piquetes? No existe un acuerdo expreso de no agresi¨®n entre los convocantes de una jornada y de la otra, pero todos los sindicatos han se?alado en p¨²blico que se respetar¨¢n. La realidad puede que sea otra cosa.
Este es uno de los principales temores de los empresarios, que consideran que la huelga puede paralizar el pa¨ªs dos d¨ªas, especialmente en las empresas productivas. Una cadena de montaje es dif¨ªcil que pueda producir a un ritmo normal si faltan un 20% de los trabajadores, y parece que ese porcentaje est¨¢ garantizado los dos d¨ªas.
Frente al panorama de divisi¨®n sindical est¨¢ el de divisi¨®n pol¨ªtica. Los partidos, salvo el PP, contrario a las dos convocatoria, han dejado por lo menos ver sus preferencias, que en algunos casos como, el de IU o Batasuna, son apoyo expl¨ªcito, aunque a fechas diferentes. Se encuentra as¨ª el propio Gobierno vasco con que uno de sus miembros, Javier Madrazo, responsable de Vivienda y Asuntos Sociales, puede salir a la huelga. De hecho, el pasado viernes, un durigente de la patronal Confebask ped¨ªa al Parlamento o al Ejecutivo que si uno de sus miembros hac¨ªa huelga se le descontase el sueldo.
Pero el Parlamento se tendr¨¢ que pronunciar despu¨¦s de la convocatoria porque, curiosamente la C¨¢mara, no tiene programada ninguna actividad ni el 19 ni el 20, los dos d¨ªas de la huelga general.
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