Confundir es lo que importa

'El Estado no puede beneficiar a quienes no muestran el deseo de encontrar trabajo'. 'El Estado de bienestar est¨¢ concebido para ayudar a los que...'.

Leer estos d¨ªas las declaraciones del presidente del Gobierno o de sus ministros me hace pensar que el 25? aniversario de las primeras elecciones democr¨¢ticas es una ficci¨®n como la que hizo Orson Welles con la Guerra de los mundos.

Pero para que no cunda el p¨¢nico y evitar la ceremonia de la confusi¨®n en la que nos quieren meter el se?or presidente y sus ministros, se me ocurren varias consideraciones.

Una, el Estado de bienestar no ayuda, el Estado no tiene que beneficiar a nadie, ni siquiera puede hacerlo porque no es el due?o de nada; el Estado, en definitiva, no existir¨ªa sin los ciudadanos que lo conforman y los poderes que ¨¦stos le otorgan.

Dos, es el Gobierno quien, por mandato de los ciudadanos, tiene la obligaci¨®n de hacer una justa distribuci¨®n y utilizaci¨®n de los recursos que previamente se le han proporcionado, profundizando en lo que nuestra Constituci¨®n define como Estado so-cial y de derecho.

Y tres, el Gobierno lo que no tiene que hacer es confundir su funci¨®n con la del Estado. El Gobierno lo que no tiene que hacer es tratar como delincuente a cualquiera que no admita su tr¨¢gala mientras ampara a los que invierten en los llamados para¨ªsos fiscales o agriculturas inexistentes.

El Gobierno, lo que no tiene que hacer es hablar de 'subsidio a los parados' cuando de lo que se trata es de 'seguro de desempleo' (como el seguro del coche o el del piso), que pagamos los trabajadores (descontado de la n¨®mina) durante toda nuestra vida laboral. El Gobierno, lo que no tiene que hacer es confundir al personal y repetir la mentira hasta convertirla en verdad. A eso se le llama demagogia.

Se han ganado a pulso la huelga general.