De amigos, nada
Brasil. Verla jugar es un aire fresco. Se viven momentos de una gran fiebre t¨¢ctica; de angustia por la estad¨ªstica, los n¨²meros y los porcentajes. Pero la t¨¢ctica nunca podr¨¢ suplantar a las acciones individuales. Es lo m¨¢s bello del f¨²tbol. De un partido malo siempre quedar¨¢ una acci¨®n t¨¦cnica grabada en los espectadores. No quiero ser absoluto despreciando a la t¨¢ctica: casos como el del Milan de principios de los noventa fueron llamativos, aunque con jugadores como Baressi, Ancelotti, Van Basten y Gullit. Yo prefiero se?alar un regate de Ronaldo, una finta de Ronaldinho, un control de Rivaldo o cualquiera de las acciones de Ra¨²l, que nos sorprende cada d¨ªa con un gesto distinto. La t¨¦cnica, desde luego, es el primer fundamento con el que tiene que familiarizarse el futbolista. Brasil se mantiene al margen de las otras selecciones suramericanas en la b¨²squeda del orden y la disciplina que tradicionalmente se les atribuye a los europeos.
Beckham. Le conoc¨ª cuando ten¨ªa 19 a?os en un torneo de estrellas en Toulon (Francia). Aquel Beckham jugaba por el centro, m¨¢s alegre, participativo y muy variado. Y era una delicia. Ahora, constre?ido en su banda, est¨¢ mutilado su juego y su influencia en el rendimiento de su equipo. Se ha producido una involuci¨®n.
Los cuartos de final. Europa est¨¢ representada por tres selecciones contrastadas a nivel de club y con Ligas importantes (Espa?a, Alemania e Inglaterra) y por una emergente (Turqu¨ªa), que cuenta con una buena generaci¨®n de jugadores. ?frica no ha podido tener mejor exponente de sus caracter¨ªsticas que Senegal: alegre, teatral, f¨ªsica y con el desparpajo de una selecci¨®n novata en esta competici¨®n. Estados Unidos, intentando ese futuro esperanzador en Am¨¦rica del Norte con su f¨²tbol vigoroso y atl¨¦tico. Brasil el m¨¢s veces campe¨®n, con la inventiva de siempre, es el representante m¨¢s cualificado de Suram¨¦rica. Corea del Sur est¨¢ por Asia y merece un comentario aparte.
El rival de Espa?a. Parec¨ªa que iba a ser s¨®lo un buen anfitri¨®n para unos visitantes muy pendientes de un pa¨ªs desconocido. O sea, cordialidad y buenas maneras. Hasta su entrenador es un hombre bueno, extravertido, desenfadado, n¨®mada y liberal. Pero nos hemos encontrado con un rival pesado por inc¨®modo, muy activo en lo f¨ªsico y con una aceptable calidad t¨¦cnica. Todo lo contrario de lo que se le supone a unos amigos.
Fernando Hierro. En la resaca del pase de Espa?a a los cuartos de final nos encontramos con el anuncio de la despedida de Fernando Hierro, intuida y esperada. Es el mejor marco para un jugador especial. Analiz¨¢ndolo s¨®lo como futbolista, se le puede considerar un jugador global, total, capaz de defender, crear y rematar. Ha creado dudas sobre su posici¨®n ideal. S¨®lo su f¨ªsico le ha ido retrasando. Todo el mundo dice: 'Como le coja un hombre r¨¢pido, lo pasar¨¢ mal'. Pero ha marcado a altos y bajos. Los entrenadores contrarios le han puesto todas las trampas y siempre ha salido airoso. Desde hace tiempo, est¨¢ entre los elegidos.
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