Todas las mujeres del presidente
Chirac salpica el Gobierno franc¨¦s de caras femeninas para corregir el desastre de la paridad y no perder apoyo popular
Jacques Chirac ha llamado al Gobierno a cuatro nuevas mujeres, que incrementan ligeramente el peso femenino en el Ejecutivo conservador -26% en la actualidad- y corrigen el efecto provocado por la falta de respeto a la paridad, una de las primeras v¨ªctimas de las elecciones legislativas en Francia. La Asamblea Nacional cuenta ahora con 71 diputadas (12,3% de la C¨¢mara), apenas una decena m¨¢s que cuando no exist¨ªa la ley de la paridad, un pobre resultado al que ha contribuido mucho la Uni¨®n por la Mayor¨ªa Presidencial (UMP).
Formalmente se anudan en el presidente todas las legitimidades pol¨ªticas, pero tanto ¨¦l como su principal consejera de comunicaci¨®n, su hija Claude, no se llaman a enga?o: la pol¨ªtica necesita hoy el favor de la opini¨®n. Y esto no ser¨ªa f¨¢cil si del feminizado Gobierno de Lionel Jospin se hubiera pasado a un Gabinete abrumadoramente masculino y con un Parlamento sin apenas mujeres.
Chirac ha utilizado una h¨¢bil mezcla de carreras pol¨ªticas y profesionales
Para organizar la selecci¨®n, el entrenador Chirac ha utilizado una h¨¢bil mezcla de carreras profesionales y pol¨ªticas. Las dos circunstancias se concentran en No?lle Lenoir, de 54 a?os bien llevados, jurista de formaci¨®n, que pas¨® por la Comisi¨®n de Inform¨¢tica y Libertades antes de colaborar con el Gobierno socialista de Michel Rocard, en los primeros noventa, en la elaboraci¨®n del informe en que se basaron las vigentes leyes de bio¨¦tica.
Pero tambi¨¦n fue la primera mujer que accedi¨® al Consejo Constitucional, nuevamente de la mano de los socialistas, y en ese cargo fue la autora de la propuesta que confirm¨® la inmunidad penal del jefe del Estado. Chirac se ha refugiado siempre tras ese dictamen para sortear a todos los jueces que quer¨ªan meter las narices en sus asuntos. Por eso, el nombramiento de Lenoir como ministra de Asuntos Europeos ha escandalizado a algunos socialistas: '?Esto es una especie de recompensa?', se pregunta el diputado Arnaud Montebourg, uno de los m¨¢s tenaces perseguidores de Chirac, mientras otros hablan de 'traici¨®n'. S¨®lo Rocard amonesta a sus correligionarios: 'Ella no nos deb¨ªa nada'.
Si la trayectoria profesional y la pol¨ªtica se confunden en el caso de Lenoir, no ocurre lo mismo con la m¨¦dica y astronauta Claudie Haigner¨¦, de 45 a?os. ?nica mujer admitida en 1985 en el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, tiene en su haber 16 d¨ªas de experiencias cient¨ªficas en la estaci¨®n Mir, en 1996, y otros 10 en la estaci¨®n espacial internacional, en el oto?o pasado. Esposa de un astronauta aficionado al jazz y madre de una ni?a de cuatro a?os, desde el lunes es la ministra de Investigaci¨®n y Nuevas Tecnolog¨ªas, lo cual ha permitido a las televisiones recuperar su simp¨¢tica imagen de astronauta que cazaba en el vac¨ªo una cucharada de yogur desorbitada. Con ella se acaban las incorporaciones de personas procedentes de la 'sociedad civil'. Todas las dem¨¢s mujeres del Gobierno franc¨¦s han entrado por razones pol¨ªticas.
As¨ª ocurre con la m¨¢s conocida, Nicole Fontaine, de 60 a?os, una de las centristas de la Uni¨®n por la Democracia Francesa (UDF) ganadas para la causa de Chirac. Antigua presidenta de la Euroc¨¢mara, ambicionaba otros ministerios, pero ha recalado en Industria, ciertamente todo un desaf¨ªo a la vista del deterioro del tejido industrial y del intervencionismo que el sector p¨²blico conserva en ese terreno.
El mismo criterio de premiar a centristas chiraquistas ha llevado al Gobierno a Marie-Th¨¦r¨¨se Boisseau, de 61 a?os, nombrada secretaria de Estado para los Minusv¨¢lidos, mientras que Nicole Ameline, del partido liberal, asciende desde la Secretar¨ªa del Mar a un nuevo ministerio 'de la Paridad y la Igualdad Profesional'. Los dos nombramientos tienen la virtud de molestar a los que permanecen fieles al l¨ªder centrista Fran?ois Bayrou, cuya estrategia de convertirse en la bisagra del chiraquismo no ha tenido ¨¦xito ante la aplastante mayor¨ªa lograda por el presidente de la Rep¨²blica.
Ninguna de esas incorporaciones afecta al n¨²cleo duro del Gobierno, en el que ya figuraban dos mujeres con fuertes antecedentes pol¨ªticos: Mich¨¨le Alliot-Marie, presidenta del anterior partido gaullista (RPR) y hoy ministra de Defensa, y Roselyne Bachelot, que ha dado r¨¢pidas pruebas de su apoyo a la energ¨ªa nuclear tras ser nombrada ministra de Medio Ambiente y cuya presencia sirve tambi¨¦n para decir que en la derecha francesa caben la defensa del aborto y de las parejas de hecho.
La cuota pol¨ªtica se completa con Brigitte Girardin, ministra de Ultramar, y Dominique Versini, ex consejera de Chirac en El El¨ªseo y ¨²nico miembro del Gobierno derrotado por la izquierda en la reciente elecci¨®n parlamentaria.
Tokia Sa?fi, de origen argelino, secretaria de Estado en el departamento de Medio Ambiente, completa el toque seductor de un Gobierno que intenta decir cu¨¢nta es su apertura a los sectores que han contribuido al enorme triunfo electoral de Chirac, en este caso una parte de la inmigraci¨®n (gesto reforzado por la entrada de un hombre de origen argelino como secretario de Antiguos Combatientes).
?Pero son ¨¦stas verdaderamente las mujeres del presidente? Los buenos conocedores de la pol¨ªtica francesa coinciden en que la m¨¢s importante, su hija Claude, es la que permanece fuera del Gobierno. Un lazo extraordinario de eficacia profesional y lealtad familiar han unido a padre e hija. Muchos creen que ella abandonar¨¢ pronto el El¨ªseo -le llueven las sugerencias de las empresas de comunicaci¨®n para que se incorpore a la que quiera-, una vez lograda la meta de ver a su padre reelegido como jefe del Estado y apoyado en una mayor¨ªa absoluta parlamentaria. ?Cu¨¢ntos habr¨ªan apostado por ello hace un a?o?
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