Islam, lenguas y asesor¨ªa jur¨ªdica
La Mezquita de Valencia adapta sus servicios a la nueva realidad que plantea la inmigraci¨®n musulmana
Los tiempos est¨¢n cambiado y desde que empez¨® a construirse la mezquita de Valencia, hace diez a?os, los musulmanes han tenido que adaptarse a las nuevas necesidades relacionadas con la inmigraci¨®n. Nunca han sufrido ninguna discriminaci¨®n, exceptuando alguna protesta antes de los inicios de las obras, y existe una convivencia pac¨ªfica entre ellos y el vecindario.
La mezquita fue concebida con la doble funci¨®n de centro cultural y templo, y se construy¨® sobre unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Valencia, entonces presidido por el socialista Ricard P¨¦rez Casado, aunque no fue inaugurada hasta el verano de 1994. Los 300 millones que cost¨® el proyecto arquitect¨®nico de Omar Dgheim fueron financiados por Arabia Saud¨ª y Kuwait, y su principal prop¨®sito, seg¨²n manifest¨® en ese momento Mounir Abou Khadour, delegado de la Organizaci¨®n de Ciudades ?rabes para Espa?a, era, 'adem¨¢s de crear un espacio de reuni¨®n para los cerca de 5.000 musulmanes' que entonces viv¨ªan en la Comunidad Valenciana, 'construir un lugar para que la sociedad conozca la verdad de una religi¨®n y una cultura tolerante'.
En unos a?os el inmigrante ha pasado de ser de clase media-alta a muy baja
Amparo S¨¢nchez es la portavoz de la junta directiva, y cuenta que desde entonces la comunidad musulmana ha aumentado considerablemente: 'Hace tres a?os viv¨ªamos unos 40.000 musulmanes en toda la Comunidad Valenciana, seg¨²n los datos de la Consejer¨ªa de Trabajo. Yo dir¨ªa que desde entonces esa cifra se ha triplicado'.
Pero no s¨®lo ha cambiado el n¨²mero. Se est¨¢ produciendo un cambio entre los musulmanes que vinieron en d¨¦cadas anteriores y los que est¨¢n llegando. 'Hasta ahora eran personas de clase media-alta, empresarios, estudiantes... gente que cultivaba el estudio del Cor¨¢n. En los ¨²ltimos tiempos est¨¢n llegando inmigrantes con grandes carencias de todo tipo tanto emocionales como culturales', expresa la portavoz.
Amparo S¨¢nchez atribuye esas 'carencias' a 'los intereses creados'. 'En muchos pa¨ªses isl¨¢micos pretenden dominar al pueblo dej¨¢ndoles en la ignorancia y ense?¨¢ndoles una doctrina manipulada y unidireccional que s¨®lo sirva a los intereses econ¨®micos y pol¨ªticos de unos pocos', razona.
Esta situaci¨®n ha obligado a adaptar la mezquita. El edificio se compone de dos plantas. En la planta baja se han instalado algunas aulas para la ense?anza del Cor¨¢n y para clases de castellano y ¨¢rabe. Es donde se encuentra la sala de los rezos, el lugar m¨¢s importante de toda la mezquita. En la primera planta hay dos despachos y 'un peque?o apartamento' que ocupa el imam. 'Adem¨¢s', contin¨²a Amparo S¨¢nchez, 'hemos creado una asesor¨ªa jur¨ªdica para solucionar los problemas legales que puedan tener los reci¨¦n llegados'. Y tambi¨¦n han comenzado a instalar una biblioteca 'con libros especializados en Al Andalus'.
Uno de los objetivos perentorios para la portavoz es la relaci¨®n entre los musulmanes. 'Es muy importante unificar a todos los musulmanes de la Comunidad Valenciana', apremia. En Valencia hay dos pisos, en Russafa y El Cabanyal, que se utilizan como mezquitas. En Castell¨®n hay otro piso acondicionado y en Alicante se ha abierto recientemente una mezquita en una planta baja. Las comunidades musulmanas de Alicante y Valencia han empezado a intercambiar ideas al respecto para compartir las ense?anzas de Mahoma, 'que jam¨¢s han predicado la agresividad ni la violencia y que, sin embargo, algunos pa¨ªses musulmanes se han empe?ado en aplicar'.
El im¨¢n Abdulrahim Tawil es el responsable m¨¢ximo de la mezquita de Valencia y seg¨²n cuenta Amparo S¨¢nchez ha sido elegido por los fieles: 'En el Islam no hay jerarqu¨ªas. Escogemos a nuestros dirigentes por asambleas hasta llegar al m¨¢ximo dirigente [el imam]. Evidentemente, cuando nos decidimos por alguien es porque tenemos referencias de ¨¦l y sabemos que puede ser el mejor. Antiguamente los imames eran los califas, ahora son los l¨ªderes pol¨ªticos', relata.
?sta es la diferencia, seg¨²n la portavoz, 'entre las mezquitas pagadas por los fieles, como es el caso de Valencia [ella niega que fuera financiada por Arabia Saud¨ª y Kuwait, como publicaron todos los peri¨®dicos en su momento, y dice que fue pagada 'con cuotas y donativos de los fieles'], y las que han sido financiadas por un solo pa¨ªs', en cuyo caso es el propio Gobierno quien elige al dirigente que m¨¢s le interesa.
Una musulmana valenciana
Amparo S¨¢nchez es una mujer convencida de sus ideas. Va vestida con una chilaba y con un pa?uelo a la cabeza que indica su rango dentro del Islam. Jam¨¢s pens¨® que acabar¨ªa convertida en una musulmana convencida. 'Me cas¨¦ hace 10 a?os con un musulm¨¢n, pero este hecho', explica, 'no es vinculante y no ten¨ªa ninguna obligaci¨®n de hacerme musulmana. Yo he seguido todo un proceso'. Un proceso que comenz¨® siendo todav¨ªa muy joven. Naci¨® en Valencia, en el seno de una familia muy cat¨®lica: 'Fui hija de Mar¨ªa. Me educaron en unas creencias y yo me las cre¨ª'. Luego, durante los ¨²ltimos a?os de la dictadura franquista se hizo atea. 'Reivindicaba la justicia social y llegu¨¦ a un punto en que sent¨ª un gran vac¨ªo espiritual. Buscaba nuevas filosof¨ªas, pero nunca pens¨¦ en el Islam', explica. Investig¨® con Santa Teresa y San Juan de la Cruz, hasta que alguien le recomend¨® que leyera algo sobre sufismo, la parte m¨ªstica del Cor¨¢n. 'Pero la realidad es que lo que m¨¢s me decidi¨® a convertirme al Islam fue conocer a algunos musulmanes, ver como viven y como piensan. Creo que es la mejor forma de saber como son', confiesa. Amparo descubri¨® 'que tienen un brillo especial en los ojos', y eso es lo que m¨¢s la decidi¨® a seguir investigando, hasta que decid¨ªo convertirse hace unos cinco a?os. Ella reconoce que los musulmanes tienen unos planteamientos muy duros respecto a las mujeres. 'Es cierto, pero no porque lo diga el Cor¨¢n, sino por puro machismo. Seg¨²n el Cor¨¢n, las mujeres son las encargadas de transmitir su sabidur¨ªa'. De hecho, explica, la primera mujer de Mahoma 'era una empresaria y la segunda fue maestra de sabios'.
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