El regreso de Yeltsin

Bor¨ªs Yeltsin quiere volver. Y la nostalgia por el poder le est¨¢ haciendo participar en la vida p¨²blica. El fin de semana, el primer presidente de la nueva Rusia tras la desaparici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica lleg¨® a la vecina Bielorrusia con la misi¨®n, seg¨²n sus propias palabras, de 'limar las agudas aristas' que han surgido en las relaciones entre ambos pa¨ªses.

Para su regreso a la alta pol¨ªtica, Yeltsin podr¨ªa utilizar precisamente a Bielorrusia y convertirse en presidente de la Uni¨®n Ruso-Bielorrusa, un ente virtual, que pr¨¢cticamente existe s¨®lo en el papel.

Las im¨¢genes de las ¨²ltimas apariciones p¨²blicas del ex l¨ªder ruso nos muestran un Yeltsin saludable, enflaquecido y siempre sobrio. Dicen que ya no bebe, que lee libros serios, que estudia ingl¨¦s. Se deja ver en espect¨¢culos de moda, como recientemente en el teatro Opereta, en el estreno del musical N?tre Dame de Paris, basado en la novela hom¨®nima del escritor franc¨¦s Victor Hugo, y en esas ocasiones hace sensatas declaraciones sobre temas actuales.

Putin no ve en Yeltsin un serio rival, pero le han molestado algunas de sus declaraciones

A Yeltsin, como presidente de Rusia y como pol¨ªtico, le gustaba asombrar. Y lo consegu¨ªa. Su ¨²ltima sorpresa fue su dimisi¨®n el ¨²ltimo d¨ªa de 1999, cuando anunci¨® que se iba del Kremlin y nombr¨® sucesor al actual l¨ªder ruso, Vlad¨ªmir Putin. Pero mucha agua ha corrido desde entonces bajo el Moscova.

'Hace ya tiempo que se dice que se ha arrepentido muchas veces de haber dimitido y que de nuevo ans¨ªa poder Ahora negocia con Lukashenko para encabezar la Uni¨®n de Rusia y Bielorrusia teniendo a ¨¦ste como su vicepresidente y primer ministro. Naturalmente esto ha provocado una brusca reacci¨®n negativa por parte del Kremlin', se?ala en su ¨²ltima edici¨®n el semanario V¨¦stnik de la Sociedad Econ¨®mica Rusa. Esta organizaci¨®n est¨¢ presidida por Bor¨ªs Fi¨®dorov, ex viceprimer ministro y ministro de Finanzas ruso, quien, como responsable de V¨¦stik, avala esos juicios sobre Yeltsin.

La publicaci¨®n de Fi¨®dorov considera que el regreso de Yeltsin al poder podr¨ªa tener consecuencias nefastas para el pa¨ªs, pero 'tomando en consideraci¨®n la fuerza del clan yeltsinista en las estructuras gubernamentales y econ¨®micas, lo puede intentar'.

El primer ministro, Mija¨ªl Kasi¨¢nov, y el jefe de la Administraci¨®n presidencial son ambos considerados hombres de Bor¨ªs Yeltsin. Tambi¨¦n forman parte del c¨ªrculo cercano al ex presidente, al que se conoce como 'la Familia', el rey del aluminio ruso, Oleg Deripaska, y el petrolero Rom¨¢n Abram¨®vich, que ahora es gobernador de la regi¨®n de Chukotka.

Es dudoso que Putin vea en Yeltsin un serio rival, pero no hay duda que le molestan algunas de las declaraciones cr¨ªticas que ha hecho el primer presidente de Rusia. La primavera pasada, Yeltsin critic¨® la posici¨®n del Kremlin con respecto a los medios de comunicaci¨®n, afirm¨® que en sus tiempos hab¨ªa m¨¢s libertad de expresi¨®n y estuvo a punto de aceptar encabezar el consejo supervisor de TV-6 en los momentos en que las autoridades rusas estaban aplastando a ese canal independiente. Esas declaraciones de Yeltsin desaparecieron despu¨¦s de las agencias rusas por orden del Kremlin. Tampoco le pueden gustar a Putin los intentos de presentar a Kasi¨¢nov como un presidenciable para las elecciones de marzo de 2004. Ni las insinuaciones de que ha hecho demasiadas concesiones a Estados Unidos.

A pesar de todo ello, Putin no se ha permitido todav¨ªa ni una sola palabra en contra de Yeltsin. M¨¢s a¨²n, en varias ocasiones le ha ido a ver a su dacha y le ha invitado a las ceremonias del Kremlin. Y ahora le puede venir bien el papel de mediador que desea hacer Yeltsin entre Mosc¨² y Minsk. Las relaciones entre ambos pa¨ªses entraron en crisis este mes despu¨¦s de que Putin dijera que es inconcebible una uni¨®n en la que Bielorrusia, que representa s¨®lo el 3% de la econom¨ªa rusa, tenga derecho a vetar las acciones de Rusia.