El estr¨¦s y el des¨¢nimo da?an el sistema inmune y empeoran muchas dolencias
Numerosos estudios de la ¨²ltima d¨¦cada confirman el efecto del ¨¢nimo sobre la salud
Las evidencias son dif¨ªciles de obtener y muchos resultados se basan todav¨ªa en meras correlaciones estad¨ªsticas, pero una gran cantidad de estudios realizados en los ¨²ltimos 10 a?os apuntan a la misma conclusi¨®n: el estr¨¦s, la falta de afecto y el des¨¢nimo alteran a las hormonas que modulan el sistema inmune, y, en consecuencia, predisponen a las enfermedades infecciosas, dificultan el cicatrizado de las heridas y pueden agravar el curso de algunos c¨¢nceres y de otras enfermedades. El Journal of Consulting and Clinical Psychology revisa hoy las evidencias acumuladas.
El trabajo, firmado por Ronald Glaser y otros tres investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (EE UU), reconoce que faltan muchos datos sobre los mecanismos concretos que conectan el estr¨¦s y el des¨¢nimo con el mal funcionamiento del sistema inmune. Las evidencias provisionales apuntan a que las emociones negativas estimulan la producci¨®n de hormonas (cortisol, catecolaminas, citoquinas) que tienen amplios efectos sobre las c¨¦lulas de la sangre (linfocitos), que normalmente se ocupan de neutralizar y destruir los agentes infecciosos y las c¨¦lulas cancer¨ªgenas.
Pero, pese a esas incertidumbres sobre el mecanismo exacto, caben pocas dudas estad¨ªsticas sobre la realidad de los efectos del estr¨¦s y el des¨¢nimo sobre una amplia gama de estados de salud relacionados con el sistema inmune.
Algunos estudios se han basado en la inoculaci¨®n de voluntarios con una vacuna (contra la hepatitis B) o con un virus de efectos leves (el del catarro). Se ha podido demostrar as¨ª, por ejemplo, que el estr¨¦s y la ansiedad provocados por los ex¨¢menes de fin de curso se asocian a una d¨¦bil, o retrasada, producci¨®n de anticuerpos tras la inoculaci¨®n de una vacuna (la vacuna sirve aqu¨ª como un modelo de agente infeccioso). En esos mismos estudiantes ansiosos por los ex¨¢menes, la cicatrizaci¨®n de heridas -que tambi¨¦n tiene mucha relaci¨®n con el sistema inmune- es un 40% m¨¢s lenta que en las vacaciones de verano (en los mismos individuos). La interleuquina-1 (IL-1), un importante modulador inmunol¨®gico, mostr¨® una clara reducci¨®n.
Otros factores estresantes para los que se ha podido demostrar un efecto perjudicial sobre el sistema inmune son: estar a cargo de un c¨®nyuge con Alzheimer, el estr¨¦s laboral sostenido, el aislamiento social, el desempleo y las relaciones personales tensas. En una serie de experimentos pudo demostrarse que incluso el des¨¢nimo leve y transitorio se asocia a una baja producci¨®n de anticuerpos contra una sustancia inocua ingerida por los voluntarios.
Los efectos del estado de ¨¢nimo en la evoluci¨®n de un tumor son muy variables, y dependen del tipo de c¨¢ncer, seg¨²n los autores. La supresi¨®n de la respuesta inmune se ha asociado estad¨ªsticamente con una alta incidencia de leucemias y linfomas, y tambi¨¦n con las met¨¢stasis (tumores secundarios) en muchos tipos de c¨¢ncer. El estr¨¦s psicol¨®gico se ha correlacionado con los niveles en sangre de un marcador espec¨ªfico del c¨¢ncer de pr¨®stata. Sin embargo, muchos otros tipos de tumores no son reconocidos por el sistema inmune, y por tanto, no empeoran con los estados de ¨¢nimo negativos.
Seg¨²n Glaser y sus colegas, 'el sistema endocrino sirve como una puerta central para las influencias psicol¨®gicas en la salud; el estr¨¦s y la depresi¨®n pueden provocar la segregaci¨®n de hormonas por las gl¨¢ndulas pituitarias y suprarrenales que tienen m¨²ltiples efectos sobre la funci¨®n del sistema inmune'.
Otros efectos son m¨¢s indirectos. Los individuos estresados duermen mal, se alimentan peor, hacen menos ejercicio y tienden a abusar del alcohol y de las drogas, y todo ello tiene consecuencias sobre el funcionamiento del sistema inmune. Por ejemplo, el sue?o profundo es uno de los principales estimulantes de la segregaci¨®n de la hormona del crecimiento, que -entre otras cosas- es a su vez un estimulador del sistema inmune. El estr¨¦s, por lo tanto, puede empeorar la salud tambi¨¦n por esta v¨ªa indirecta.
Los autores concluyen: 'Un sistema inmune que funcione correctamente es central para la buena salud. Sus alteraciones pueden influir en la etiolog¨ªa [origen], progresi¨®n y severidad de una variedad de enfermedades. Aqu¨ª hemos revisado las enfermedades infecciosas, ciertos c¨¢nceres, la cicatrizaci¨®n de heridas y las enfermedades autoinmunes, pero el espectro potencial es mucho m¨¢s amplio, desde las ¨²lceras hasta la aterosclerosis [...]. La psiconeuroinmunolog¨ªa promete ser una gran ayuda para entender la interacci¨®n entre la funci¨®n psicol¨®gica y la salud'.
Una consecuencia evidente de estos estudios es que la intervenci¨®n psicol¨®gica o psicoterap¨¦utica puede ayudar a frenar la evoluci¨®n de ciertas enfermedades que no suelen asociarse a ese tipo de actuaciones.
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