Escenas de un acto convocado hace cincuenta d¨ªas

Cuando el juez Garz¨®n confirm¨® ayer a los letrados la celebraci¨®n del careo anunciado el 5 de mayo, quiz¨¢ el careo convocado con la mayor anticipaci¨®n en la historia judicial -cincuenta d¨ªas- , el abogado Horacio Oliva, defensor de Emilio Ybarra, susurr¨® respetuosamente:

-El careo no se puede celebrar.

El juez Garz¨®n pregunt¨®:

-?Por qu¨¦?

-No se pueden leer las declaraciones...

El juez, en confianza, vino a decir que no era una raz¨®n.

Oliva, empero, no present¨® objeci¨®n en regla, ni recurri¨® la diligencia. Y, sin embargo, la ley es la ley. Seg¨²n el art¨ªculo 452 de la ley de Enjuiciamiento Criminal, 'el careo se verificar¨¢ ante el juez, leyendo el secretario a los procesados o testigos entre quienes tenga lugar el acto las declaraciones que hubiesen prestado, y preguntando el primero a los testigos, despu¨¦s de recordarles su juramento y las penas de falso testimonio, si se ratifican en ellas o tienen alguna variaci¨®n que hacer'.

Problema: la declaraci¨®n de Gonz¨¢lez ha sido transcrita, pero la de Ybarra, cosa a la que alud¨ªa Oliva, no.

El juez hab¨¬a estado a punto, la semana pasada, seg¨²n fuentes solventes, de desconvocar el careo. Pero ante la duda, decidi¨® seguir adelante.

Gonz¨¢lez prest¨® una declaraci¨®n tan dura como su primera ante el juez Garz¨®n. Emple¨® varias veces la palabra 'mentira', 'enga?o' y 'no es verdad'con un vozarr¨®n vehemente. Al t¨¦rminar, fue enviado a la quinta planta de la Audiencia Nacional. All¨ª deb¨ªa esperar hasta que llegara Ybarra, quienlo hizo con algunos minutos de retraso. El juez mand¨® entonces a buscar a Gonz¨¢lez. Nada m¨¢s entrar, Gonz¨¢lez, estrech¨® con un roce de segundo la mano de Ybarra. Ambos se sentaron, uno junto al otro.

La ley dice que 'el juez manifestar¨¢ enseguida las contradicciones que resulten en dichas declaraciones [las prestadas por los testigos e imputados] e invitar¨¢ a los careados para que se pongan de acuerdo entre s¨ª'.

El juez enumer¨® tres puntos. Pero nunca hubo contradicci¨®n en dichos puntos: fecha en que Ybarra le inform¨® a Gonz¨¢lez de los fondos de pensiones creados en Alico; momento en que se aprob¨® el sistema de retribuciones en el BBVA; presunto pacto con el Banco de Espa?a.

Ybarra y Gonz¨¢lez manifestaron su acuerdo. Fue entonces cuando el fiscal David Mart¨ªnez, sin ser promotor del careo, pregunt¨®:

-Vamos a ver, se?or Gonz¨¢lez, usted ha declarado que el se?or Ybarra hab¨ªa enga?ado a los consejeros del BBV al decirles que usted conoc¨ªa que se les iba a dar una compensaci¨®n y que estaba de acuerdo con ella. ?Se ratifica usted?.

-Desde luego, me ratifico-, dijo Gonz¨¢lez.

El juez recuper¨® entonces la iniciativa. Se hab¨ªa encendido una bombilla.

-Bueno, bueno, volvamos al principio. El se?or Ybarra ha declarado que le fue a ver a usted con una carpeta e intent¨® explicarle el plan para compensar a los consejeros y que le dijo que hiciera lo que le pareciera. ?Se ratifica en que esto no es as¨ª?

-Nunca me dio una explicaci¨®n, ni conoc¨ª que se iba a compensar, ni d¨ª mi autorizaci¨®n para ello -asegur¨® Gonz¨¢lez.

Ybarra se mantuvo. Sin levantar el tono, dijo:

-Le habl¨¦ de la necesidad de las compensaciones. Intent¨¦ explicarle. ?l me dijo que yo lo arreglara.