La escultura que pregunta
'Una escultura no es un objeto, es una interrogaci¨®n, por eso no puede ser acabada ni perfecta. Si supiera hacer una, no tendr¨ªa que responder a sus preguntas, es m¨¢s, usted no me har¨ªa preguntas', le espet¨® Alberto Giacometti (1901-1966) a un entrevistador. Fue el suizo un hombre inseguro con una profunda convicci¨®n: es imposible dibujar lo que se ve. Su historia es la de esa impotencia y la del aliento que obtuvo al reconocer su incapacidad: 'Gracias a que existen las dificultades podemos seguir trabajando'. Cuando uno se conoce as¨ª es dif¨ªcil mejorar un autorretrato. Por eso el perfil que escribi¨® James Lord (que pos¨® para el escultor y dibujante durante 18 sesiones) es el reflejo de la frustraci¨®n de un artista cuya vida transcurre entre su estudio y un caf¨¦ vecino, y se lee como un relato que contiene algo del tedio impl¨ªcito en posar. El libro recoge ¨ªntegro el escaso di¨¢logo que intercambiaron pintor y modelo durante las sesiones (la frustraci¨®n de Giacometti, la preocupaci¨®n de Lord por el paso del tiempo) y el resultado gr¨¢fico, los cambios en el retrato tarde a tarde. Es pues un documento curioso que sirve para hacerse una idea de las dificultades con las que tropez¨® Giacometti, pero no retrata toda su grandeza.
RETRATO DE GIACOMETTI
James Lord Traducci¨®n de Amaya Bozal Visor. Madrid, 2002 155 p¨¢ginas. 11,50 euros
ESCRITOS
Alberto Giacometti Traducci¨®n de Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Silva S¨ªntesis. Madrid, 2002 351 p¨¢ginas. 17,19 euros
Frente a esta publicaci¨®n compacta pero parcial, un mejor perfil del escultor lo reflejan sus escritos recogidos por Mary Lisa Palmer y Fran?ois Chaussende en un volumen algo despeinado donde conviven listas de prop¨®sitos, opiniones sobre artistas que admir¨®, recuerdos de juventud, contestaciones a cuestionarios, entrevistas y semblanzas que de ¨¦l pintan algunas de las personas que le conocieron. Es ¨¦ste un retrato plural y, por tanto, realista. En ¨¦l hablan todos los Giacomettis: el ni?o, el artista, el hombre intrigado por las prostitutas, el ermita?o obsesivo y el creador ambicioso al que el conocimiento hizo humilde. El libro contiene escenas conmovedoras, como el descubrimiento apasionado de los grandes pintores: la veneraci¨®n inicial por Tintoretto (cuya obra quiso conocer exhaustivamente convencido de que ¨¦ste era el pintor) se diluy¨® cuando un Giacometti adolescente sinti¨® como una traici¨®n a su pintor el caer rendido ante Giotto. Y noticias de un gran conocimiento interior: 'Basta con quedarse cinco cent¨ªmetros por encima o por debajo de la obra para que ¨¦sta fracase'. A pesar de esa sabidur¨ªa, Giacometti no pudo nunca decidir el tama?o de sus esculturas: que ¨¦stas menguasen -al principio- o adelgazasen -m¨¢s tarde- escapaba a su voluntad y control. Sab¨ªa que 'para un hombre obsesionado con vencer su incapacidad para transmitir una visi¨®n, cualquier cosa que le aparte de su trabajo pierde importancia', por eso para ¨¦l, los viajes carec¨ªan de relevancia: '?No cree que es una aventura mucho m¨¢s peligrosa pintar un rostro que el viaje a Egipto?'.
Convencido como estaba de que 'durante mil a?os Miguel ?ngel habr¨ªa podido seguir esculpiendo otras Piet¨¢ sin repetirse ni acabar nunca', Alberto Giacometti fue un artista obsesivo, y, seguro como se sent¨ªa de que 'el arte y la ciencia consisten en tratar de comprender', un hombre que no dej¨® de preguntar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.