'El r¨¢pido ascenso del euro es preocupante'
El semestre de la presidencia espa?ola de la UE que ahora concluye ha sido especialmente delicado para el comisario de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, Pedro Solbes (Alicante, 1942). Lo inici¨® con el espectacular ¨¦xito del lanzamiento del euro, pero enseguida tuvo que lidiar la dura reacci¨®n de Berl¨ªn cuando el Ejecutivo comunitario se atrevi¨® a dirigir una grave amonestaci¨®n al Gobierno alem¨¢n por su excesivo d¨¦ficit.
Defensor en primera l¨ªnea del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, seg¨²n el cual los pa¨ªses de la UE deben lograr su equilibrio presupuestario en 2004, Solbes tiene que frenar ahora los intentos de Francia, Italia y Alemania para desvirtuar en parte los compromisos de ese documento b¨¢sico para la coordinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas en la Uni¨®n. El ex ministro espa?ol sostiene que 'la columna vertebral' del Pacto se mantiene intacta, pero tambi¨¦n a?ade que se est¨¢n produciendo 'ajustes' para 'adaptarlo a la realidad'. Entretanto, el euro camina desbocado hacia la paridad con el d¨®lar y, aunque Solbes cree que ser¨¢ muy positivo para la inflaci¨®n y para la econom¨ªa europea en general, tambi¨¦n precisa que puede frenar a corto plazo el consumo privado cuando la principal incertidumbre actual consiste en saber si ese consumo ser¨¢ capaz de tirar de la econom¨ªa para superar la d¨¦bil tasa de crecimiento en Europa.
'La inflaci¨®n bajar¨¢ por la revalorizaci¨®n del euro y el menor precio de la energ¨ªa'
'La principal incertidumbre es saber si el consumo privado tirar¨¢ de la econom¨ªa'
Pregunta. ?La paridad euro-d¨®lar ha sido una aspiraci¨®n o simplemente un t¨®pico?
Respuesta. Es un tema absolutamente irrelevante. No tiene ning¨²n inter¨¦s econ¨®mico. Es m¨¢s bien una cuesti¨®n medi¨¢tica. Lo importante en estos d¨ªas es que el euro se va revalorizando. O quiz¨¢s mejor, el d¨®lar se va devaluando. Y as¨ª se produce algo que ven¨ªamos diciendo: que la relaci¨®n de cambio no estaba en l¨ªnea con el valor de las dos econom¨ªas. Es preocupante la rapidez y la volatilidad con la que se est¨¢ produciendo este proceso, pero tambi¨¦n hemos de ser conscientes de que un euro m¨¢s fuerte es una buena noticia para nuestra econom¨ªa, aunque a corto plazo pueda crear problemas a los exportadores. La inflaci¨®n, por ejemplo, bajar¨¢ porque se reducir¨¢n el precio de la energ¨ªa importada.
P. A Alemania, por ejemplo, le puede afectar m¨¢s negativamente en sus exportaciones en un momento delicado de su econom¨ªa.
R. Es cierto que algunos productos exportados se van a encarecer, pero ocurrir¨¢ lo contrario en muchas importaciones, en mano de obra o en costes financieros. A medio y largo plazo esa afirmaci¨®n de que habr¨¢ efectos negativos para la econom¨ªa no es correcta.
P. La situaci¨®n es un tanto esquizofr¨¦nica: el euro sube cuando las bolsas europeas se hunden.
R. Sin duda. La opini¨®n p¨²blica puede pensar que hay alguna relaci¨®n dentro de los dos fen¨®menos, pero no es as¨ª. De entrada, hay que decir que existe una cierta preocupaci¨®n por la econom¨ªa estadounidense. Ya dijimos que el crecimiento americano empezaba a ser potente, pero tambi¨¦n insistimos en que hab¨ªa incertidumbres y debilidades. Ahora, la evoluci¨®n de las bolsas a¨²n puede afectar m¨¢s a la situaci¨®n general.
P. Tambi¨¦n con respecto a Europa usted insisti¨® en que hab¨ªa claras incertidumbres en el futuro.
R. En el primer semestre del a?o se ha registrado un crecimiento liger¨ªsimo, casi plano, pero en el segundo a¨²n ser¨¢ m¨¢s llano. La incertidumbre que est¨¢ sobre la mesa, por encima de otras, es saber en qu¨¦ medida el consumo privado va a tirar de la econom¨ªa y la subida del euro puede tener un impacto negativo en este ¨¢mbito, aunque a medio y largo plazo los efectos ser¨¢n positivos.
P. Las enormes p¨¦rdidas burs¨¢tiles tambi¨¦n est¨¢n afectando, ahora m¨¢s que nunca, a millones de ciudadanos y eso tambi¨¦n restringir¨¢ el consumo.
R. S¨ª, es el denominado efecto riqueza: el consumo va mejor cuando nos encontramos en momentos de bolsa alta, en alza. Antes, ese fen¨®meno era claro en EE UU, pero ahora tambi¨¦n en Europa porque los procesos de privatizaciones y la ampliaci¨®n del mercado financiero han hecho que se dediquen a la bolsa muchos m¨¢s recursos.
P. Con las actitudes de Alemania, primero, y ahora de Francia, ?no son ya demasiados los intentos de poner en entredicho el Pacto de Estabilidad y el objetivo del equilibrio presupuestario en 2004?
R. Hay que distinguir entre el objetivo del pacto y su aplicaci¨®n. El objetivo era llegar a medio plazo a situaciones de estabilidad, de equilibrio o de super¨¢vit presupuestario, pero tambi¨¦n teniendo en cuenta los problemas que puede generar en cada pa¨ªs la ca¨ªda de actividad. Por eso se fij¨® el l¨ªmite del 3% de d¨¦ficit. Esta regla general hay que aplicarla en casos distintos y en contextos y par¨¢metros diferentes. Es verdad que once pa¨ªses est¨¢n cumpliendo perfectamente la regla y que cuatro tienen dificultades.
P. Pero esos cuatro (Alemania, Portugal, Italia y Francia) buscan su acomodo particular y est¨¢n desvirtuando el Pacto.
R. Empezamos con Alemania y Portugal y lleg¨® el aviso de la Comisi¨®n Europea transformado por el Consejo en una promesa, en un compromiso de que no llegar¨¢n al 3% de d¨¦ficit. Luego llega el debate sobre las Grandes Orientaciones de Pol¨ªtica Econ¨®mica y Portugal dice: mi compromiso para llegar al equilibrio dentro del 2004 se enfrenta a dificultades, as¨ª que estar¨¦ cerca, pero no voy a llegar. Y Francia plantea el tema de forma diferente: me encuentro con la dificultad de que en la campa?a electoral promet¨ª rebajas fiscales. Finalmente, Francia precisa que en 2004 no lograr¨¢ el equilibrio, pero que estar¨¢ cerca; a?ade que bajar¨¢ impuestos y gastos y, a la vez, que har¨¢ reformas estructurales para aumentar el crecimiento. Pero Italia plantea otro problema nuevo que ha originado el mayor debate: aunque no tiene desviaciones muy significativas desde el punto de vista fiscal, pide que se le apliquen tambi¨¦n el r¨¦gimen de pr¨®ximo al equilibrio y no de equilibrio.
P. Ahora se ha sumado tambi¨¦n el Reino Unido con una teor¨ªa m¨¢s que discutible.
R. S¨ª, porque pone en duda que algunas inversiones p¨²blicas, como las de defensa, sean consideradas o no a efectos del d¨¦ficit.
P. Demasiados zarandeos al Pacto de Estabilidad.
R. Creo que seguimos con la columna vertebral del Pacto, aunque haya ajustes temporales en algunos puntos concretos para adaptarlo a la realidad.
P. Pero es que esas dificultades u objeciones, salvo en el caso portugu¨¦s, proceden de las econom¨ªas con m¨¢s peso en la UE.
R. Es cierto.
P. El ministro italiano de Finanzas, Giulio Tremonti, ha llegado a decir que los que mandan son los ministros y no la Comisi¨®n.
R. El procedimiento no ha cambiado: la Comisi¨®n propone y el Consejo decide por mayor¨ªa calificada. Pero hay un error de concepto muy importante en la interpretaci¨®n que hace Italia de lo ocurrido, porque dicen que ahora tienen un margen adicional de gasto. Y no es as¨ª. Italia est¨¢ obligada a cumplir el Pacto de Estabilidad. S¨®lo se reconoce que ya sufre una desviaci¨®n en su d¨¦ficit y que se le dar¨¢ algo m¨¢s de tiempo para eliminarlo. Pero eso no significa que puedan reducir impuestos sin compensaciones presupuestarias en otros cap¨ªtulos.
P. Dice usted que la columna vertebral del Pacto se mantiene, pero parece que es puesta en duda permanentemente.
R. Es que sus principios b¨¢sicos permiten una cierta interpretaci¨®n de acuerdo con las situaciones econ¨®micas de los pa¨ªses.
P. Como admite interpretaci¨®n, tambi¨¦n su aplicaci¨®n es flexible.
R. El concepto de flexibilidad est¨¢ en el mismo pacto. Hablamos de no superar el 3% de d¨¦ficit, pero en situaciones normales. Y nos fijamos el equilibrio presupuestario, pero cada Estado tiene margen para aplicar su propia pol¨ªtica presupuestaria. El problema es que algunos pa¨ªses no han sabido las pol¨ªticas que necesitaban. Alemania, por ejemplo, llega al 2,8% de d¨¦ficit, pero es que ya part¨ªa del 1,8% y la desaceleraci¨®n de la actividad le ha supuesto un punto m¨¢s.
P. La crisis en Argentina no pareci¨® preocupar mucho a Europa, pero ahora se une la de Brasil.
R. El impacto de la crisis argentina en la econom¨ªa europea es muy peque?o. En t¨¦rminos comerciales, casi nulo. Es cierto que se est¨¢ produciendo un efecto contagio en Brasil y estamos siguiendo con mucho inter¨¦s la situaci¨®n porque ha aumentado nuestras preocupaciones.
P. ?Cu¨¢l es su valoraci¨®n del semestre de presidencia espa?ola de la UE?
R. La colaboraci¨®n ha sido excelente en un periodo dif¨ªcil, el aviso a Alemania o el debate sobre el Pacto de Estabilidad. Con el vicepresidente Rodrigo Rato, he tenido un nivel de colaboraci¨®n muy bueno.
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