La elegancia tranquila

Fiel a su estilo, el tr¨ªo madrile?o presentaba su ¨²ltimo disco, El mar de la tranquilidad, ante un numeroso grupo de seguidores que rezumaba tranquilidad, equilibrio y unas pretensiones razonables. Fue enhebrando temas viejos y nuevos en una especie de non stop bailable que s¨®lo se interrumpi¨® para dar espacio a las lentas. Bajo la batuta de un Rafa S¨¢nchez, que a sus a?itos se menea con la soltura de un adicto a las discotecas, la banda exhibi¨® sus cartas, un personal modo de hacer m¨²sica que sigue haciendo de ellos el sonido id¨®neo para una fiesta de cach¨¦ elevado y exquisitos participantes. La vida, en las canciones de La Uni¨®n, tiene decoraci¨®n de dise?o, sonido a modernidad elegante y look del tipo de esas discotecas de high class. Sugerir todo esto es una habilidad que el grupo ha ido aquilatando y que en su concierto supo rubricar con canciones como Falso amor, La mala vida, Maracaibo, Negrita y la setentera Vuelve el amor. Por supuesto, el apoteosis se produjo al final con la interpretaci¨®n de Lobo hombre en Par¨ªs, viejo ¨¦xito que les dispar¨® hace ya casi veinte a?os. Y ah¨ª siguen.