Duhalde culpa a agentes de la polic¨ªa de haber llevado a cabo "una atroz cacer¨ªa"
Im¨¢genes de la prensa demuestran que las fuerzas de seguridad dispararon contra civiles
'Nuevamente quienes deben custodiar el orden son los que han llevado a cabo una atroz cacer¨ªa'. Tras la publicaci¨®n en la prensa de una serie de fotograf¨ªas, el presidente argentino, Eduardo Duhalde, reconoci¨® ayer lo que muchos denunciaban y las autoridades se empe?aban en negar. La sangre que corri¨® en la violenta jornada de protesta del mi¨¦rcoles, con dos muertos y un centenar de heridos, fue responsabilidad de la desmedida acci¨®n de las fuerzas de seguridad, concretamente la polic¨ªa de la provincia de Buenos Aires, conocida popularmente como la Bonaerense.
Duhalde tard¨® tres d¨ªas en hablar de los tr¨¢gicos sucesos y lo hizo despu¨¦s de que una serie de fotograf¨ªas publicada ayer por el diario Clar¨ªn mostrara de forma inequ¨ªvoca la violenta represi¨®n policial y su directa implicaci¨®n en la muerte de una de las dos v¨ªctimas, el joven desocupado de 21 a?os Dar¨ªo Santill¨¢n. El diario P¨¢gina 12 y dos televisiones difundieron im¨¢genes de una actuaci¨®n de las llamadas fuerzas de seguridad, que tuvo m¨¢s de cacer¨ªa que de mantenimiento del orden p¨²blico.
Las im¨¢genes captadas por el fot¨®grafo Pepe Mateos muestran a Santill¨¢n y otros tres j¨®venes en su huida de la acci¨®n de la polic¨ªa tras el comienzo de los enfrentamientos en el puente Pueyrred¨®n, que une la capital con la provincia de Buenos Aires. Muchos manifestantes trataron de escapar de los gases y balas te¨®ricamente de caucho hacia la estaci¨®n de Avellaneda. All¨ª Santill¨¢n encontr¨® tumbado a otro miembro de la coordinadora de desocupados An¨ªbal Ver¨®n, herido de muerte. Era Maximiliano Kosteki, de 25 a?os, la primera v¨ªctima de la jornada.
Mientras Santill¨¢n atend¨ªa al herido, irrumpi¨® en la estaci¨®n un grupo de agentes de la Bonaerense al mando del comisario inspector Alfredo Franchiotti. Todos ellos empu?aban escopetas Itaka, de calibre 12,70. Las im¨¢genes permiten escuchar el ruido de armas. Santill¨¢n se incorpor¨® y trat¨® de escapar mientras el comisario Franchiotti y algunos de sus hombres le apuntaban. Las fotograf¨ªas no captaron el momento en que el piquetero result¨® alcanzado por la espalda ni qui¨¦n le dispar¨®, pero s¨ª tumbado en el suelo, herido, junto a un cartucho de Itaka. Otras fotos muestran a los agentes arrastrando a Santill¨¢n, todav¨ªa vivo, hacia el exterior de la estaci¨®n.
Perdigones de plomo
Hasta que las autoridades tuvieron conocimiento de la existencia de las fotos, el jueves por la noche, la versi¨®n oficial suger¨ªa que los piqueteros se hab¨ªan matado entre ellos. La primera reacci¨®n oficial provino del gobernador de la provincia de Buenos Aires, el peronista Felipe Sol¨¢, que orden¨® la detenci¨®n del comisario Franchiotti y el pase a disponibilidad preventiva de 110 agentes de la Bonaerense. Sol¨¢ declar¨® haber sido enga?ado por Franchiotti, que comandaba la fuerza policial el d¨ªa de los hechos, y que le hab¨ªa asegurado que su escopeta y la de sus hombres estaban cargadas con balas de caucho. La mejor prueba de que no era cierto es la foto en la que se observa un cartucho de color rojo junto al cuerpo de Santill¨¢n. La munici¨®n de las escopetas Itaka puede llevar perdigones de plomo (en cartuchos rojos) y de caucho (cartuchos verdes). La autopsia demostr¨® que los dos manifestantes murieron por proyectiles de plomo, en el caso de Santill¨¢n disparados por la espalda a dos o tres metros de distancia. Duhalde dijo ayer que todav¨ªa quedan cosas por esclarecer.
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