Sadam Husein, el primer objetivo de la guerra de Bush

A principios de este a?o el presidente Bush firm¨® una orden que daba poderes a la CIA para llevar a cabo un programa secreto y de gran alcance para derrocar a Sadam Husein, incluyendo la autoridad para utilizar fuerzas letales con el fin de capturar al presidente iraqu¨ª, seg¨²n fuentes informadas.

La orden presidencial, extensi¨®n de una declaraci¨®n previa dise?ada para expulsar a Sadam, permite a la CIA utilizar todas las herramientas disponibles, entre ellas:

- Un mayor apoyo a los grupos y a las fuerzas de oposici¨®n iraqu¨ªes dentro y fuera de Irak, incluyendo dinero, armas, equipos, formaci¨®n e informaci¨®n secreta.

- Mayores esfuerzos para recopilar informaci¨®n dentro del Gobierno, Ej¨¦rcito, servicio de seguridad y poblaci¨®n en Irak donde se hayan detectado focos de intenso sentimiento contrario a Husein.

El ataque a Irak, que movilizar¨ªa a m¨¢s de 200.000 hombres, no es probable antes de 2003

Quien sea sospechoso de la m¨ªnima deslealtad a Sadam es apartado de su c¨ªrculo o asesinado

- Posible utilizaci¨®n de equipos de la CIA y de las Fuerzas Especiales de EE UU, similares a los desplegados con ¨¦xito en Afganist¨¢n tras los ataques terroristas del 11-S. Estas fuerzas estar¨ªan autorizadas para matar a Sadam en caso de actuar en defensa propia.

El Gobierno ya ha destinado decenas de millones de d¨®lares al programa secreto. No en vano el director de la CIA, George J. Tenet, ha advertido a Bush y a su gabinete de guerra de que el esfuerzo de la CIA aislado, sin una acci¨®n militar conjunta y sin presi¨®n econ¨®mica y diplom¨¢tica, tendr¨ªa s¨®lo entre un 10% y un 20% de posibilidades de triunfar, seg¨²n las fuentes.

Una fuente ha afirmado que se debe ver la acci¨®n secreta de la CIA en general como 'preparatoria' para un ataque militar con el fin de que la agencia pueda identificar objetivos, intensificar la recopilaci¨®n de informaci¨®n secreta en terreno iraqu¨ª y entablar relaciones con futuros grupos y l¨ªderes alternativos en caso de que Husein sea derrocado. Otra fuente bien situada declar¨® que el plan secreto 'no es una bala de plata, pero tenemos grandes esperanzas y podr¨ªamos tener suerte'. Un portavoz de la CIA declin¨® hacer comentarios.

La orden secreta de Bush demuestra que el Gobierno ha comenzado a destinar dinero y recursos a una pol¨ªtica que p¨²blicamente ha consistido, b¨¢sicamente, en ret¨®rica dura. Las fuentes afirmaron que la iniciativa de la CIA forma parte de un plan m¨¢s amplio del Gobierno de Bush para derrocar a Sadam en el que se incluye presi¨®n econ¨®mica, diplomacia y, seg¨²n creen los funcionarios, a la larga, acci¨®n militar a gran escala.

El presidente ha dejado bien claro en sus discursos y entrevistas su deseo de derrocar a Sadam, mediante la fuerza militar si es necesario, pero ha proporcionado pocos detalles sobre c¨®mo piensa conseguirlo. El Pent¨¢gono baraja una serie de opciones, entre ellas una invasi¨®n que utilizar¨ªa entre 200.000 y 250.000 militares. Las fuentes afirmaron que probablemente dicha operaci¨®n no podr¨ªa lanzarse hasta el a?o que viene.

En una entrevista mantenida el 4 de abril con el periodista brit¨¢nico Trevor McDonald, posteriormente publicada por la Casa Blanca, se preguntaba a Bush: '?Ya ha decidido que hay que atacar a Irak?'. 'He decidido que Husein necesita irse', respondi¨® Bush. 'Es lo m¨¢ximo que estoy dispuesto a compartir con usted'. Presionado, Bush asegur¨®: 'La pol¨ªtica de mi Gobierno es que se vaya'.

Dos semanas m¨¢s tarde, en la Academia Militar de EE UU, Bush declar¨® que actuar¨ªa de forma preventiva contra los reg¨ªmenes que ¨¦l considera una amenaza para su pa¨ªs. 'Si esperamos a que las amenazas se materialicen del todo, habremos esperado demasiado', dijo.

Varios funcionarios declararon que, a pesar de que el enfrentamiento militar con el Ej¨¦rcito iraqu¨ª puede ser inevitable con las pol¨ªticas de Bush, es m¨¢s prudente que el Gobierno expanda primero sus esfuerzos en todos los frentes, incluyendo el diplom¨¢tico, el econ¨®mico y el encubierto.

Tenet tambi¨¦n ha declarado en¨¦rgicamente que, en comparaci¨®n con Afganist¨¢n, Irak supone un objetivo mucho m¨¢s dif¨ªcil para la CIA. En Afganist¨¢n, los se?ores de la guerra y las tribus a menudo eran sobornados y tentados para que se cambiaran de bando y se unieran a las fuerzas de la Alianza del Norte respaldadas por EE UU cuando empezaron a invadir la zona de los talibanes. Esta tradici¨®n no existe en Irak, seg¨²n los funcionarios, y el Ej¨¦rcito permanente iraqu¨ª es ocho veces mayor que las fuerzas militares controladas por los talibanes antes de su ca¨ªda.Por otra parte, algunos informes secretos demuestran que el rechazo a Sadam dentro de la jefatura pol¨ªtica, el Ej¨¦rcito y la poblaci¨®n en Irak es muy alto.

El 28 de febrero, USA Today citaba a un antiguo alto cargo de la CIA que hab¨ªa declarado que Bush hab¨ªa aprobado un plan secreto contra Sadam, pero se daban pocos detalles. El vicepresidente Richard Cheney ha adquirido un papel activo en la pol¨ªtica hacia Irak del Gobierno. En su despacho del Ala Oeste hubo una reuni¨®n informativa clave sobre la orden secreta del presidente. Seg¨²n una fuente, Cheney actu¨® de director de juego, presentando el asunto y pasando luego la pelota a Tenet, que explic¨® en l¨ªneas generales el plan secreto.

Otro personaje clave es el general Wayne A. Downing, asesor adjunto de seguridad nacional para la lucha contra el terrorismo, que cuenta con un gran equipo que no deja de crecer dentro de la Casa Blanca. Downing, antiguo comandante de las Fuerzas de Operaciones Especiales y la CIA est¨¢n intentando identificar individuos o grupos que puedan cubrir el vac¨ªo en caso de derrocar a Sadam, seg¨²n las fuentes mencionadas.

Durante a?os, la CIA ha mantenido una relaci¨®n conflictiva con el Congreso Nacional Iraqu¨ª (CNI), uno de los principales grupos de oposici¨®n a Sadam financiado por EE UU y liderado por Ahmed Chalabi, instalado en Londres. El mes pasado, The Washington Post afirmaba que Downing hab¨ªa estado reuni¨¦ndose con los l¨ªderes de dos partidos kurdos con sede en el norte de Irak, zona protegida por las patrullas a¨¦reas estadounidenses y brit¨¢nicas que intentan imponer una zona de exclusi¨®n de vuelo para los aviones de Sadam.

Al menos durante los ¨²ltimos seis a?os, la CIA ha apoyado a otro grupo de oposici¨®n iraqu¨ª, el Acuerdo Nacional Iraqu¨ª.

La operaci¨®n iraqu¨ª llega cuando los recursos de la CIA se han visto enormemente incrementados por la guerra contra el terrorismo, y la capacidad operativa de la agencia ya excede sus l¨ªmites. La CIA sigue trabajando en Afganist¨¢n y Bush ha autorizado actuaciones secretas para desorganizar, capturar o destruir a terroristas en m¨¢s de 80 pa¨ªses. Los objetivos terroristas en todo el mundo van m¨¢s all¨¢ de la red Al Qaeda de Osama Bin Laden e incluyen la organizaci¨®n terrorista Hezbol¨¢, apoyada por Ir¨¢n, y otros grupos terroristas.

Una matriz de ataque a nivel mundial de alto secreto describe los niveles de actuaci¨®n secreta de la CIA en esos pa¨ªses, incluyendo las operaciones propagand¨ªsticas, el apoyo a la polic¨ªa interna y a los servicios secretos extranjeros y las actuaciones secretas letales contra individuos o grupos terroristas.

Varios funcionarios han expresado su preocupaci¨®n por que la CIA, que redujo significativamente sus operaciones secretas y su recopilaci¨®n clandestina de informaci¨®n en los a?os noventa, intente abarcar demasiado.

'No hay forma de encargarse de todo el mundo', declaraba una persona con una extensa experiencia en la CIA en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Otras fuentes aseguran que las operaciones secretas en Irak pueden ser dirigidas y gestionadas por un peque?o n¨²cleo que trabaje en la sede, en dependencias, en bases o en instalaciones especiales en el extranjero pertenecientes a la CIA.

Adem¨¢s, una acci¨®n secreta se traduce en un gran aumento del flujo de informaci¨®n sobre el pa¨ªs en cuesti¨®n, lo que algunos funcionarios de la CIA denominan verdad sobre el terreno. No proviene ¨²nicamente de fuentes humanas, sino de comunicaciones secretas y de la vigilancia por sat¨¦lite.

Gracias a estos recursos, seg¨²n las fuentes, la CIA obtendr¨¢ mucha m¨¢s informaci¨®n sobre Sadam Husein, sus posibles paraderos, sus costumbres en cuanto a seguridad y viajes, c¨®mo se comunica con su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo, las relaciones de mando con su ej¨¦rcito y con su servicio de seguridad y sus posibles puntos vulnerables.

Sadam lleva en el poder desde 1979, y en 1990 hizo que su asamblea legislativa, que maneja como si de una marioneta se tratara, le declarara presidente vitalicio. Es notoriamente esquivo e impredecible, y muy dado a las sospechas. Irak es un Estado policial que existe en gran medida para mantener a Sadam en el poder.

Seg¨²n varios informes secretos, Sadam suele viajar de noche, vive a caballo entre varias residencias, palacios y b¨²nkeres y utiliza como se?uelos a hombres parecidos a ¨¦l. Aquel que sea sospechoso de la m¨¢s m¨ªnima deslealtad es apartado de su c¨ªrculo o asesinado.

'Ya est¨¢ completamente paranoico', cuenta una fuente, que destaca que inmediatamente despu¨¦s de los atentados terroristas del 11-S contra Estados Unidos, Sadam moviliz¨® a algunos de sus equipos militares, anticip¨¢ndose aparentemente a posibles ataques militares estadounidenses.

La permanencia del poder de Sadam es singular. En los meses posteriores a su invasi¨®n de Kuwait en 1990, Estados Unidos descubri¨® que hab¨ªa habido varios intentos de acabar con su vida que ¨¦l mismo frustr¨®. 'Tenemos conocimiento al menos de uno', declar¨® un antiguo alto funcionario del primer Gobierno de Bush. Despu¨¦s de que EE UU y las fuerzas de coalici¨®n derrotaran y expulsaran a las tropas de Sadam de Kuwait en marzo de 1991, infligiendo una de las mayores y m¨¢s visibles humillaciones militares posteriores a la guerra de Vietnam, este antiguo funcionario afirm¨®: 'Pens¨¢bamos que un coronel o general de brigada aparecer¨ªa y le pegar¨ªa un tiro'.

No fue as¨ª, y a pesar de las predicciones de los l¨ªderes ¨¢rabes y de la CIA por aquel entonces, Sadam sobrevivi¨®. Y se ha mostrado desafiante desde entonces. Las fuerzas de Sadam amenazan peri¨®dicamente a los aviones brit¨¢nicos y estadounidenses que vigilan la zona de prohibici¨®n de vuelos creada tras su derrota en 1991, y Estados Unidos ha tomado represalias con ataques a¨¦reos.

A finales de 1998, Sadam interrumpi¨® las investigaciones de Naciones Unidas en instalaciones iraqu¨ªes sospechosas de construir armas de destrucci¨®n masiva. El presidente Bill Clinton orden¨® en diciembre la Operaci¨®n Zorro del Desierto, que incluy¨® cerca de 650 ataques con misiles y bombas contra 100 objetivos iraqu¨ªes durante un periodo de 70 horas.

Sin embargo, Sadam no permiti¨® el acceso a los inspectores de la ONU, que desde entonces no han vuelto a entrar. Durante cerca de cuatro a?os, Sadam ha sido capaz de proseguir con los anta?o fuertes programas de armas nucleares, biol¨®gicas y qu¨ªmicas.

Seg¨²n los funcionarios, la creencia de que Sadam contin¨²a desarrollando armas de destrucci¨®n masiva es lo que ha llevado a Bush y a su gabinete de guerra a decidir que Sadam ha de ser derrocado.

En la entrevista de abril con el periodista brit¨¢nico, Bush declar¨®: 'Lo peor que podr¨ªa pasar ser¨ªa permitir que un pa¨ªs como Irak, dirigido por Sadam Husein, desarrollara armas de destrucci¨®n masiva y que despu¨¦s se aliara con organizaciones terroristas para chantajear al mundo. No voy a permitir que esto suceda'.

'?Y c¨®mo lo va a conseguir, se?or presidente?', pregunt¨® el entrevistador.

Bush contest¨®: 'Espere y ver¨¢'.

Con informaciones de Mark Malseed. ? 2002 The Washington Post Company.