Un torneo sin estrellas
En la figura de Ronaldo se concentraron todas las esperanzas de un torneo que ha levantado la cotizaci¨®n de muy pocos
Si el f¨²tbol pertenece a los jugadores, este Mundial ha tra¨ªdo malas noticias. Ha sido un torneo donde la mayor¨ªa de las figuras ha decepcionado hasta el punto de abrir preguntas sobre los verdaderos m¨¦ritos que se conceden a las estrellas actuales. Cada vez parece m¨¢s evidente que la fama est¨¢ menos relacionada con la excelencia de los futbolistas que con su capacidad para competir en lo accesorio. El caso Beckham ha sido sintom¨¢tico. Nadie lleg¨® con tanta popularidad a la Copa del Mundo. Buen jugador, no lo es tanto como para observar la desproporci¨®n entre sus cualidades y su aparatosa fama, alimentada fundamentalmente en el circuito de la prensa del coraz¨®n y la moda. Al alarmante rendimiento de Figo, Ver¨®n o Henry se a?adi¨® la lesi¨®n de Zidane y posteriormente la de Ra¨²l. El espacio para las estrellas qued¨® reducido a la m¨ªnima expresi¨®n, hasta el punto de que el mundo del f¨²tbol se gir¨® decididamente hacia Brasil como ¨²nica alternativa a la mediocridad. En la figura de Ronaldo se concentraron todas las esperanzas de los aficionados. No hab¨ªa otra posibilidad ante la desoladora realidad de un torneo que ha levantado la cotizaci¨®n de muy pocos jugadores y apenas ha descubierto a gente joven.
Casi todas las figuras han decepcionado y puesto en entredicho sus verdaderos m¨¦ritos
Ra¨²l estaba lanzado; es una pena que la selecci¨®n no le ampare en el techo que merece
SUBEN
Ronaldo (Brasil). El gran protagonista de la Copa del Mundo, que estar¨¢ asociada al nombre del delantero brasile?o. Con las cifras es suficiente: m¨¢ximo goleador del Mundial con ocho goles. Ha sumado 12 en sus dos participaciones, con lo que iguala a Pel¨¦ en la cabeza de grandes artilleros brasile?os. Queda por ver si el efecto de las lesiones le permite atravesar a pleno rendimiento los rigores de la larga temporada europea. Despu¨¦s de tres a?os fuera del f¨²tbol, mantiene su explosiva velocidad, la potencia de sus movimientos y el instinto que le hizo famoso. En siete partidos ha recuperado la corona.
Ronaldinho (Brasil). Brasil atraves¨® frente a Inglaterra la situaci¨®n m¨¢s cr¨ªtica. Permiti¨® el gol de Owen y se encontr¨® con un rival extremadamente defensivo. Pero Ronaldinho le sac¨® del apuro. Hizo una de las jugadas del Mundial en el primer gol y marc¨® el segundo, sobre el que hay dudas. Unos atribuyen el m¨¦rito al brasile?o; otros lo consideran un grave error de Seaman. Probablemente sea una mezcla de las dos opiniones. Jugador joven, con excelentes recursos, todav¨ªa se siente un segunda fila en Brasil, pero su papel crece.
Ballack (Alemania). El centrocampista alem¨¢n ha sido decisivo en el buen papel de Alemania, tanto por su capacidad rematadora -anot¨® los goles de la victoria ante Estados Unidos y Corea- como por su precisi¨®n en los centros. Jugador de inmensas posibilidades: maneja perfectamente las dos piernas, gran pasador en largo y en corto, temible en las llegadas al ¨¢rea, fenomenal cabeceador. S¨®lo le pierde la intermitencia. Hay largas fases de los partidos que parece ajeno al juego. Futbolista de equipo grande.
Schneider (Alemania). Se sab¨ªa de ¨¦l por su primorosa temporada en el Bayer Leverkusen, confirmada punto por punto en el Mundial. Es el perfecto jugador complementario. Y tampoco desecha el protagonismo, como se vio en la final. Gran despliegue f¨ªsico, buen trato de la pelota, eficaz como pasador, todo un car¨¢cter.
Ferdinand (Inglaterra). El central ingl¨¦s ha confirmado las noticias que llegaban de ¨¦l desde joven. Poderoso en el juego a¨¦reo, mucho m¨¢s flexible de lo habitual en los centrales ingleses y mucho m¨¢s relajado que su colegas. R¨¢pido y potente. Se vio beneficiado por el conservador sistema de Eriksson, que no expone a sus defensas ni a tiros. Tiene fama de distra¨ªdo, pero en el Mundial no cay¨® en ese defecto nunca.
Samuel (Argentina). Parece una herej¨ªa situar al alza la cotizaci¨®n de un futbolista cuya selecci¨®n cay¨® eliminada en la primera fase. Y m¨¢s si es Argentina, uno de los equipos favoritos. Sin embargo, Samuel tiene todo el derecho a sentirse satisfecho en el plano personal. Probablemente el mejor central del mundo. Un muro que hace saber su superioridad a los delanteros. Eficaz, listo, contundente, competitivo.
M¨¢rquez (M¨¦xico). No tiene la contundencia de Samuel, pero ser¨ªa una delicia verles juntos. Anticipa bien, es r¨¢pido y maneja la pelota como ning¨²n otro central actualmente. Es posible que tambi¨¦n valga como centrocampista.
Casillas (Espa?a). Tuvo algunos de sus habituales problemas en el juego a¨¦reo, pero sali¨® del Mundial como un pr¨ªncipe. Portero que no se deja intimidar por los grandes desaf¨ªos. Le motivan. Felino en el ¨¢rea peque?a. Tiene el don de la oportunidad. Ven¨ªa de una temporada problem¨¢tica en el Madrid y, sin embargo, es uno de los triunfadores del a?o.
SE MANTIENEN
Rivaldo (Brasil). Se ha reivindicado despu¨¦s de una temporada plagada de lesiones. Anot¨® cinco goles, alguno de ellos espl¨¦ndido. Jugador singular, inclasificable, m¨¢s satisfecho en la anarqu¨ªa que en el orden. Condiciona los sistemas por su resistencia a aceptar ciertos destinos. En realidad, es un segundo delantero que pica por todas partes.
Ra¨²l (Espa?a). Estaba lanzado. Sab¨ªa que Espa?a ten¨ªa una oportunidad hist¨®rica en este Mundial, pero la lesi¨®n le impidi¨® jugar el partido frente a Corea del Sur. A su manera, es uno de los delanteros m¨¢s letales del mundo. Es una pena que la selecci¨®n no le ampare en la b¨²squeda del reconocimiento que merece.
Owen (inglaterra). El mismo Owen del Mundial de Francia, un chico astuto que siempre encuentra la forma de complicar la vida a los defensas. Uno de los jugadores que mejor aprovecha los errores de los rivales. No conviene distraerse frente a ¨¦l. Cl¨ªnico en las definiciones en el ¨¢rea.
Vieri (italia). Se le pueden reprochar dos errores en el partido contra Corea del Sur, sobre el p¨¦simo remate con la derecha en el ¨²ltimo minuto, pero asusta pensar lo que hubiera sido de Italia sin Vieri. Mantiene toda su potencia, temible en el juego a¨¦reo y en situaciones donde puede preparar el remate con la zurda.
Lucio (Brasil). Era interesante observar al central m¨¢s cotizado del momento. Y la opini¨®n no cambia. Defensa de enormes posibilidades: grande, r¨¢pido, intenso, con un poder¨ªo extraordinario. Y con una tendencia irrefrenable a cometer uno o dos fallos grav¨ªsimos por partidos. Nunca parece c¨®modo sujetado al centro de la defensa.
BAJAN
Figo (Portugal). Una de las grandes decepciones del torneo. Manifest¨® todos los problemas que hab¨ªa demostrado en el Real Madrid. El debate se sit¨²a en torno a su futuro: o la lesi¨®n es m¨¢s importante de lo que parec¨ªa o el jugador portugu¨¦s da s¨ªntomas inequ¨ªvocos de declive. No pudo desbordar a ning¨²n defensa en todo el torneo.
Rui Costa (Portugal). Lo mismo que se aplica a Figo se le puede aplicar a Rui Costa. Pas¨® por el Mundial como un fantasma. Parec¨ªa un espectro del din¨¢mico jugador de otros tiempos. Su lamentable estado eran tan flagrante que el t¨¦cnico portugu¨¦s le sac¨® del equipo en el partido contra Corea.
Beckham (Inglaterra). Si uno es el futbolista m¨¢s popular del mundo, no puede quedarse en la minucia de Beckham en la Copa del Mundo. Se limit¨® a sacar de esquina y a tirar algunas faltas. Est¨¢ arrollado por la fama. Parece que el f¨²tbol cada vez le interesa menos. Se borr¨® de casi todos los partidos, especialmente frente a Brasil.
Diego Trist¨¢n (Espa?a). Despu¨¦s de mucho tiempo arrebat¨® la titularidad a Morientes. Exactamente le dur¨® dos partidos. Fracaso colosal. Nada que ver con el delantero que hace estragos en el Depor. No s¨®lo jug¨® mal, sino que no intent¨® jugar. Morientes le pas¨® por encima.
Totti (Italia). No ha fracasado como Figo o Beckham, pero se ha quedado lejos del nivel que se le supone. Termin¨® enredado en el ca¨®tico juego italiano, sin saber qu¨¦ clase de papel ten¨ªa que cumplir en una selecci¨®n con buenos atacantes pero sometida al freno que le impuso Trapattoni. Dio la impresi¨®n de sentirse fatigado, sin la imaginaci¨®n que le caracteriza.
Vieira (Francia). Val¨ªa nueve millones de euros y lo quer¨ªa el Real Madrid. Ahora el Madrid no pagar¨ªa ni la mitad. Eso debe de significar que ha fracasado. A su aparatosa presencia f¨ªsica no a?ade nada m¨¢s. Ni tan siquiera estuvo activo en la recuperaci¨®n de la pelota.
Ver¨®n (Argentina). Jug¨® mal el primer partido, se estrell¨® contra Inglaterra. Cada d¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil precisar qu¨¦ cualidades le convirtieron en el gran jugador que no es. Un caso declarado de futbolista sobrevalorado. Como mucho, apunta maneras. Eso, apunta y no las concreta.
NOVEDADES
Klose (Alemania). No diga Klose, diga cabezazo. Muy bueno en ese aspecto, que no es poca cosa en un delantero centro. Con los pies se pisa los cordones.
Metzelder (Alemania). Es joven, es grande, es alem¨¢n. Es un central del que empieza a hablarse en los grandes equipos europeos. Alt¨ªsimo -1,93 metros-, no parece un armario. Firme y seco, cabecea en las dos ¨¢reas, bastante decente con la zurda, no se asust¨® cuando jug¨® de lateral izquierdo.
Hasan Sas (Turqu¨ªa). Uno de los jugadores m¨¢s agresivos del Mundial. Una pesadilla para cualquier defensa, aunque s¨®lo sea por su decisi¨®n de buscar el desborde en cada acci¨®n. Es el tipo de jugador con el que da gusto jugar fuera de casa. No se borra nunca. Tiene pinta de ganador. O de mal perdedor.
Rommerdahl (Dinamarca). Una flecha en cualquiera de las dos bandas. Parece un poco envarado, pero se escapa, no tanto por habilidad sino por rapidez. Jugador de largo recorrido.
Diouf (Senegal). El delantero del Lens ha sido una de las noticias del Mundial. Junto a Fadiga ha sido una amenaza constante para los rivales. Habilidoso como pocos, ¨¢gil, entra por los dos costados. Sus d¨ªas en Francia est¨¢n contados.
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