La dimisi¨®n de Messier coloca al grupo Vivendi al borde de su partici¨®n
El consejo fuerza la dimisi¨®n del responsable del grupo de comunicaci¨®n y la acci¨®n se dispara
Jean-Marie Messier, presidente de Vivendi Universal, ha sucumbido a las presiones de su consejo de administraci¨®n y ha aceptado dimitir como m¨¢ximo responsable del grupo. Ma?ana se celebrar¨¢ una reuni¨®n extraordinaria en la que se espera formalizar el relevo, muy probablemente por Jean-Ren¨¦ Fourtou, un especialista en la reestructuraci¨®n de empresas, ex presidente de la farmac¨¦utica Aventis y vicepresidente actual de su consejo de vigilancia.
Tanto los administradores franceses como los estadounidenses se hab¨ªan unido en la sanci¨®n total al hombre y a la estrategia seguida por Messier para convertir la antigua concesi¨®n p¨²blica de servicios de agua (Compagnie G¨¦n¨¦rale des Eaux) en el segundo grupo de comunicaci¨®n del mundo, disputando el liderazgo a la estadounidense AOL Time Warner.
La ca¨ªda definitiva de Messier abre la puerta a una divisi¨®n del grupo entre el negocio tradicional de concesiones de servicios urbanos -ahora bajo la actual filial Vivendi Environnement- y lo que quede las participaciones en medios de comunicaci¨®n y telecomunicaciones, tras el fuerte proceso de reestructuraci¨®n que se avecina, por el que podr¨ªa desprenderse de sus participaciones en Canal + y en los estudios Universal.
Jean-Marie Messier, bajo cuya tutela se emprendieron macrooperaciones como la adquisici¨®n de Seagram, lo que le dio el control de Universal, hab¨ªa perdido ya la confianza del consejo de administraci¨®n, que puso su gesti¨®n bajo un comit¨¦ de vigilancia. Pero ese sue?o medi¨¢tico ha acabado en una pesadilla financiera que tuvo su peor reflejo en las cuentas de 2001, que arrojaron las mayores p¨¦rdidas de la historia de una compa?¨ªa francesa, con n¨²meros rojos de 13.597 millones de euros.
Las noticias sobre la inminente salida de Messier fueron saludadas con entusiasmo en la Bolsa de Par¨ªs, donde el t¨ªtulo de Vivendi cerr¨® a 23,90 euros, tras una revalorizaci¨®n del 9,23% (durante la sesi¨®n lleg¨® a ganar m¨¢s del 14%), que s¨®lo supone un corto consuelo para los accionistas frente a la ca¨ªda del 61,2% experimentada desde principios de a?o, y frente al m¨¢ximo marcado en febrero de 2000 de 129,9 euros.
Pese a que el relevo de Messier al frente de Vivendi todav¨ªa no se ha hecho oficial, Fourtou contin¨²a siendo la persona con mayores posibilidades para ser llamada a enderezar el rumbo de la multinacional francesa. Su perfil es el reverso de Messier: se trata de un gestor, caracterizado como un especialista en la reorganizaci¨®n de empresas. Entr¨® en Rh?ne-Poulenc -antecedente de Aventis- durante la privatizaci¨®n de esta compa?¨ªa, que fue realizada en 1986 por un Gobierno dirigido entonces por Jacques Chirac, el actual presidente de la Rep¨²blica Francesa. Al margen ya de las funciones ejecutivas en Aventis, uno de sus colaboradores subraya que, a los 63 a?os, no se postula como presidente de Vivendi Universal, si bien aceptar¨¢ el cargo si los dem¨¢s administradores se ponen de acuerdo.
Garant¨ªas para la marcha
Messier consigui¨® salvar el martes pasado la ¨²ltima reuni¨®n ordinaria del consejo de administraci¨®n, pero la renuncia del empresario Bernard Arnault, uno de sus apoyos, fue el comienzo del fin. Considerando aislado a Messier entre los franceses, los administradores estadounidenses intentaron sustituirle por Edgar Bronfman, el jefe de filas de la familia que aparece como accionista principal del grupo, con algo m¨¢s del 5% del capital.
Los gestores franceses no quisieron ceder la operaci¨®n a un liderazgo estadounidense y desde entonces se han sucedido las presiones para que Messier dimita, una situaci¨®n que ¨¦ste habr¨ªa aceptado el domingo. Un ej¨¦rcito de abogados trabaja para formalizar el relevo en la presidencia, que adem¨¢s conlleva varios escenarios posibles de divisi¨®n del grupo para acabar con las p¨¦rdidas y sanear su enorme endeudamiento, cifrado en 14.000 millones de euros s¨®lo en lo que concierne a las actividades de comunicaci¨®n, y a m¨¢s de 28.000 millones en todo el grupo.
Diversas fuentes insist¨ªan anoche en que Messier se resist¨ªa para negociar las condiciones de su salida, entre las cuales el diario Le Monde cita la obtenci¨®n de garant¨ªas de que no se emprender¨¢n acciones judiciales contra ¨¦l, elemento este ¨²ltimo que invita a pensar en que los cambios podr¨ªan reservar todav¨ªa algunas sorpresas.
El mantenimiento de Vivendi Universal en las condiciones actuales parece muy dif¨ªcil. Se especula con la posibilidad de que las actividades en Estados Unidos (cine y m¨²sica, principalmente) sean devueltas a la familia Bronfman, mientras que las operaciones en Internet ser¨ªan saneadas dr¨¢sticamente, dado que Internet proporciona a Vivendi una cifra de negocio de 129 millones de euros y le devuelve una p¨¦rdida de explotaci¨®n de 290 millones de euros.
En cuanto al grupo de televisi¨®n Canal + Francia, se conocen las aspiraciones de varios empresarios a hacerse con ¨¦l, en el supuesto de una separaci¨®n futura del mismo para salvar las dificultades que se plantea su propiedad actual en relaci¨®n con la legislaci¨®n francesa. Entre los candidatos a la adquisici¨®n figuran la familia Lagard¨¨re, el grupo Path¨¦ y TF1, la primera cadena de la televisi¨®n francesa, de la que sali¨® el actual director de Canal +, Xavier Couture. ?ste ¨²ltimo fue nombrado en abril por el propio Messier tras despedir al anterior responsable, Pierre Lescure, en un intento desesperado de hacerle responsable de los 374 millones de euros perdidos por Canal + Francia el a?o pasado.
Una vez realizada esta partici¨®n, quedar¨ªa un grupo constituido por la filial de servicios -Vivendi Environnement- y el resto, incluyendo las participaciones en medios y telecomunicaciones, en otra nueva divisi¨®n.
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