Repatriados bajo arresto cinco marineros de una de las fragatas que patrulla en el ?ndico
Preocupaci¨®n en Defensa ante los crecientes problemas derivados del consumo de drogas
Cinco marineros de la fragata Santa Mar¨ªa, que patrulla en el Oc¨¦ano ?ndico dentro de la Operaci¨®n Libertad Duradera, han sido repatriados y est¨¢n bajo arresto por faltas de indisciplina relacionadas en la mayor¨ªa de los casos con el consumo de drogas. Uno de ellos, que acompa?aba al cabo fallecido el pasado 15 de junio durante una escala en Mombasa (Kenya) y que fue hospitalizado ¨¦l mismo en estado de coma, se enfrenta a una sanci¨®n de hasta dos meses de privaci¨®n de libertad. A los otros cuatro se les ha abierto un expediente que puede conducir a su expulsi¨®n de la Marina. Son los casos m¨¢s dram¨¢ticos, pero no los ¨²nicos, de un problema que ha encendido todas las luces de alarma en las Fuerzas Armadas.
Los sucesos que han provocado la repatriaci¨®n y arresto de cinco marineros tuvieron lugar durante la escala de descanso que realiz¨® el buque en Mombasa, entre el 14 y el 19 de junio. Un cabo de 31 a?os falleci¨® en el hospital del puerto de Kenya de una parada cardiorespiratoria, seg¨²n la nota oficial, y otro fue ingresado en estado de coma.
La evacuaci¨®n de este ¨²ltimo result¨® especialmente delicada pues, con arreglo a la legislaci¨®n local, se enfrentaba a una pena de hasta 10 a?os de c¨¢rcel. Ya se encuentra en Espa?a, recuperado pero bajo arresto por una presunta falta muy grave. Como tal se tipifica el consumo de drogas cuando se realiza fuera del buque, pero de uniforme o de forma que 'afecte a la imagen de la instituci¨®n militar'.
Al segundo marinero repatriado se le ha abierto un expediente gubernativo, que puede culminar con su expulsi¨®n de las Fuerzas Armadas, ya que se considera reincidente en el consumo de estupefacientes. La misma medida se ha aplicado a otros tres que, tambi¨¦n durante la escala en Mombasa y al parecer bajo el efecto de sustancias t¨®xicas, tuvieron un accidente con un coche alquilado con el que supuestamente pretend¨ªan viajar sin permiso a Tanzania.
Fuentes militares reconocen que los tripulantes de la Santa Mar¨ªa est¨¢n sometidos a una fort¨ªsima presi¨®n. Esta fragata zarp¨® el 15 de marzo de Rota (C¨¢diz) rumbo al ?ndico junto a la Numancia y al buque de aprovisionamiento Pati?o. Pero, mientras los dos ¨²ltimos regresaron a Espa?a a principios de junio, la presencia de la Santa Mar¨ªa en la zona se prorrog¨® dos meses, hasta el pr¨®ximo 31 de julio, ya que no se dispon¨ªa de ning¨²n barco adecuado para relevarla.
Adem¨¢s, cuando se incorpor¨® a la Operaci¨®n Libertad Duradera, acababa de regresar del mar del Norte, donde particip¨® en los ejercicios JMC durante el mes de febrero, por lo que ya lleva cinco meses de navegaci¨®n pr¨¢cticamente ininterrumpida.
El caso de la Santa Mar¨ªa no es aislado. Las fuentes consultadas atribuyen los crecientes problemas relacionados con el consumo de drogas en las Fuerzas Armadas al menos a tres factores: el sector de la juventud que sirve como cantera para el reclutamiento de soldados y marineros profesionales es el m¨¢s vulnerable a las drogas; las misiones militares en el extranjero obligan a periodos muy prolongados de trabajo, seguidos de cortos descansos en los que los soldados buscan v¨¢lvulas de escape para la tensi¨®n acumulada; y, durante los permisos, disponen de fuertes sumas debido al anticipo que reciben en met¨¢lico.
A ello hay que sumar, seg¨²n las mismas fuentes, que en las zonas donde est¨¢n desplegadas unidades espa?olas (antigua Yugoslavia, ?frica o Asia central) hay f¨¢cil acceso a estupefacientes. La vida militar dificulta el consumo habitual de drogas, pero no el espor¨¢dico, con el consiguiente riesgo de sobredosis.
El problema no es exclusivo de los buques. La semana pasada, los familiares que acudieron a la base de Zaragoza a recibir a los soldados que regresaban de Afganist¨¢n se encontraron con la sorpresa de que sus equipajes eran retenidos y exhaustivamente revisados por la polic¨ªa militar con ayuda de perros.
Los aspirantes a ingresar en las Fuerzas Armadas se someten a un test de psicotr¨®picos, de car¨¢cter eliminatorio, que resulta m¨¢s eficaz para detectar a fumadores de canutos que a consumidores de drogas duras.
El Ej¨¦rcito est¨¢ realizando an¨¢lisis de orina aleatorios (la ley obliga a que sean an¨®nimos) para localizar las unidades donde el problema es m¨¢s grave. La Armada ha embarcado psic¨®logos en los buques que patrullan por el ?ndico para estudiar el estr¨¦s de las tripulaciones. Estas medidas dar¨¢n la dimensi¨®n del problema, pero no su soluci¨®n.
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