Camacho y la bronca por el del futbito

Pese a las palabras bonitas del acto de despedida, a lo mucho que dijeron quererse Camacho y la Federaci¨®n, su relaci¨®n no hab¨ªa sido tan id¨ªlica y cordial en las ¨²ltimas semanas. Las chispas saltaron y con demasiada frecuencia en los d¨ªas previos al Mundial y durante la estancia de la selecci¨®n en Corea. El buen ambiente se fue deteriorando a golpe de incidente y bronca.

Por ejemplo, cuando Camacho trat¨® de impedir que viajara a Ulsan el jefe de los servicios m¨¦dicos de la Federaci¨®n, Enrique Gonz¨¢lez Ruano, cuya misi¨®n se reduce pr¨¢cticamente a elaborar la dieta de los jugadores. Al seleccionador le parec¨ªa un desplazamiento caprichoso, por innecesario; le bastaba con la compa?¨ªa de los doctores Borr¨¢s y Ramos. Pero la Federaci¨®n no hizo caso. Y Ruano viaj¨®.

La tortilla se dio vuelta cuando Camacho incluy¨® al seleccionador de f¨²tbol sala, Javier Lozano, en la expedici¨®n. Juan Luis Larrea, el tesorero de la Federaci¨®n, cuestion¨® este desplazamiento y el t¨¦cnico mont¨® en c¨®lera. Le record¨® airadamente al directivo las numerosas invitaciones que, por iniciativa de la Federaci¨®n, ya deb¨ªan cargarse en las arcas del organismo.

Cuando algunos medios de comunicaci¨®n detectaron la presencia de Lozano en la expedici¨®n y no le encontraron mucho sentido, el seleccionador no supo dar una explicaci¨®n. Pero como se trataba de Camacho, que no las da casi nunca sea cual sea su decisi¨®n, y recibe licencia para todo de buena parte de la prensa, el asunto pas¨® de largo. Incluso su corte de periodistas comenz¨® a poner en circulaci¨®n curiosas teor¨ªas sobre la utilidad de Lozano en el cuerpo t¨¦cnico: que si su conocimiento de las jugadas de estrategia, que si la sofisticaci¨®n de sus informes... Milongas. El lunes, el propio Camacho reconoci¨® que el t¨¦cnico de f¨²tbol- sala no trabaj¨® para ¨¦l, que el chico quer¨ªa conocer un Mundial e iba de simple invitado.

El caso es que Camacho empez¨® a temer por la repercusi¨®n de ¨¦ste y otros l¨ªos cuando se conociera su letra peque?a. Y que fueran aprovechados alg¨²n d¨ªa por los medios informativos para tumbarle si segu¨ªa como seleccionador. No es extra?o, por tanto, que Camacho, en uno de sus desahogos para justificar su marcha, confesase a ciertos dirigentes de la Federaci¨®n: 'No se ha fallado en el Mundial, pero los periodistas me est¨¢n esperando. No estoy dispuesto a acabar como Clemente, entrenando al Tenerife'. Camacho sale de la selecci¨®n con el cach¨¦ intacto, y m¨¢s bien alto.

Mientras, I?aki S¨¢ez juega a creerse sustituto en serio. Y no le falta raz¨®n. A la Federaci¨®n cada vez le seduce m¨¢s la apuesta. De momento, ha deso¨ªdo los ofrecimientos que ha recibido directa o indirectamente, a trav¨¦s de intermediarios, para coger el testigo -Javier Clemente, V¨ªctor Fern¨¢ndez- y empieza a valorar lo barato de la ficha de S¨¢ez (350.000 euros) y su serenidad. De momento, el t¨¦cnico pasar¨¢ la prueba de dos partidos: Hungr¨ªa (27 de agosto) y Grecia (7 de septiembre). Y luego, Dios, o los resultados, dir¨¢n. Pero ya puestos, piensan en la Federaci¨®n, casi mejor que Camacho se haya ido.