Con acento andaluz, pero sin 'papeles'

Sergei recuerda algo de la inmensa casa unifamiliar en la que viv¨ªan en la URSS; sus hermanas, Marina e Irina, ni siquiera eso. Los tres tienen ahora 16, 14 y 12 a?os y hablan castellano con m¨¢s acento andaluz que ruso. Cuando sus padres decidieron salir de la Rep¨²blica de Tartaria, en 1991, el mayor ten¨ªa seis a?os y la m¨¢s peque?a a¨²n no hab¨ªa cumplido tres; a Espa?a llegaron en 1997 y desde 1998 est¨¢n empadronados en la localidad sevillana de Santiponce (7.100 habitantes), donde Sergei y Marina acaban de terminar tercero de ESO e Irina, primero.

La Subdelegaci¨®n del Gobierno, sin embargo, considera que la familia no tiene arraigo en Sevilla y les ha denegado a todos el permiso de residencia. 'Mira las notas de las ni?as. Siete sobresalientes y tres notables', cuenta con orgullo el padre, Yuri Chakirov, mientras ondea los boletines de calificaciones del instituto p¨²blico It¨¢lica. 'Nos faltan muchas cosas, pero arraigo, no', subraya el padre, que un d¨ªa de hace 11 a?os decidi¨® dejar su casa y su trabajo de profesor de historia y salir de la URSS con toda la familia.

Yuri Chakirov, de 39 a?os, fue uno de los fundadores, en 1989, del partido socialista ruso y se opon¨ªa a la desmembraci¨®n de la URSS. 'No me expulsaron, pero me obligaron a salir. Hab¨ªa muchas presiones', recuerda Chakirov. El primer destino de la familia fue la Rep¨²blica Checa; despu¨¦s Alemania y B¨¦lgica. 'Lo importante era alejarse de Rusia', afirma el padre, 'si hubi¨¦ramos podido salir hacia la luna, lo hubi¨¦ramos hecho'. Por fin, en 1997, llegaron a Espa?a, 'el ¨²ltimo pa¨ªs de Europa'. En su af¨¢n por poner tierra de por medio, buscaron el sur de la Pen¨ªnsula y llegaron a Santiponce.

Nada m¨¢s llegar, los Chakirov intentaron cambiar su caducado pasaporte sovi¨¦tico por uno ruso, pero la Embajada de la Federaci¨®n Rusa en Espa?a les deneg¨® la ciudadan¨ªa, seg¨²n Yuri, debido a su historial pol¨ªtico. Meses despu¨¦s, el Gobierno espa?ol tambi¨¦n rechaz¨® su petici¨®n de asilo, pero les concedi¨® el permiso de residencia 'por circunstancias excepcionales' -la falta de pasaporte y su condici¨®n de ciudadanos de ning¨²n sitio-.

Desde entonces, la familia no se ha movido de Santiponce, donde el padre ha trabajado de camionero, agente comercial o, como ahora, vendiendo el peri¨®dico La Farola 'Con el permiso temporal tampoco se puede trabajar en mucho m¨¢s', apunta su abogada, Julia Sanandr¨¦s.

El pasado 4 de abril, los Chakirov recibieron una carta de la Subdelegaci¨®n del Gobierno en la que se denegaba la renovaci¨®n del permiso de residencia a los padres y se les obligaba a abandonar Espa?a en el plazo de 72 horas; apenas tres semanas despu¨¦s, llega la denegaci¨®n del permiso para los menores. Seg¨²n la versi¨®n oficial, la familia incumpli¨® las condiciones reglamentarias para optar a la renovaci¨®n, al haber faltado a una entrevista en la Subdelegaci¨®n; seg¨²n Yuri, la familia acudi¨® como cada a?o al encuentro oficial, pero nadie les avis¨® de que hab¨ªa una segunda entrevista.

La denegaci¨®n de los permisos de Yuri y su mujer, Elena, est¨¢n recurridos ante el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA), mientras que, en el caso de los menores, el recurso se ha interpuesto ante la Subdelegaci¨®n del Gobierno. El abogado Jos¨¦ Antonio Bosch, que se ocupa de la causa de los menores, sostiene que el arraigo de Sergei, Marina e Irina en Espa?a es 'incuestionable' y conf¨ªa en que el Gobierno revise su decisi¨®n.

'Todas las normativas establecen que en cualquier decisi¨®n administrativa es prioritario el inter¨¦s supremo del ni?o, y en este caso est¨¢ claro que eso pasa por que los menores se queden en Santiponce', subraya Bosch, que en su recurso, adem¨¢s de corregir defectos de forma del primer expediente, sugiere que el futuro de los ni?os no debe 'encadenarse' al de los padres, sino m¨¢s bien al rev¨¦s.

'El Gobierno le deniega el permiso a los ni?os porque sus padres tampoco lo tienen, pero yo argumento lo contrario: la ley ampara siempre al menor y lo mejor para los ni?os es sin duda quedarse aqu¨ª con su familia', se?ala el abogado, que est¨¢ convencido de que la 'sensibilidad' de la Subdelegaci¨®n del Gobierno evitar¨¢ la expulsi¨®n de la familia sin tener que esperar a la resoluci¨®n del TSJA.

'Y si nos echan, ?d¨®nde nos ponen?', ironizaba ayer Yuri Chakirov. 'Para expulsarlos hace falta que un pa¨ªs los reciba', argumenta el abogado de los ni?os, 'pero en este caso no hay ning¨²n Estado que quiera reconocerlos como ciudadanos'.