Dimite el ministro del Interior italiano, que insult¨® a una v¨ªctima del terrorismo
Scajola llam¨® el s¨¢bado 'rompepelotas' a Biagi, asesor de Trabajo, asesinado en marzo
Claudio Scajola, el ministro del Interior italiano, se vio obligado a dimitir ayer, arrastrado por la vor¨¢gine que provocaron sus frases injuriosas del pasado s¨¢bado contra Marco Biagi, el asesor de Trabajo asesinado en marzo por las Brigadas Rojas. La crisis por las palabras de Scajola oblig¨® al primer ministro, Silvio Berlusconi, a prescindir de un fiel colaborador y a sustituirlo en tiempo r¨¦cord por Giuseppe Pisanu, otro bar¨®n de Forza Italia. Berlusconi convirti¨® su intervenci¨®n en el Parlamento en un alegato contra Sergio Cofferati, l¨ªder del sindicato CGIL.
Cofferati era aludido en las cartas de Biagi como alguien que le amenazaba por su profunda oposici¨®n a la reforma del mercado laboral en la que estaba empe?ado el profesor. El debate parlamentario revel¨® hasta qu¨¦ punto la dimisi¨®n de Scajola, justificada por el ministro por el 'debilitamiento de la confianza de la mayor¨ªa parlamentaria' y a la p¨¦rdida 'del respeto de las fuerzas de oposici¨®n', est¨¢ relacionada con la pol¨¦mica sobre la escolta policial negada a Marco Biagi.
El propio Berlusconi, que elogi¨® el gesto de Scajola como 'una prueba de integridad moral y pol¨ªtica', que demuestra 'que en este Gobierno el que se equivoca asume su responsabilidad', suscit¨® la cuesti¨®n, mencionando la responsabilidad compartida del anterior Ejecutivo en la atribuci¨®n de las escoltas. La intervenci¨®n del primer ministro hubo de ser suspendida brevemente por la violenta reacci¨®n de la oposici¨®n.
Berlusconi se esforz¨® en comparar el injurioso comentario de Scajola reproducido por la prensa ('Biagi era un rompepelotas que s¨®lo pretend¨ªa que se le prorrogara su contrato de asesor') con el supuesto error de apreciaci¨®n de Cofferati, que, a su juicio, le habr¨ªa llevado a descalificar al profesor Biagi, favoreciendo un clima enrarecido en torno a ¨¦l. Biagi se lament¨® de esto en un par de cartas dirigidas a diversas personalidades pol¨ªticas.
Una similitud dif¨ªcilmente defendible a la luz de las declaraciones hechas por Scajola, que no se limitan a los insultos al muerto. Furioso por la filtraci¨®n a la prensa de los mensajes escritos por el profesor asesinado en los que ped¨ªa con angustiosa urgencia que se le restituyera la escolta policial, Scajola dijo a un grupo de periodistas que le acompa?aban a Chipre, el s¨¢bado, que la escolta se hab¨ªa convertido en un 's¨ªmbolo de estatus' entre los colaboradores de diversos ministerios, lo que hac¨ªa imposible complacer a todos. Adem¨¢s, a?adi¨® el ministro, 'si se le hubiera concedido, en vez de una persona, habr¨ªan muerto tres'.
El esc¨¢ndalo provocado por la publicaci¨®n de estos comentarios, que el ministro no pudo desmentir, abri¨® profundas grietas en el Ejecutivo, donde conviven cinco partidos diferentes no precisamente ajenos a las luchas de poder. Mientras la Liga Norte pareci¨® conformarse con la petici¨®n p¨²blica de excusas a la viuda y a los hijos de Biagi, hecha por Scajola de inmediato, en Alianza Nacional, el partido posfascista de Gianfranco Fini, las frases fueron vistas como un mazazo a la imagen del Gobierno. Ni siquiera en Forza Italia, de cuya transformaci¨®n en una verdadera maquinaria pol¨ªtica Scajola ha sido el verdadero art¨ªfice, se escucharon voces de apoyo al titular de Interior.
La oposici¨®n consider¨® 'obligado' el gesto de Claudio Scajola, que representa, en palabras de Massimo D'Alema, presidente de los Dem¨®cratas de Izquierda, un s¨ªntoma claro de la crisis de un Ejecutivo que, 'como una vieja carroza, pierde pedazos en cada curva'. D'Alema resalt¨® en su intervenci¨®n de respuesta a Berlusconi un dato econ¨®mico relevante, el rechazo de Eurostat (el instituto de estad¨ªsticas europeo) a la operaci¨®n del ministro italiano de Econom¨ªa, Giulio Tremonti, que hab¨ªa utilizado las sumas de los cr¨¦ditos financieros obtenidos por la venta de inmuebles y de la bonoloto para reducir el d¨¦ficit p¨²blico italiano de 2001. Las correcciones impuestas por Eurostat representan para el Gobierno de Roma elevar el d¨¦ficit del 1,64% del PIB, se?alado ahora, hasta el 2,2% del PIB.
Duro golpe
En el estricto terreno pol¨ªtico, la dimisi¨®n de Claudio Scajola representa un duro golpe para el Ejecutivo italiano, que en un a?o ha perdido ya dos ministros, tras la destituci¨®n en enero pasado del titular de Exteriores, Renato Ruggiero, cartera asumida por Berlusconi.
El nombramiento del sardo Giuseppe Pisanu, de 65 a?os de edad, hasta ahora titular de la extra?a cartera de Aplicaci¨®n del Programa de Gobierno, fue acelerado para evitar m¨¢s especulaciones. En 12 meses han dimitido tambi¨¦n dos secretarios de Estado: el de Interior, Carlo Taormina, ex abogado de Berlusconi, y el de Cultura, el cr¨ªtico de arte y estrella del insulto televisivo Vittorio Sgarbi.
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