El asesinato de un vicepresidente resucita el miedo a la guerra en Afganist¨¢n
Dos pistoleros acribillan a balazos al vicepresidente afgano, un dirigente past¨²n de la Alianza
Abdul Qadir ten¨ªa sin duda muchos enemigos. Dos d¨¦cadas de guerra han envenenado la pol¨ªtica afgana. Tanto rivalidades pol¨ªticas como personales podr¨ªan estar detr¨¢s de su asesinato ayer por dos pistoleros que acribillaron a balazos su veh¨ªculo en Kabul antes de darse a la fuga. El poderoso gobernador de Nangarhar, en el este de Afganist¨¢n, no tuvo apenas tiempo de estrenar sus nuevas responsabilidades como vicepresidente y ministro de Obras P¨²blicas.
El suceso rompe el clima de seguridad creado en Kabul por la presencia de la Fuerza Internacional de Asistencia a Afganist¨¢n (ISAF) y pone de relieve la fragilidad pol¨ªtica de este pa¨ªs. Anoche ning¨²n grupo se hab¨ªa responsabilizado del atentado. 'Ha podido ser cualquiera, Hayi Qadir ten¨ªa muchos enemigos', coincid¨ªan en se?alar varias fuentes consultadas. Qadir era uno de los escasos dirigentes pastunes de la Alianza del Norte. El presidente Karzai tambi¨¦n pertenece a la etnia past¨²n.
'En el reposacabezas se aprecian claramente tres impactos de bala', relataba un testigo
'No hay un afgano que no tenga cuentas pendientes, lo m¨¢s seguro es que se trate de alg¨²n asunto personal', aseguraba Wais, un afgano estadounidense que trabaja para la Embajada de EE UU en Kabul. Tambi¨¦n caben las rivalidades pol¨ªticas, pero la mayor¨ªa de los analistas descartan la mano de Al Qaeda o los talibanes, hoy acorralados en las monta?as del este y el centro de Afganist¨¢n.
El asesinato se produjo pasadas las 12.30 del mediod¨ªa, hora local (dos horas y media menos hora peninsular espa?ola), cuando Qadir sal¨ªa de su ministerio. Dos individuos que se hab¨ªan agazapado en unos matorrales cercanos comenzaron a disparar contra el todoterreno del ministro por ambos lados del veh¨ªculo, que, al parecer, no estaba blindado. Qadir, que viajaba en el asiento del copiloto, y su conductor resultaron muertos, en tanto que los dos guardaespaldas, sentados en la parte trasera, quedaron heridos.
'Debi¨® de morir en el acto porque en el reposacabezas se apreciaban claramente tres impactos de bala', relat¨® a este diario una persona que se encontraba en las proximidades. 'En total el coche recibi¨® 37 proyectiles', a?adi¨® el mismo testigo. Los casquillos encontrados en lugar de los hechos parecen indicar que los asesinos utilizaron sendos Kal¨¢shnikov, un arma habitual en este pa¨ªs. El coche, sin control, se subi¨® a la acera, se llev¨® por delante una farola y fue a estrellarse contra la tapia del propio Ministerio de Obras P¨²blicas.
'Nuestra familia se encuentra conmocionada', declar¨® a la prensa Nasarullah Baryalai, hermano menor del asesinado, 'no podemos ni siquiera imaginarnos qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de esto'. 'Afganist¨¢n ha perdido a dos de sus mejores l¨ªderes en menos de un a?o', a?adi¨® Baryalai, en referencia al asesinato de su otro hermano, el legendario comandante muyahidin Abdul Haq, a manos de los talibanes. Abdul Haq entr¨® secretamente en Afganist¨¢n el pasado octubre, poco antes de que se iniciaran los bombardeos norteamericanos, buscando la insurrecci¨®n de varias tribus pastunes, fue descubierto y ejecutado. El portavoz familiar tambi¨¦n dijo que el presidente afgano, Hamid Karzai, les hab¨ªa presentado sus condolencias y hab¨ªa prometido una investigaci¨®n en toda regla.
Karzai, que acudi¨® personalmente al hospital militar a donde fueron trasladados los cuerpos de los dos fallecidos, convoc¨® anoche una reuni¨®n de emergencia del Consejo de Ministros. Tambi¨¦n el mando de la ISAF estaba reunido para estudiar la situaci¨®n.
Desde Estados Unidos, el presidente George W. Bush conden¨® el atentado, aunque no se pronunci¨® sobre la autor¨ªa del mismo, seg¨²n inform¨® Efe. Bush lament¨® 'la p¨¦rdida de un hombre que buscaba la libertad y la estabilidad para el pa¨ªs que amaba', y dijo que su Gobierno est¨¢ dispuesto a ayudar en la investigaci¨®n del asesinato.
Tras el atentado, la polic¨ªa anunci¨® la detenci¨®n inmediata de los 10 guardias uniformados que vigilaban el recinto del Ministerio de Obras P¨²blicas 'por no reaccionar con prontitud a la agresi¨®n'. Una fuente militar extranjera dijo a este diario que existen sospechas de su complicidad con los asesinos. Al parecer, testigos presenciales vieron salir corriendo a uno de los guardias y montarse en el coche blanco en el que hu¨ªan los dos pistoleros.
Tambi¨¦n se reforzaron las medidas de seguridad en todas las entradas y cruces de la capital y se ha prohibido el estacionamiento en todo el per¨ªmetro de los edificios oficiales.
Qadir hab¨ªa salido indemne de un atentado contra el ministro de Defensa, mariscal Qasem Fahim. El suceso se produjo el pasado abril, cuando Fahim visitaba Jalalabad, la capital de la provincia de Nangarhar, de la que era gobernador Qadir. Entonces se especul¨® con una posible venganza de los productores de opio por la campa?a de erradicaci¨®n lanzada por el Gobierno central y que les priva de su principal fuente de riqueza. Qadir es el segundo ministro que muere asesinado en Kabul desde el derrumbe del r¨¦gimen talib¨¢n. El pasado 14 de febrero, una multitud enfurecida acab¨® con la vida del ministro de Aviaci¨®n Civil, Abdul Rahman, en un confuso incidente en el aeropuerto.
Por otro lado, el general estadounidense en Kabul, Dan McNeill, reconoci¨® que se hab¨ªan producido v¨ªctimas civiles en el bombardeo del pasado 1 de julio sobre la regi¨®n de Uruzgan, y anunci¨® que inicar¨¢ una investigaci¨®n formal sobre el incidente.
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