Fantas¨ªas shakespirianas
Debe de ser verano. Se trata de una sospecha motivada no por el calendario y ni siquiera por las t¨¦mporas sino por Egibar. Como la atenci¨®n estaba baja y las noticias no daban mucho de s¨ª, se ha dicho: ser¨¦ Arzalluz, lo que demuestra que es verano, ya saben, la ¨¦poca en que lo mismo da un ji que un ja. Ocurri¨® el otro d¨ªa. Vi¨¦ndose ya de heredero quiso emular al padre con un exabrupto. No encontr¨® otro mejor que el de decir que en la reciente Fundaci¨®n por la Libertad faltaba Galindo. En ning¨²n momento se le pas¨® por la cabeza, esa cabeza de burukide, que a lo mejor faltaba la libertad, que era por lo que quienes no la tienen aparejaron una plataforma para promoverla.
Pero no, Egibar s¨®lo supo decir que faltaba Galindo adem¨¢s de sobrar fracasados. Y se entiende, debe de resultar muy frustrante llevar veinte a?os en el poder, es decir, disfrutando de redes clientelares, medios de comunicaci¨®n al propio antojo, mayor¨ªas suficientes como para que no se cuestione la gesti¨®n o, si se cuestiona, para que se zanje recurriendo a los fantasmas de Madrid o la imposibilidad de disfrutar de la palabra como pueblo, etc., y todo para no haber conseguido la meta principal, al menos la que Egibar, en tanto que heredero, y su padre putativo pretenden. No es de extra?ar, pues, que se pongan nerviosos. Uno, porque le va a pasar lo de a Mois¨¦s, que no ver¨¢ la tierra prometida a menos que provoque un vuelco inmediato, el otro porque se siente como Isaac con el cuchillo de su padre aplicado al cuello.
As¨ª que, como deb¨ªa de ser verano, Egibar solt¨® lo suyo en plan experimental por si colaba. Por si colaba que le pudieran tomar por el otro. Hombre, zafiedad no le falta -en la declaraci¨®n-, que es un poco la marca de la casa del padre, aunque se le notan menos tablas pero principalmente menos preparaci¨®n, no en balde la Voz se form¨® en los jesuitas y en Alemania. De ah¨ª que no resulte extra?o que Egibar ande tan meditabajo y cabizbundo como el pobre Hamlet: '?Que me acuerde de ti! ?S¨ª, borrar¨¦ de las tabletas de mi memoria todo recuerdo trivial y vano, todas las sentencias de los libros, todas las ideas, todas las impresiones pasadas, que copiaron all¨ª la juventud y la observaci¨®n! Y s¨®lo tu mandato vivir¨¢ en el libro y volumen de mi cerebro, sin mezcla de materia vil'. En efecto, da toda la impresi¨®n de que Egibar quiere que en su cabeza no haya m¨¢s que el recuerdo de la sombra del padre. Aunque puede suceder que eso baste para tomar, por ejemplo, venganzas, y ah¨ª el Hamlet de verdad representar¨ªa el modelo a seguir, pero ya es m¨¢s dudoso que llegue para gobernar un partido y gobernar un pa¨ªs desde los bastidores. Al menos as¨ª parecen haberlo notado en el partido, ya que, seg¨²n dicen, se habr¨ªa puesto de u?as contra semejante sucesor. De ah¨ª que Arzalluz ande como el pobre Lear, sabi¨¦ndose un viejo rey con una sucesi¨®n que le han de imponer y no le va a gustar: 'Y me hablaban como a un perro y me dec¨ªan que ten¨ªa cabellos blancos en la barba, antes de haber tenido el pelo negro. ?Decir s¨ª y no a todo cuanto les dec¨ªa! S¨ª y no, por otro lado, no eran buena teolog¨ªa. Cuando me empap¨® una vez la lluvia y el trueno no me hizo tiritar y el trueno no quiso callar cuando se lo mandaba; entonces les conoc¨ª, entonces les saqu¨¦ por la pista. ?Quita all¨¢! No son hombres de palabra. Me dec¨ªan que yo era todo. ?Mentira!'.
Tambi¨¦n es cierto que Shakespeare ha escrito obras como Mucho ruido y pocas nueces y Noche de reyes o lo que os parezca, pero igual viene m¨¢s al pelo aqu¨ª el Sue?o de una noche de verano, porque ha cantado la cigarra Egibar y debe de ser verano y todos los personajes andan retozando por prados y bosques creyendo vivir alegres fantas¨ªas a impulsos del rey de las hadas Ober¨®n, que quiso castigar la testarudez de su esposa Titania, que no es el Guggenheim, como podr¨ªan pensar los de Bilbao, sino la reina de las hadas, induci¨¦ndole un espejismo de amor que le hizo despertarse junto a un burro al que tom¨® por un pretendiente. Porque es normal que, cuando se meten de por medio los esp¨ªritus ancestrales, se tomen unas cosas por otras e Iznogud acabe creyendo haber sido califa en lugar del califa y hasta rebuznador Romeo de Titania. O del pa¨ªs.
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