Somos de Parla, ?y qu¨¦?
Los residentes en este municipio sure?o no entienden el porqu¨¦ de su mala fama, pero se defienden de ella con datos contundentes
Pedir a los vecinos de las zonas ricas de Madrid que sit¨²en Parla en un mapa supone, en muchos casos, obtener respuestas como 'ni idea', 'bufff, lej¨ªsimos' o, como mucho, 'por el sur, ?no?'. Otros lo asocian con la expresi¨®n 'a mamarla a Parla', como si los 83.000 vecinos de este municipio del sur de Madrid se dieran alegre y constantemente a los excesos.
Los parle?os no entienden muy bien el porqu¨¦ de la mala fama de su ciudad, algo que, por otra parte, no les preocupa demasiado. Pero lo cierto es que la tienen. Prueba de ello es el caso de una joven parle?a cuya solicitud de empleo fue rechazada por un empleado de la cadena de supermercados S¨¢nchez Romero bajo la acusaci¨®n de que era 'fea', pero, casi peor a¨²n, viv¨ªa 'en Parla'. Imperdonable.
La renta 'per c¨¢pita' de los parle?os aument¨® una media de un 60% entre 1995 y 2000
?Qu¨¦ ocurre con Parla? ?Es que s¨®lo produce espec¨ªmenes poco recomendables? ?Es un pueblucho pobre y aislado en el que ni los m¨¢s desesperados querr¨ªan vivir? 'Ni mucho menos', contesta su alcalde, el socialista Tom¨¢s G¨®mez. 'Parla es una ciudad agradable que est¨¢ prosperando como pocas en Madrid, y no s¨®lo no aspiramos a parecernos a nadie, sino que queremos que otros municipios nos tomen como ejemplo', afirma orgulloso.
En honor a la verdad, hay que decir que Parla no es, est¨¦ticamente hablando, Segovia, ni Pedraza ni Santillana del Mar. La industrializaci¨®n de Madrid en los a?os setenta provoc¨® en el municipio una explosi¨®n demogr¨¢fica que, en una d¨¦cada, multiplic¨® por 10 la poblaci¨®n hasta llegar a los 50.000 habitantes, e hizo florecer en el municipio de forma desordenada inmuebles y construcciones de todas las formas y colores. La necesidad era grande y las prisas no dejaban tiempo para pensar en la est¨¦tica o en el respeto a una trama urban¨ªstica definida.
As¨ª, en el centro urbano conviven sin problemas bloques de hormig¨®n y ventanas de aluminio de la ¨¦poca franquista con antiguas casas de una sola planta, en cuyo interior huele a¨²n a caldero vac¨ªo de la posguerra. En los patios y garajes, los autom¨®viles, muchos de ellos caros, aparcan a la vera de grandes tinajas de aceite que recuerdan el pasado olivarero de la comarca.
Los responsables municipales reconocen que Parla no tiene un gran atractivo tur¨ªstico porque carece pr¨¢cticamente de vestigios hist¨®ricos, salvo por la casa de Bartolom¨¦ Hurtado, el que fuera arquitecto de los reyes Felipe IV y Carlos II, y la iglesia de Nuestra Se?ora de la Asunci¨®n.
Y tambi¨¦n reconocen, muy a su pesar, que la sanidad falla en el municipio. Han organizado recogidas de firmas, manifestaciones e incluso un encierro en la Consejer¨ªa de Sanidad para reclamar un hospital del que ahora carecen y que les obliga a acudir al de Getafe, 'ya de por s¨ª saturado', seg¨²n afirma Tom¨¢s G¨®mez. Pero a los parle?os, salvo a su alcalde, que ha anunciado que se querellar¨¢ contra S¨¢nchez Romero por faltar al honor de la ciudad, no les preocupa la pol¨¦mica desatada por los calificativos del empleado de esa cadena de supermercados.
En las cafeter¨ªas del centro de Parla, en las que a mediod¨ªa se juntan las amas de casa a tomar un cafecito, se habla de todo menos de eso: los colegios, las vacaciones o la falta de empleo son m¨¢s importantes que los comentarios de una persona que quiz¨¢ no haya estado jam¨¢s en Parla.
Natalia y su hermana Laura, universitarias y vecinas de este municipio desde hace 20 a?os, ni siquiera se hab¨ªan enterado de la noticia. 'Pero la verdad es que me ofende porque no lo entiendo', se queja Laura, de 22 a?os. 'No s¨¦ por qu¨¦ la gente asocia Parla con delincuencia o piensa inmediatamente que somos unos maquis'.
Natalia, de 21 a?os, recuerda entre risas c¨®mo un d¨ªa la madre de una compa?era de curso no dej¨® que su hija fuera a visitarla a Parla 'porque pensaba que la iban a atracar en cada esquina'.
Lo cierto es que, a pesar de que tanto estas dos parle?as como Tom¨¢s G¨®mez aseguran que la suya es una ciudad tranquila, Parla tiene un ¨ªndice de criminalidad muy superior a la media nacional: 70 infracciones al a?o por cada 1.000 habitantes, frente al promedio de 57 por 1.000 en el resto de Espa?a.
'Eso va por barrios, como en todas partes', sentencia Laura. A pesar de sus 83.000 habitantes, que dentro de cuatro a?os ser¨¢n 120.000, cuando se terminen todas las promociones inmobiliarias de la zona (seg¨²n los c¨¢lculos del alcalde), el ambiente de Parla es el de un pueblo pac¨ªfico en el que ha sobrevivido el peque?o comercio frente al acoso de los supermercados, y en el que la gente se saluda efusivamente por la calle.
Natalia y Laura viven en Laguna Park, una urbanizaci¨®n de chalets de reciente construcci¨®n que nada tiene que envidiar a zonas residenciales de la zona norte, como Pozuelo o Majadahonda.
Parla ya no es un municipio pobre. La renta per c¨¢pita de los parle?os ha aumentado una media de un 60% entre los a?os 1995 y 2000 y se sit¨²a ya entre los 9.125 y los 10.180 euros, seg¨²n un informe de La Caixa. La media de la regi¨®n es s¨®lo unos 1.500 euros superior y, sin embargo, s¨®lo ha variado un 25% en ese periodo.
'Somos uno de los municipios m¨¢s din¨¢micos de Espa?a, seg¨²n esos datos', asegura el alcalde Tom¨¢s G¨®mez. 'Y cuando se construya junto a la carretera de Toledo el nuevo parque empresarial, que tendr¨¢ seis millones de metros cuadrados y ser¨¢ el segundo m¨¢s grande de Europa, despu¨¦s del de Manchester, Parla se habr¨¢ transformado por completo', concluye.
A la vista de estos datos, quiz¨¢ m¨¢s de uno se anime a comprobar que Parla ya no es lo que era.
Pisos baratos, poblaci¨®n joven
'Curiosamente, los que peor hablan de nosotros son los de Legan¨¦s y los de otros pueblos de la zona, como si ellos vivieran en el barrio de Salamanca'. Natalia, de 21 a?os, comenta con sorna esta aparente contradicci¨®n mientras apunta que, a pesar de ello, conoce a muchos leganitas que acaban de comprarse una casa en una de las nuevas promociones de Parla, en las que van a construirse m¨¢s de 20.000 viviendas.
Y es que el metro cuadrado en Parla est¨¢ entre los m¨¢s baratos de Madrid, a 1.322 euros, seg¨²n la consultora Tasamadrid. Las inmobiliarias de la zona ofrecen pisos de 80 metros cuadrados por unos 108.000 euros. Pero en el centro de la ciudad, al lado de la estaci¨®n de Renfe, una promotora ofrece pisos de 70 metros cuadrados por m¨¢s de 180.000. Los chal¨¦s de las nuevas promociones, que rondan los 220 metros cuadrados, alcanzan esa misma cifra. Unos precios a los que quiz¨¢ haya contribuido la presi¨®n del elevado n¨²mero de j¨®venes que viven en Parla, de los que muchos est¨¢n en edad de comprar una vivienda: el 50% de la poblaci¨®n tiene menos de 35 a?os, seg¨²n su alcalde, Tom¨¢s G¨®mez. 'Parla est¨¢, adem¨¢s, a s¨®lo 20 kil¨®metros de Madrid, aunque no lo parezca', agrega.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.