Mujer y pobre, una combinaci¨®n que incrementa la vulnerabilidad al sida
Si el sida sume en una vivencia dram¨¢tica a los hombres que lo sufren, en el caso de las mujeres la enfermedad adquiere un cariz todav¨ªa m¨¢s demoledor y despiadado, especialmente en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Los abusos sexuales, la marginaci¨®n y las dificultades de acceso al sistema sanitario y educativo constituyen un caldo de cultivo para la propagaci¨®n de la epidemia entre la poblaci¨®n femenina.
El director ejecutivo del programa de las Naciones Unidas contra el sida (ONUSIDA), Peter Piot, advirti¨® ayer que la enfermedad se expande con suma rapidez entre el sexo femenino y que en ?frica y Asia el 47% de las infecciones ya se est¨¢n dando en mujeres en edad reproductiva.
En los pa¨ªses subsaharianos, las mujeres tienen hasta seis veces m¨¢s posibilidades de contagiarse que los hombres y en la mayor¨ªa de los pa¨ªses en desarrollo las ni?as se infectan por el VIH diez a?os antes que los ni?os. La raz¨®n de estas cifras no hay que buscarla en la mayor vulnerabilidad biol¨®gica de las mujeres, sino en las 'desigualdades culturales y sociales' que existen entre ambos sexos y que son m¨¢s acentuadas en los pa¨ªses pobres.
La doctora Suniti Solomon, directora del Indian Institute of Community Healt, reclam¨® ayer, durante la sesi¨®n plenaria de la Conferencia del Sida de Barcelona, respuestas globales a esta problem¨¢tica. 'En Calcuta se ha puesto en marcha un programa para facilitar preservativos femeninos a las mujeres, pero ?c¨®mo van a atreverse a utilizarlos en las relaciones sexuales con sus maridos?', se pregunt¨®. 'El preservativo es una herramienta controlada por los hombres, las mujeres de los pa¨ªses pobres dif¨ªcilmente pueden decidir si quieren utilizarlo o no', sentenci¨®. Seg¨²n Solomon, a las mujeres hay que proporcionarles alfabetizaci¨®n, formaci¨®n para que puedan desenvolverse en su mundo, e independencia econ¨®mica 'para que no sean los hombres quienes gu¨ªen sus destinos'.
Solomon se sirvi¨® de un ejemplo muy ilustrativo para explicar la desprotecci¨®n y el ninguneo que sufren las mujeres de determinados pa¨ªses: 'En Zambia, cuando una mujer se queda viuda s¨®lo puede llorar con un ojo, porque con el otro debe vigilar que la familia del difunto no la desposea de todo lo que tiene'.
La violencia sexual sobre las mujeres, una de las v¨ªas de infecci¨®n comunes en los pa¨ªses en desarrollo, fue denunciada con dureza por el presidente del grupo de coordinaci¨®n sobre el sida de la organizaci¨®n Save the Children, Doug Webb. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses del sureste asi¨¢tico cada cinco minutos una mujer es v¨ªctima de una violaci¨®n sexual.
La relaci¨®n causal entre la violencia sexual -a menudo utilizada como arma b¨¦lica- y la expansi¨®n del sida se ha puesto de manifiesto en pa¨ªses como Ruanda: el 80% de las mujeres que fueron violadas durante la guerra de 1994 se infectaron por el VIH, seg¨²n un estudio que se dio a conocer en el a?o 2000. 'Los conflictos armados han creado un entorno perverso en t¨¦rminos de contagio del VIH', se?al¨® Rosemary Barber-Madden, responsable del Fondo de Poblaci¨®n de la ONU en Angola.
Falsas creencias de claro signo machista, como la que mantiene que practicar el sexo con una mujer virgen cura el sida, no hacen m¨¢s que acelerar el alarmante avance de la enfermedad entre las mujeres del Tercer Mundo.
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