La biograf¨ªa como g¨¦nero literario
La vida y los avatares de los individuos han despertado siempre el inter¨¦s del g¨¦nero humano. Desde el mundo cl¨¢sico, pasando por el medieval, el renacentista y el rom¨¢ntico hasta nuestros d¨ªas, la vida de los hombres y mujeres que han contribuido a la tarea com¨²n de la historia, constituye un g¨¦nero literario indudablemente atractivo. Si adem¨¢s est¨¢ bien construida y documentada, la biograf¨ªa es un apoyo excelente para conocer la historia y el mundo en que se mueve el personaje.
En el momento actual es una lectura muy en boga: se publican constantemente nuevas biograf¨ªas de personajes de todos los tiempos, alguna de ellas excelente y esclarecedora incluso en el caso de personajes ya bien estudiados, como Johann Sebastian Bach o Juana la Loca. En otras ocasiones nos descubren nombres importantes en nuestra historia, que parec¨ªan haber pasado casi desapercibidos, como Nicol¨¢s Urgoiti, Mar¨ªa de Maextu o Mar¨ªa Lej¨¢rraga. Tambi¨¦n han sido 'rescatados' recientemente investigadores y cient¨ªficos, como G¨®mez-Moreno, Miguel Catal¨¢n o Esteban Terradas.
Otra faceta de la biograf¨ªa es servir de v¨¢lvula de escape a las filias y las fobias del autor. Un ejemplo del segundo caso es la biograf¨ªa de Francisco Giner de los R¨ªos publicada por Ediciones Pen¨ªnsula y firmada por Jos¨¦ Mar¨ªa Marco. A lo largo de 380 p¨¢ginas -de las cuales unas 200 est¨¢n dedicadas a la vida de Giner- se trata de dise?ar un personaje siniestro, inhumano y maniobrero, sin aportar una sola referencia directa, fecha o procedencia de afirmaciones y entrecomillados, datos que son siempre interpretados de modo tendencioso, con continuas apostillas: 'Se nota' (p¨¢gina 14), 'como era previsible' (p¨¢gina 15), 'Coussin debi¨® suponer' (p¨¢gina 28) y as¨ª durante todo el libro. No se escatiman las m¨¢s ¨¢cidas cr¨ªticas personales e ideol¨®gicas en tono sacristanesco, que, pretendiendo ser coloquial, apenas llega a correcto y en ocasiones cae en el claro insulto o en la torpe insinuaci¨®n. La falta de rigor se compensa con el entusiasmo destructivo que alcanza tambi¨¦n a los hombres del entorno de Giner: Costa, Salmer¨®n, Fernando de Castro, Azc¨¢rate... y, por supuesto, Sanz del R¨ªo. La postura que adopta el autor recuerda la del integrismo ultramontano de la Espa?a del siglo XIX, que parec¨ªa ya superada: desprecio a la renovaci¨®n, defensa de la rutina tradicional y el conservadurismo profundo a toda costa. Se destaca, por supuesto, el 'gigantesco esfuerzo' de la educaci¨®n religiosa en la ¨¦poca. Tal vez fue cuantitativo. Para valorar el aspecto cualitativo de ella basta leer a P¨¦rez de Ayala, Unamuno, Azor¨ªn o Gabriel Mir¨®, por poner alg¨²n ejemplo.
El autor parece confiar plenamente en su intuici¨®n, a pesar de rechazar despectivamente la ense?anza intuitiva -que seguramente no ha conocido ni tiene muy claro en qu¨¦ consiste-, al no tener en cuenta en su visi¨®n otras opiniones opuestas a ella acerca de uno de los hombres m¨¢s respetables e influyentes en la cultura espa?ola de los ¨²ltimos cien a?os, a pesar del 'd¨¦bil legado' que le atribuye. Las otras opiniones son de hombres y mujeres que conocieron y trataron a Giner o han estudiado su biograf¨ªa con seriedad; algunos nombres son Emilia Pardo Baz¨¢n, Ram¨®n Men¨¦ndez Pidal, Concepci¨®n Arenal, Ortega, Unamuno, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Antonio Jim¨¦nez-Landi, que posiblemente ha sido la principal fuente de datos de la biograf¨ªa, convenientemente revueltos, sazonados y manipulados. Ser¨ªa bueno que las editoriales de prestigio no descuidaran la selecci¨®n de los textos que publican. En este caso, la biograf¨ªa que se presenta como la m¨¢s completa sobre Francisco Giner de los R¨ªos no aporta ning¨²n dato nuevo respecto a la obra de Jim¨¦nez-Landi, a pesar de no ser ¨¦sta exclusivamente biogr¨¢fica.
Sin embargo, no se van a alterar con esta publicaci¨®n los valores, el legado y la influencia intelectual de Francisco Giner de los R¨ªos en Espa?a; y la biograf¨ªa como g¨¦nero literario mantendr¨¢ un especial atractivo y seguir¨¢ siendo un importante elemento para el conocimiento de la historia y de los hombres.
Elvira Onta?¨®n es presidenta de Antiguos Alumnos de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza.
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