Fracaso escolar

Esta ma?ana he tenido el dudoso privilegio, junto con mis 11 alumnas del curso de garant¨ªa social, de asistir, una vez m¨¢s, al bochornoso espect¨¢culo de la educaci¨®n en este pa¨ªs. Se celebr¨® la prueba de acceso a los ciclos formativos de grado medio, en este caso en el IES Pr¨ªncipe Felipe y en otros institutos de Madrid; con much¨ªsima menos relevancia, es l¨®gico, ?no?, que las pruebas de selectividad, pero no menos injustas que ¨¦stas.

Hablamos de un alumnado que ha venido denomin¨¢ndose de 'fracaso escolar' (de la escuela, del sistema, entendemos algunos), hablamos de un alumnado que fracas¨® ya en la educaci¨®n primaria, que ha venido arrastrando su fracaso por toda la maldita ESO, alumnado que no ha superado en ning¨²n caso el tercer curso de la ESO, alumnado que con dificultad conoce las operaciones b¨¢sicas y que apenas sabe leer con un m¨ªnimo de comprensi¨®n lectora; un alumnado que perdi¨® hace mucho toda confianza en el sistema educativo y en sus eximios representantes.

Para ellos, el sistema pens¨® en estas pruebas, para recuperarlos, dicen, para que puedan incorporarse de nuevo al sistema. Pues bien, hoy he podido asistir at¨®nito c¨®mo el sistema se les quita de en medio de un plumazo, con un examen absolutamente inasequible para su nivel, aun con un excelente trabajo realizado durante el curso. Un examen donde s¨®lo cuentan los contenidos, nada de procedimientos ni actitudes, aunque en las programaciones oficiales se les llene la boca de esta terminolog¨ªa. Una prueba que para nada tiene en cuenta el esfuerzo realizado, el inter¨¦s y las ganas de superarse, que los que estuvimos a su lado pudimos comprobar y alentar d¨ªa a d¨ªa.