Inquietudes y dudas sobre la jugada de Aznar
Hace 90 d¨ªas, el presidente urdi¨® una remodelaci¨®n del Gobierno que deja un rastro de cr¨ªticas y heridas mal cerradas en el partido
La semana pasada, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Javier Arenas hablaron sobre la reforma del Gobierno ocho o nueve veces. Todo estaba medido. Todo programado desde hace unos 'tres o cuatro meses', seg¨²n confirman fuentes pr¨®ximas al secretario general del Partido Popular.
'Ha sido una jugada maestra. Aznar ha querido reformar el Gobierno y al mismo tiempo llevar la iniciativa en el debate sobre el estado de la naci¨®n', se?ala Arenas.
Sin embargo, tanto secretismo, tanto dise?o y planificaci¨®n, no ha evitado un rastro de cr¨ªticas soterradas hacia el presidente del Gobierno en el seno de su propio partido.
'En la pol¨ªtica hay que ser m¨¢s humano', comentaba ante un periodista uno de los ministros recientemente sustituidos. 'Y lo que le han hecho a ?lvarez del Manzano , despu¨¦s de ganar tres elecciones por mayor¨ªa absoluta, no es de recibo. El hombre se ha enterado pr¨¢cticamente por los peri¨®dicos'.
'En este partido no hay heridos; los que no siguen seguir¨¢n en otro sitio', asegura Arenas
'Lo que le han hecho a ?lvarez del Manzano no es de recibo', se quejaba un ministro
'Zaplana viene a Trabajo porque puede plantarle cara a Rato', asegura un dirigente
El pasado jueves, el propio alcalde de Madrid reconoc¨ªa que no se enter¨® por los peri¨®dicos, pero casi. 'El lunes por la ma?ana me llam¨® Arenas. Me dijo lo que podr¨ªa pasar, pero no me confirm¨® nada'. Ese mismo d¨ªa, a partir de las ocho de la tarde, varios periodistas de distintos medios conoc¨ªan ya que Alberto Ruiz-Gallard¨®n ser¨ªa el candidato a la alcald¨ªa. Y entonces, cuando varios periodistas hab¨ªan llamado al tel¨¦fono m¨®vil del jefe de prensa del alcalde de Madrid, Javier Arenas llam¨® a ?lvarez del Manzano. 'Y me confirm¨® que s¨ª, que Alberto ser¨ªa el pr¨®ximo candidato y que al d¨ªa siguiente lo publicar¨ªan algunos medios', relata el alcalde.
'Lo que no se puede hacer es lanzar durante un a?o a todo el que se quisiera pasar por G¨¦nova [sede del PP] el mensaje de que ?lvarez del Manzano ten¨ªa los d¨ªas contados', se?ala un dirigente del PP.
El alcalde de Madrid recordaba esta semana que ¨¦l es del Betis, que sabe encajar los golpes del destino, pero su sonrisa no pod¨ªa disimular la tristeza de sus declaraciones: 'La pol¨ªtica es muy dura, pero no debe ser el arte del enfrentamiento personal ni de los desplantes internos. De m¨ª se ha dicho que soy casi tonto, casi analfabeto. Bueno; soy inspector de finanzas del Estado; alguien tendr¨ªa que echarle un vistazo a mi expediente acad¨¦mico, a mis oposiciones. Lo que s¨ª es cierto es que jam¨¢s he insultado a nadie y jam¨¢s lo voy a hacer'.
Javier Arenas se?ala: 'No hay heridos: los que no siguen saben que este partido es muy grande y que hay sitio para todos'. Arenas era, seg¨²n reconoce ¨¦l mismo, uno de los pocos ministros, 'junto a Rajoy, Mayor Oreja y Rato', que el martes a primera hora de la ma?ana ten¨ªan cumplida informaci¨®n de los cambios que se anunciar¨ªan horas m¨¢s tarde.
El martes, a las tres de la tarde, la mayor¨ªa de los peri¨®dicos en sus p¨¢ginas de Internet, las emisoras de radio y los canales privados de televisi¨®n anunciaban ya la crisis de gobierno, aunque a¨²n no se sab¨ªan con certeza los cambios ministeriales. Sin embargo, el telediario de las tres de la tarde de TVE-1 abri¨® con los encierros de San Ferm¨ªn, y en ninguno de sus titulares se dejaba entrever nada de lo que hablaba el resto de los medios del pa¨ªs.
Hasta el ¨²ltimo minuto, hasta las ocho de la tarde del martes, el momento en que se anunciaron con una escueta nota los nombramientos, todo estaba atado. Sin embargo, las voces cr¨ªticas en el seno del propio partido se desataron.
La voz que m¨¢s clara y rotunda ha sonado es la del antiguo secretario general del PP Francisco ?lvarez-Cascos. El ministro de Fomento dijo el jueves que mientras ¨¦l tuvo la responsabilidad de tener cargos en el partido procur¨® no confundirla nunca con cargos en el Gobierno, en alusi¨®n a Javier Arenas, reci¨¦n nombrado ministro de Administraciones P¨²blicas. No obstante, Cascos se mostr¨® convencido de que con los nuevos cambios se preservar¨¢ la independencia debida entre el Gobierno y el partido.
Pero el nombramiento de Arenas no ha sido el ¨²nico motivo de malestar entre algunos l¨ªderes. La lealtad del anterior titular de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, ha sido mal recompensada. En la toma de posesi¨®n del nuevo ministro, Eduardo Zaplana, varios funcionarios se acercaban acongojados hacia Aparicio y le dec¨ªan que hab¨ªa sido un honor trabajar con ¨¦l. [El ambiente, por cierto, era bien distinto al que se respiraba en La Moncloa con la llegada de Mariano Rajoy al Ministerio de la Presidencia y la salida de P¨ªo Cabanillas. Funcionarios y periodistas re¨ªan con los sarcasmos de Rajoy].
'Hac¨ªa bastante tiempo que quer¨ªa volver a Burgos por motivos familiares de salud', comenta un alto dirigente del partido en relaci¨®n al ex ministro de Trabajo. 'Adem¨¢s, Aparicio hab¨ªa dicho que le gustar¨ªa ser candidato a la alcald¨ªa de Burgos. Y ¨¦sas son dos buenas razones para nombrar a otro ministro. Pero seguro que hubiese preferido que su cese hubiese ocurrido m¨¢s tarde. Primero, porque as¨ª habr¨ªa menos tiempo de confrontaci¨®n electoral y la oposici¨®n local tendr¨ªa menos tiempo para atacarle; y segundo, porque, al producirse su relevo en un tiempo tan pr¨®ximo a la huelga general, es inevitable que piense que lo han cogido de chivo expiatorio', comenta el citado responsable.
Entre las numerosas lecturas que se han hecho esta semana de todos los movimientos en el tablero de Aznar, un dirigente del PP se?alaba: 'Zaplana viene a Trabajo porque es un ministro que en un momento dado puede plantarle cara a Rato. Y eso no ocurr¨ªa con Aparicio. Habr¨¢ que seguir ahora de cerca las relaciones entre Zaplana y Rato, porque Zaplana viene adem¨¢s con una pol¨ªtica de servicios sociales muy avanzada en su comunidad'.
Hasta uno de los cambios que parec¨ªan m¨¢s previsibles ha dejado un regusto amargo. Celia Villalobos, ministra de Sanidad, declar¨® que, como jugadora de balonmano, entend¨ªa que un entrenador tiene todo el derecho del mundo a decidir si su equipo ha de jugar por la izquierda o por la derecha. 'Celia Villalobos ha pasado lo peor de la legislatura, se ha encontrado con lo de las vacas locas', se?ala el citado dirigente. 'Y ahora que en los pr¨®ximos dos a?os no iba a tener ninguna complicaci¨®n, que pod¨ªa lucirse, la destituyen. Es inevitable que ahora piense: '?Me ha valido la pena dejar la alcald¨ªa de M¨¢laga, donde ten¨ªa garantizada la mayor¨ªa absoluta?', se?ala la misma fuente.
Pero no es el trato recibido por el alcalde de Madrid, ni la destituci¨®n de Aparicio, ni la de Celia Villalobos lo que ha suscitado m¨¢s sorpresa. 'Lo de Interior y Justicia es lo que m¨¢s trabajo cuesta entender', indic¨® un miembro del Gobierno. 'Acebes lo estaba haciendo muy bien en Justicia. Hab¨ªa consolidado su gesti¨®n. Meterlo en Interior es vestir un santo para desvestir a otro; adem¨¢s, del Ministerio de Interior puede salir chamuscado. Una posibilidad habr¨ªa sido buscar otro perfil de pol¨ªtico para ese ministerio'.
Y a partir de ahora, con este nuevo Gobierno, ?cu¨¢les ser¨¢n los principales retos? Arenas los recita en menos de cinco segundo: 'El terrorismo; la econom¨ªa, que tender¨¢ a ir al alza; la calidad de la ense?anza; la reforma fiscal...'. Sin embargo, otro dirigente del PP lo resume en una sola asignatura pendiente: la econom¨ªa. 'El principal reto de este pa¨ªs es que termine el a?o 2002 con la crisis econ¨®mica superada. Si en 2003 estamos creando empleo a un ritmo de 300.000 o 400.000 puestos de trabajo por a?o, todo esto de si se recibe a C¨¢ndido M¨¦ndez o si se habla o no con Comisiones Obreras habr¨¢ quedado en pura an¨¦cdota'.
?Y Gibraltar? ?Y Marruecos? ?Se puede sustituir a un ministro de Exteriores en plena negociaci¨®n con el Reino Unido? 'Es que al final el a?o tiene 12 meses, y los meses, casi siempre, 30 d¨ªas. Si queremos que Piqu¨¦ sea candidato del PP a Catalu?a, tendr¨¢ que disponer de un tiempo para prepararse el terreno', se?ala otro dirigente del PP.
El trasfondo de la sucesi¨®n
'No le hagamos el juego a Aznar'. La frase la pronunciaba un alto dirigente del PP el pasado jueves, tras el homenaje a las v¨ªctimas del terrorismo que se celebr¨® en el Senado. 'Si nos ponemos ya a ver qui¨¦n va a ser el nuevo secretario general o qu¨¦ va a pasar con Ruiz-Gallard¨®n si arrasa en Madrid, le estamos haciendo el juego a Aznar'. Se refer¨ªa el dirigente del PP al supuesto regocijo que encuentra el presidente del Gobierno en desatar rumores, hip¨®tesis y augurios que luego nada tienen que ver con sus intenciones. Sin embargo, el mismo dirigente que alertaba sobre el riesgo de hacerle el juego a Aznar no pudo reprimir una interpretaci¨®n de sus movimientos: 'Lo que ha hecho Aznar es como una jugada de ajedrez. La ha iniciado con la apertura, abriendo peones; es decir, presentando muchos posibles candidatos a sucederle, de forma que la oposici¨®n no podr¨¢ centrarse en uno ni en dos ni en tres. M¨¢s tarde comenzar¨¢ la fase de ataque, en la que ir¨¢ cerrando el n¨²mero de candidatos. Y al final vendr¨¢ el jaque mate; es decir, el nombramiento de uno solo'. 'Ahora', comentaba otro dirigente del PP, 'los mismos analistas que hace meses hablaban de tres candidatos a la sucesi¨®n ya hablan de seis. A?aden a Rato, Rajoy y Mayor Oreja las opciones de Zaplana, Acebes y hasta Ruiz-Gallard¨®n en caso de que arrase en Madrid. Pero es absurdo hablar de candidatos a la sucesi¨®n antes de las elecciones municipales del pr¨®ximo mayo. Cuando a la ma?ana siguiente empecemos a abrir los peri¨®dicos, todas las previsiones anteriores habr¨¢n caducado'.
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