Aznar cambia a ocho ministros para encarar sus dos ¨²ltimos a?os en el poder
Rajoy gana protagonismo como portavoz, Zaplana gestionar¨¢ Trabajo, y Arenas vuelve al Ejecutivo
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha decidido aliviar la presi¨®n que sufre su Gobierno y tomar la iniciativa pol¨ªtica, a menos de una semana del debate sobre el estado de la naci¨®n, con un cambio de ministros para encarar sus dos ¨²ltimos a?os de mandato. En la crisis anunciada ayer, la mayor desde que en 1996 el PP lleg¨® al poder, hubo sorpresas en los nombramientos, pero no en las destituciones. Salen del Gobierno seis de los 16 ministros, entran cinco, tres cambian de cartera y siete permanecen en sus puestos. Desaparece el Ministerio del Portavoz al fusionarse con el de Presidencia.
Con el relevo, Aznar ha pretendido reforzar los ministerios m¨¢s desgastados, como Presidencia, Portavoz, Sanidad, Administraciones P¨²blicas, y Ciencia y Tecnolog¨ªa. A ello hay que a?adir el relevo en Trabajo, a cuyo titular, Juan Carlos Aparicio, Aznar convierte en la v¨ªctima pol¨ªtica del conflicto del Gobierno con los sindicatos. El reforzamiento del poder de Rajoy, la llegada al Ejecutivo de Eduardo Zaplana y la vuelta de Javier Arenas son algunas de las se?as del nuevo equipo.
Ana Palacio ser¨¢ ministra de Exteriores; Piqu¨¦ sucede a Birul¨¦s en Ciencia y Tecnolog¨ªa
Juan Carlos Aparicio cesa en Trabajo s¨®lo 20 d¨ªas despu¨¦s de la huelga general
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha tratado de darle tambi¨¦n un cariz mucho m¨¢s pol¨ªtico a su Gabinete. 'Aznar ha introducido en los ministerios pol¨ªticos a aut¨¦nticos pol¨ªticos para el impulso que necesita en el tramo final de la legislatura, que es el del fin de su mandato', resum¨ªa ayer un alto cargo del Gobierno. Avalan esta afirmaci¨®n la sustituci¨®n de Juan Jos¨¦ Lucas, como ministro de la Presidencia, y de P¨ªo Cabanillas, como ministro Portavoz, por un pol¨ªtico nato como Mariano Rajoy, que a su vez, mantiene el rango de vicepresidente; de Jes¨²s Posada, cuya gesti¨®n ha pasado totalmente despercibida, por otro pol¨ªtico como el secretario general del PP, Javier Arenas, y de Juan Carlos Aparicio por el presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, otro relevante comunicador, al frente de Trabajo.
Este cambio de Gobierno es el m¨¢s importante de la era Aznar. La ¨²ltima remodelaci¨®n data de marzo de 2001 en que el nombramiento de Jaime Mayor Oreja como candidato del PP a las elecciones vascas forz¨® a Aznar a un reajuste en el que Mariano Rajoy sustituy¨® al l¨ªder vasco en Interior y Juan Jos¨¦ Lucas cubri¨® la vacante de Rajoy.
El cambio de Gobierno apenas tiene lecturas en clave sucesoria ya que tanto Mariano Rajoy como Rodrigo Rato mantienen su rango de vicepresidentes. Tampoco cabe una interpretaci¨®n en clave electoral porque alguno de los candidatos seguros a las elecciones aut¨®n¨®micas, como el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, o Josep Pique, mantienen carteras.
Con este ajuste de ministros Aznar trata, sobre todo, de tomar la iniciativa pol¨ªtica en los ¨²ltimos 20 meses de mandato que le quedan antes de abandonar la Presidencia del Gobierno, cruzados, antes de un a?o, con unas cada vez m¨¢s relevantes elecciones municipales y auton¨®micas en las que se medir¨¢ la verdadera fuerza del nuevo l¨ªder del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
Tambi¨¦n ha elegido Aznar premeditadamente este momento para la crisis, la semana anterior al debate sobre el estado de la naci¨®n, para tratar de robar la iniciativa pol¨ªtica a una oposici¨®n que se siente crecida, tras una huelga general de m¨¢s impacto que el previsto y que ha mostrado que existe un malestar social en Espa?a superior al que el Gobierno calculaba.
En este sentido, la crisis de Gobierno ha sorprendido, incluso en las filas del PP y del propio Ejecutivo, porque las previsiones mayoritarias fijaban el reajuste para el oto?o, en clave de ajuste gubernamental para dar la salida a los candidatos de las elecciones auton¨®micas y municipales de la primavera de 2003 que estaba programado elegir en los congresos regionales del partido.
Por ello, este cambio de planes de Aznar es interpretado por la oposici¨®n como una clara manifestaci¨®n de la debilidad del Gobierno.
Pero en el trasfondo de la crisis destaca la recuperaci¨®n de Mariano Rajoy como vicepresidente pol¨ªtico, ya que ejercer¨¢ como ministro de la Presidencia y portavoz. Rajoy recuperar¨¢ as¨ª la coordinaci¨®n pol¨ªtica del Ejecutivo, de cuya ausencia se ha resentido el Gobierno gravemente desde que en marzo de 2001 pas¨® a ocuparse de la cartera de Interior y le sustituy¨® en su cargo Juan Jos¨¦ Lucas. Al asumir tambi¨¦n Rajoy la cartera de portavoz, Aznar trata de potenciar la imagen del Gobierno, muy desva¨ªda en los dos a?os de ejercicio de P¨ªo Cabanillas, y de quitarle aristas con el estilo moderado que caracteriza al pol¨ªtico gallego. Rajoy rechaz¨® este puesto que Aznar le ofreci¨® en el primer Gabinete de esta legislatura en mayo de 2000.
Al soltar Rajoy la cartera de Interior le ha permitido a Aznar ofrecer al siempre discreto Angel Acebes otro avance en su carrera ascendente al pasar de ministro de Justicia a Interior.
El actual secretario de Estado de Justicia, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, con el que Acebes ha congeniado especialmente en estos a?os, asume la cartera de Justicia. Michavila fue durante a?os el responsable de los programas electorales del PP.
El regreso al Gobierno en esta segunda legislatura del secretario general del PP, Javier Arenas, le ofrece la oportunidad de potenciar un ministerio pol¨ªtico, el de las relaciones con las comunidades aut¨®nomas tras demostrar su capacidad para revitalizar durante todos estos a?os un partido en el ejercicio del poder.
Con el nombramiento del presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, como ministro de Trabajo, Aznar da entrada en la pol¨ªtica nacional a un bar¨®n territorial muy relevante y trata de ofrecer una nueva imagen de mayor interlocuci¨®n pol¨ªtica en una cartera que ha resultado especialmente afectada tras el conflicto con los sindicatos.
El nombramiento de la eurodiputada Ana de Palacio como titular de Exteriores tiene la doble clave de sustituir a un Josep Piqu¨¦, al que Aznar libera, al pasarle a la cartera de Ciencia y Tecnolog¨ªa, para que dedique mayor tiempo a la pol¨ªtica del partido en Catalu?a, y tambi¨¦n potencia a una mujer que ha adquirido prestigio social en sus tareas parlamentarias y en la lucha contra la enfermedad.
Con el nombramiento de Ana Pastor, al frente de Sanidad, en sustituci¨®n de la muy cuestionada Celia Villalobos, Aznar mantiene la cuota femenina en su Gabinete y potencia a una mujer muy eficaz que, como subsecretaria, ha sido un puntal en la gesti¨®n de Mariano Rajoy en Educaci¨®n e Interior.
La otra cara de la moneda son los seis ministros relevados, cuya salida del Gobierno no ha sorprendido. Su desgaste empez¨®, en algunos casos, a manifestarse, en enero de 2001, a pocos meses de la constituci¨®n del primer Gobierno de la segunda legislatura. Desde esas fechas ya empez¨® a apuntarse la posibilidad del relevo de Celia Villalobos, al frente de Sanidad, por su tratamiento de la crisis de las vacas locas.
Jes¨²s Posada, al frente del Ministerio de Administraciones P¨²blicas, pese a su buen talante, no ha tenido la oportunidad de ejercer ninguna gesti¨®n. No ha sacado adelante ning¨²n proyecto de ley. Su paso por el ministerio ha confirmado la hip¨®tesis de que con su nombramiento Aznar le devolv¨ªa una deuda pol¨ªtica pendiente de los tiempos de Castilla y Le¨®n.
El papel de P¨ªo Cabanillas al frente del Ministerio del Portavoz tambi¨¦n ha quedado muy desdibujado. Avanzado el ecuador de esta legislatura, el secretario general del PP, Javier Arenas, hab¨ªa terminado por asumir en la pr¨¢ctica la cartera de portavoz no s¨®lo del partido sino del Gobierno e incluso, en algunos momentos, la propia coordinaci¨®n del Ejecutivo.
Juan Jos¨¦ Lucas tampoco lleg¨® a ejercer como ministro de la Presidencia. Sus tareas de coordinaci¨®n pol¨ªtica del Gobierno, al pasar Mariano Rajoy a Interior, se limitaron a la presidencia de la Comisi¨®n de Subsecretarios, los mi¨¦rcoles.
Tampoco ha sorprendido la salida del Gobierno de Anna Birul¨¦s. El Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa, que iba a ser una de las estrellas de la legislatura, por su car¨¢cter novedoso, ha pasado totalmente inadvertido. Su n¨²mero dos, Juan Junquera, abandon¨® el ministerio, en enero, con un claro descontento por la falta de iniciativa del nuevo departamento.
Sin embargo, hace tan s¨®lo tres meses no estaba entre los ministros quemados el titular de Trabajo, Juan Carlos Aparicio. Caracterizado por su car¨¢cter dialogante, ha tenido que afrontar a trancas y barrancas el conflicto con los sindicatos, animado desde el Ministerio de Econom¨ªa y por el propio Aznar, y al final, le ha correspondido ser el pagano.
Sin embargo, ha resultado sorprendente que otros ministros desgastados por diversas pol¨¦micas, como el de Agricultura, Miguel Arias Ca?ete, no hayan sido sacrificados, pese a la gesti¨®n que hizo de la crisis de las vacas local y el pol¨¦mico conflicto que sostuvo en el Parlamento sobre las incompatibilidades.
Es el mismo caso que el del ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, acosado por la oposici¨®n por el caso Formentera, un presunto fraude de votos en Baleares.
Pero Arias Ca?ete, Jaume Matas y Josep Piqu¨¦ saldr¨¢n con toda probabilidad del Gobierno en febrero, en coincidencia con las convenciones del PP para la elecci¨®n de candidatos para las municipales y auton¨®micas de 2.003. Arias Ca?ete puede ser candidato a la alcald¨ªa de Jerez (C¨¢diz); Matas, candidato a la presidencia del Gobierno balear, y Piqu¨¦, en Catalu?a.
Por lo dem¨¢s, Aznar ha salvaguardado a los ministros que cree potentes. Es el caso del vicepresidente econ¨®mico, Rodrigo Rato. La continuidad de su rango -como el de Rajoy- permite asegurar que esta crisis no tiene lectura de sucesi¨®n de Aznar.
El mantenimiento de Crist¨®bal Montoro al frente de Hacienda es otro espaldarazo a su pol¨ªtica de estabilidad presupuestaria de y a los acuerdos pol¨ªticos importantes que ha logrado como la financiaci¨®n auton¨®mica y el Concierto Econ¨®mico Vasco.
Lo mismo sucede con un pol¨ªtico veterano como Francisco Alvarez Cascos, al frente de Fomento. Cascos, junto con Rodrigo Rato, Mariano Rajoy y Josep Piqu¨¦, pertenece al peque?o grupo privilegiado de ministros que sigue acompa?ando a Aznar desde el primer Gabinete que form¨® en mayo de 1996.
Tampoco sorprende la continuidad de Pilar del Castillo, al frente del Ministerio de Educaci¨®n y Cultura. Ha contado con el respaldo total de Aznar en toda su pol¨ªtica de reformas educativas, pese a la fuerte oposici¨®n que ha encontrado en el estudiantado. Ni la de Federico Trillo al frente de Defensa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.