Lo aprend¨ª de Billy Elliot
Las empresas se apoyan en el cine y la tecnolog¨ªa multimedia para transmitir aspectos clave de su esp¨ªritu corporativo
Dicen que una imagen vale m¨¢s que mil palabras. Entonces, ?cu¨¢nto valdr¨¢n las im¨¢genes y las palabras juntas? Mucho, a juzgar por la ¨²ltima tendencia que recorre el mundo corporativo: la del storytelling multimedia. Se trata de un estilo narrativo que busca historias m¨¢s sencillas y cercanas para formar a la plantilla divirti¨¦ndola, y que prima el empleo de pel¨ªculas, im¨¢genes, sonidos y procesos interactivos frente al tradicional discurso fr¨ªo desde el atril. Y es que Billy Elliot no s¨®lo sabe bailar: tambi¨¦n puede ense?ar a liderar equipos.
'No impongas conferencias que aburren. Da al ejecutivo un CD, una pel¨ªcula, y ver¨¢s c¨®mo participa', dice una consultora
Para los partidarios de la narraci¨®n multimedia, las tradicionales alocuciones de los jefes son aburridas, transmiten poca energ¨ªa y no llegan al coraz¨®n del empleado, que aguanta estoicamente en su silla sin prestar verdadera atenci¨®n a los principios que se le comunican.
El objetivo debe ser contar las cosas con discursos que apelen a los sentimientos, y hacerlo aprovechando todas las posibilidades que la tecnolog¨ªa ofrece hoy en d¨ªa: im¨¢genes, palabras y mucha interacci¨®n.
'Retienes s¨®lo un 10% de lo que lees, un 20% de lo que te cuentan, y hasta un 50% si se emplean materiales multimedia y adem¨¢s se interact¨²a', dice Inmaculada Flor, consultora de Human Capital en Deloitte & Touch. Esta firma de servicios profesionales lleva tiempo desarrollando un programa de formaci¨®n en el que conceptos como la confianza, la solidaridad o el liderazgo responsable se aprenden a trav¨¦s del cine.
El protagonista de la pel¨ªcula brit¨¢nica Billy Elliot no consigue burlar su destino de minero presionado por un padre y un entrenador de boxeo que le conminan a seguir la tradici¨®n. Pero se cruza en su camino una tutora que le reta y le estimula, y todo su talento para el baile se revela (lo que dice mucho de la importancia de los l¨ªderes en la empresa). En My fair lady, Audrey Hepburn se convirti¨® en una verdadera se?orita cuando su pigmali¨®n entendi¨® que para transformarla hac¨ªan falta m¨¢s sentimientos que rigidez profesional (moraleja: es necesaria la empat¨ªa con el equipo).
?stas son dos de las pel¨ªculas que Deloitte & Touche proyecta y debate con su personal y el de las empresas clientes que lo solicitan. 'No impongas conferencias que aburren. Da al ejecutivo un CD, una pel¨ªcula, y ver¨¢s c¨®mo participa en el aprendizaje', dice Flor.
Empleados y f¨¢bulas
Cualquiera entiende mejor los conceptos cuando se transmiten a modo de f¨¢bula, y m¨¢s a¨²n si se siente protagonista de la misma. Por eso en la narraci¨®n multimedia a veces son los mismos empleados quienes generan la historia.
En Deloitte & Touche tienen una Intranet con algo m¨¢s que comunicados de la empresa. Al margen de la informaci¨®n corporativa, caben las experiencias personales y las actividades extralaborales. Si se est¨¢ poniendo en marcha un campeonato deportivo, los equipos se van formando en la Red. Si un miembro de la plantilla es especialmente aficionado a la pintura, promociona sus cuadros entre sus compa?eros de trabajo. Cuando un departamento ha tenido ¨¦xito con un proyecto concreto, su historia se hace p¨²blica al resto de la plantilla. Para Inmaculada Flor, la Intranet 'es una muestra de que la empresa valora la faceta personal de sus empleados, y no s¨®lo su aportaci¨®n profesional'.
En el mercado norteamericano, donde la narraci¨®n corporativa tiene ya una larga tradici¨®n, las posibilidades multimedia s¨®lo han agudizado la originalidad de los proyectos. La compa?¨ªa canadiense Globalhood, por ejemplo, se ha especializado en 'aventuras digitales'. Las empresas clientes env¨ªan a sus empleados a la firma con el prop¨®sito de que se los devuelvan con el esp¨ªritu de equipo reforzado.
Globalhood no saca a sus empleados al campo y plantea una situaci¨®n de riesgo, que ya se ha convertido en algo habitual para muchas empresas. Les distribuye en grupos y les encierra en un estudio con las ¨²ltimas tecnolog¨ªas disponibles en audio, v¨ªdeo e Internet, y con el objetivo de poner en marcha un proyecto digital con la ayuda de un tutor.
'Funky' corporativo'
El resultado puede ser un reportaje centrado en el sector en el que opera la compa?¨ªa o un peri¨®dico electr¨®nico sobre la empresa. En la secci¨®n de deportes, quiz¨¢, se entrevista a quien est¨¢ al mando de la casa, al entrenador, y en las p¨¢ginas de sociedad varios ejecutivos cuentan una historia personal relacionada con el trabajo que realizan. Otros equipos han terminado componiendo y grabando temas musicales, algo que, seg¨²n confiesan, une mucho, y la empresa reclama incluso haber inventado un nuevo g¨¦nero: 'el funky corporativo'.
Varios empleados de Apple Canad¨¢ se vieron obligados a producir su propio contenido multimedia en s¨®lo 30 minutos. El proyecto, que la propia Globalhood califica de 'carnavalesco', se tradujo en una presentaci¨®n variopinta que mezclaba v¨ªdeos, transparencias y actuaciones. Se trata de una estrategia l¨²dica, pero no fr¨ªvola, porque sirve para cohesionar a la plantilla y tambi¨¦n para introducirla en el necesario mundo digital.
Ya lo dice uno de los fundadores de Globalhood, John Sobol, en su libro Digital Blues: 'Entender el potencial transformador de la tecnolog¨ªa requiere algo m¨¢s que instalar el ¨²ltimo software. Exige un salto cultural'. En el fondo, con Apple Canad¨¢ se consigui¨® lo que se pretend¨ªa: inspirar, capturar y empaquetar historias humanas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.