Israel: no a la valla de separaci¨®n unilateral
En estos d¨ªas se est¨¢ construyendo una valla destinada a separar a Israel de los palestinos. Actualmente se considera una valla temporal, una valla 's¨®lo de seguridad'. Abarca la mayor¨ªa de los asentamientos que se han levantado en los territorios ocupados y, en un principio, no pretende establecer la base de una futura frontera entre Israel y la Autoridad Palestina.
'Good fences make good neighbors', dijo el poeta Robert Frost. Indudablemente, Israel y Palestina no son 'good neighbors' ['buenos vecinos']. Y por tanto, hay una necesidad urgente, real y fundamental, de establecer una frontera entre ambos. Una frontera con sofisticadas medidas de seguridad y pasos controlados. Una frontera as¨ª defender¨¢ a unos de otros, ayudar¨¢ a estabilizar las relaciones, pero sobre todo les obligar¨¢ a ambos a asimilar, por fin, la idea de frontera. Una idea difusa, escurridiza y problem¨¢tica para los dos, tras m¨¢s de cien a?os viviendo sin unas fronteras claras y con una intromisi¨®n constante de unos en el terreno del otro.
Sin embargo, en mi opini¨®n, puede ser muy peligroso construir una valla, ahora y de forma unilateral, sin ning¨²n acuerdo de paz, cuando a¨²n los puntos principales de enfrentamiento est¨¢n en plena vigencia y antes de que ambos lados hayan realmente apurado todas las v¨ªas de di¨¢logo. Ahora mismo esta valla, aunque redujese por un tiempo los ataques terroristas, no deja de ser para m¨ª otro paso precipitado cuyo fin es que los israel¨ªes por una temporada se hagan la ilusi¨®n de que est¨¢n seguros y, sobre todo, es un falso sustituto de lo que debe ser un proceso de paz, que siempre implica unas concesiones dif¨ªciles y dolorosas.
Si llegase un momento en el que -despu¨¦s de que ambos lados intentasen dar un paso hacia la paz m¨¢s serio y sincero que el anterior- Israel concluyese que en esta ¨¦poca no hay posibilidad de alcanzar un acuerdo, entonces, y s¨®lo entonces, Israel tendr¨ªa que retirarse de los territorios, desmantelar casi todos los asentamientos y aislarse tras un ancho muro y prepararse para una lucha prolongada. Pero mientras haya una posibilidad, aunque sea peque?a, de llegar a un acuerdo de paz, lo mejor es que Israel evite el error de establecer una valla de forma unilateral. La reacci¨®n general a lo que digo es: 'Pero si ahora ya no hay con qui¨¦n hacer la paz. Incluso Sim¨®n Peres y otros l¨ªderes de la izquierda se niegan ya a tratar con Arafat. ?Y entretanto, Israel tendr¨¢ que defenderse de alguna manera del terror!'.
Despu¨¦s de largas conversaciones con l¨ªderes palestinos, creo personalmente que a¨²n hay posibilidades de que ambos pueblos lleguen a un acuerdo de paz. En cualquier caso, y suponiendo que Arafat ya no sea un interlocutor con quien negociar (a prop¨®sito: todav¨ªa no se ha demostrado que Sharon lo sea), examinemos las consecuencias reales que puede acarrear la construcci¨®n de una valla de separaci¨®n sin haber alcanzado antes un acuerdo de paz.
Todos tienen claro que una valla no evitar¨¢, por ejemplo, el lanzamiento de Katiushas y morteros desde la Autoridad Palestina contra territorio israel¨ª. Si Israel se a¨ªsla tras una valla, posibilitar¨¢ que los palestinos pidan 'ayuda' de otros ej¨¦rcitos, como el de Ir¨¢n o las milicias de Hezbol¨¢, y ¨¦stos entren en el territorio palestino. Por otro lado, el Ej¨¦rcito israel¨ª se ver¨¢ obligado a intervenir muchas veces al otro lado de la valla para defender asentamientos dispersos all¨ª, y es f¨¢cil imaginarse las complicaciones que acarrear¨¢n dichas intervenciones. La valla no ser¨¢ eficaz en la conflictiva Jerusal¨¦n, donde jud¨ªos y ¨¢rabes viven pr¨¢cticamente juntos y en constante contacto. M¨¢s bien la valla har¨¢ lo contrario de lo que pretende: el intento de separar Jerusal¨¦n Oriental del resto de la Autoridad Palestina puede provocar que los habitantes de Jerusal¨¦n Este -que hasta ahora apenas han estado implicados en actos terroristas- apoyen la lucha palestina a trav¨¦s del terrorismo.
Habr¨¢ quienes argumenten en mi contra diciendo: '?Qu¨¦ es lo que t¨² propones que hagamos entretanto, hasta que se den las condiciones apropiadas para alcanzar un acuerdo? ?No es preferible construir una valla con el fin de evitar por lo menos parte de los atentados terroristas?'.
Ojal¨¢ pudiera creer que esa valla pueda evitar por un tiempo parte de los atentados. Me temo que sin un proceso de paz, aunque a corto plazo se evitasen atentados en alg¨²n sitio, ¨¦stos acabar¨ªan produci¨¦ndose en otro lugar de m¨¢s f¨¢cil acceso, y tal como est¨¢ ahora el conflicto hay un sinf¨ªn de agujeros en este 'colador'. La angustia de los israel¨ªes es evidente y comprensible. Es consecuencia de la crueldad inhumana de los atentados suicidas y de la sensaci¨®n de estar en un callej¨®n sin salida. Sin embargo, esta angustia no debe difuminar la sensaci¨®n de que la urgencia israel¨ª por establecer una valla es fruto m¨¢s de una necesidad psicol¨®gica que de un plan pol¨ªtico sopesado encaminado a ofrecer m¨¢s seguridad.
Y es que la construcci¨®n unilateral de esa valla significa tambi¨¦n que Israel pierde su baza m¨¢s importante: los territorios ocupados, y ello sin un acuerdo de paz y sin recibir a cambio nada de los palestinos y cuando las heridas del conflicto est¨¢n todav¨ªa abiertas. Yaser Abd Rabu, minitro portavoz palestino, dijo el mes pasado en una conversaci¨®n que mantuvo con pacifistas israel¨ªes: 'Si os retir¨¢is tras la valla, nosotros nos alegraremos y por un d¨ªa celebraremos que la ocupaci¨®n, en su mayor parte, ha finalizado, pero al d¨ªa siguiente continuaremos con la Intifada para seguir reclamando el resto de nuestras reivindicaciones'.
Esas 'otras reivindicaciones' son, como es sabido, la retirada israel¨ª del 100% de los territorios que Israel ocup¨® en la guerra de 1967, el desmantelamiento de todos los asentamientos, la proclamaci¨®n de Jerusal¨¦n Oriental como capital de Palestina y, adem¨¢s, la aceptaci¨®n del derecho de retorno de los refugiados palestinos a territorio israel¨ª. Hoy en d¨ªa todas esas reclamaciones a¨²n se pueden negociar a trav¨¦s del di¨¢logo. Clinton ofreci¨® un borrador donde se propon¨ªa una soluci¨®n a estas cuestiones y que en realidad fue aceptado por ambas partes, s¨®lo que ninguna es capaz de negociar para llevarlo a la pr¨¢ctica. Pero si no se responde a estas reivindicaciones, si no se inician unas negociaciones, la lucha palestina continuar¨¢ e incluso quiz¨¢ ser¨¢ m¨¢s dura debido a la sensaci¨®n de victoria que sentir¨¢n los palestinos al creer que gracias al terrorismo han conseguido encerrar a Israel en un nuevo gueto.
Dada la gravedad del asunto, conviene destacar la idea de que la construcci¨®n de un valla sin un acuerdo de paz previo implica, entre otras cosas, que Israel renuncia a los territorios ocupados sin que los palestinos renuncien al derecho de retorno de los refugia
dos. Pero no s¨®lo eso, sino que tambi¨¦n supone que la mayor¨ªa de los asentamientos estar¨¢n dentro de Israel, lo que significa que muchas aldeas palestinas -las pr¨®ximas a esos asentamientos y las carreteras que llevan a ¨¦stos- estar¨¢n obligatoriamente dentro de Israel. Hay quienes hablan de que ser¨¢n unos 150.000 palestinos los que 'se anexionar¨¢n' a Israel. Si a ellos se les suman los ¨¢rabes de Jerusal¨¦n Este, podemos estar hablando de unos 400.000. Ellos, por supuesto, no ser¨¢n ciudadanos israel¨ªes. Israel no lo quiere, por lo que estos palestinos no tendr¨¢n un estatus legal claro. Obviamente, no votar¨¢n en las elecciones. As¨ª pues, ?cu¨¢l ser¨¢ su futuro? Por ejemplo, ?c¨®mo financiar¨¢ Israel los costes de la Seguridad Social de esos palestinos -la cual, por cierto, pag¨® en la ¨¦poca de la ocupaci¨®n militar y que supone cientos de millones de shekels al a?o-? ?Es que alguien puede creer de verdad que esos palestinos no se convertir¨¢n en los nuevos focos de un terrorismo a¨²n m¨¢s violento? S¨®lo que entonces ellos estar¨¢n dentro del territorio delimitado por la valla, es decir, dentro y no fuera de Israel, por lo que tendr¨¢n v¨ªa libre para atentar en las ciudades israel¨ªes. ?O es que Israel tal vez va a levantar otra valla para aislar a esos palestinos?
Cuesta comprender c¨®mo es posible que Israel, que teme y con raz¨®n la reclamaci¨®n del derecho de retorno de los palestinos -algo que amenazar¨ªa con la entrada en Israel de decenas de miles de palestinos, seg¨²n lo acordado en Taba en 2001- est¨¦ dispuesto con tanta facilidad a incluir en su territorio a otros cientos de miles de palestinos hostiles.
Otra cuesti¨®n: ?alguien ha tenido en cuenta la opini¨®n de un mill¨®n de ¨¢rabes israel¨ªes? La valla los aislar¨¢ por completo de sus familiares en los territorios de la Autoridad Palestina. De esa forma Israel refuerza en ellos la sensaci¨®n de amargura y decepci¨®n, una sensaci¨®n que los puede llevar a un extremismo cada vez mayor -ya de hecho su vinculaci¨®n con Israel se tambalea en los ¨²ltimos a?os-. Cuando se examinan estas cuestiones, se puede concluir que para la mayor¨ªa de los israel¨ªes la idea de construir una valla atrae sobre todo porque, a diferencia de otras ideas que circulan ahora, ¨¦sta a¨²n no se ha materializado en la realidad y, por tanto, todav¨ªa se puede creer en ella con todo el coraz¨®n, aunque sea s¨®lo por un tiempo.
Cualquier l¨ªnea fronteriza entre Israel y los palestinos se ha de establecer s¨®lo tras un pleno consenso en ambos pueblos. Es cierto que actualmente esto parece bastante improbable, pero aunque resulte dif¨ªcil creer en ello no debemos permitirnos darlo por perdido. En mi opini¨®n, es mejor incluso esperar unos a?os m¨¢s sin esa valla, que es fruto sobre todo de la ilusi¨®n. Con ella no se acabar¨¢ el terrorismo, lo ¨²nico que har¨¢ es que los terroristas se busquen otros lugares donde atentar, si cabe con mayor crueldad. Y lo peor de todo: la construcci¨®n unilateral de una valla (quiz¨¢ convendr¨ªa decir 'muro') es en realidad la se?al de que definitivamente no se podr¨¢ alcanzar un acuerdo de paz en esta generaci¨®n y de que Israel no se podr¨¢ integrar con normalidad en su entorno. En otras palabras, esa valla puede prolongar indefinidamente el conflicto y alejarnos a¨²n m¨¢s de su soluci¨®n.
Demasiadas medidas unilaterales se han tomado ya. Demasiadas imposiciones pol¨ªticas y militares. Por ello, levantar esa valla supondr¨¢ un nuevo foco de humillaci¨®n y peligro. El muro les permitir¨¢ a los extremistas -ya de por s¨ª muchos- decir en el futuro que no tienen con qui¨¦n hablar. El muro har¨¢ que prosperen y triunfen los prejuicios en ambos pueblos y se extiendan los estereotipos racistas. 'Ignorar' al otro no solucionar¨¢ el problema, tan s¨®lo reducir¨¢ la deshumanizaci¨®n a la que hemos llegado, pero 'justificar¨¢' el extremismo.
Por consiguiente, en vez de dejarse llevar por ideas dudosas como la construcci¨®n de una valla de forma unilateral, ser¨ªa mejor que Israel invirtiese su energ¨ªa en reanudar la negociaci¨®n pol¨ªtica. Si ni Sharon ni Bush aceptan a Arafat como interlocutor, que nos digan c¨®mo van a hacer para sentar unas bases adecuadas para mejorar la situaci¨®n y c¨®mo 'asegurar¨¢n' -si es que eso se puede asegurar- que el sucesor de Arafat vaya a aceptar sus condiciones. Hasta que hagan eso, tienen la culpa -no menos que Arafat- del estancamiento de la situaci¨®n, de la desesperaci¨®n de ambos pueblos y de la continuaci¨®n de la violencia y las matanzas.
David Grossman es escritor israel¨ª.
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