Feliz aniversario

Se trataba de celebrar el treinta aniversario de una de las bandas que mejor ha sabido compaginar el jazz con el pop. Treinta a?os de Manhattan Transfer. Un aniversario as¨ª no pod¨ªa saldarse simplemente con un concierto para salir del paso. Ya de entrada el cuarteto irrumpi¨® en el escenario del Grec cantando nada m¨¢s y nada menos que Birdland, todo un icono de la m¨²sica popular del pasado siglo: con el list¨®n arriba del todo aquello promet¨ªa y realmente no defraud¨® a nadie. Manhattan Transfer ofreci¨® uno de esos conciertos que se recuerdan durante bastante tiempo, sin lugar a dudas el mejor que ha ofrecido en tierras catalanas en esas tres d¨¦cadas de trabajo. Una explosi¨®n de nervio, ritmo y color que en un escenario como el del Teatre Grec, que les permit¨ªa moverse a gusto, se magnific¨® hasta extremos insospechados.

Parec¨ªa (casi seguro que era cierto) que los que m¨¢s disfrutaban eran, precisamente, los cuatro integrantes de la m¨ªtica banda. Irradiaban una euforia desbordante que unida a sus innegables dotes vocales (harmonizaciones y afinaci¨®n rozando la perfecci¨®n) y a su sobresaliente capacidad para dominar las tablas convirtieron la noche en un aut¨¦ntico acontecimiento. Una historia compartida con dos o tres generaciones de fieles seguidores que rindi¨® homenaje tambi¨¦n a casi todos los grandes nombres del jazz para centrarse despu¨¦s en los grandes ¨¦xitos de la banda. No falt¨® nada, o casi nada. Un concierto redondo como pocos y cargado de magia que entusiasm¨®, no pod¨ªa ser de otra forma, al p¨²blico que llenaba el recinto.