Los laboristas anuncian otro gran aumento de la inversi¨®n p¨²blica
Educaci¨®n, defensa, vivienda y transporte, los m¨¢s beneficiados
El Nuevo Laborismo sigue en plena regresi¨®n keynesiana. Tras cinco a?os de saneamiento de las cuentas p¨²blicas, el presupuesto aprobado en abril fue el primer giro hacia el gasto para frenar el absoluto desprestigio de los servicios p¨²blicos. Ayer, el poderoso ministro del Tesoro, Gordon Brown, confirm¨® esa tendencia ante la complaciente mirada del primer ministro, Tony Blair.
Pero la incertidumbre de la econom¨ªa mundial puede acabar convirtiendo en una losa pol¨ªtica las alegr¨ªas presupuestarias de ayer. La llamada Revisi¨®n del Gasto es un ejercicio inventado en 1998 por los laboristas: cada dos a?os, el Gobierno fija sus prioridades de gasto a tres a?os vista. Ayer, en un calculado ejercicio pol¨ªtico, Brown anunci¨® un fuerte aumento de la inversi¨®n en educaci¨®n que permitir¨¢ llevar el gasto educativo total desde los actuales 45.000 millones de libras anuales (70.200 millones de euros) a 58.000 (90.500 millones de euros) en 2005. En el presupuesto anual aprobado en abril, la sanidad recibi¨® una inyecci¨®n de 40.000 millones de libras anuales adicionales (62.000 millones de euros).
Los laboristas se han decantado por un aumento masivo de la inversi¨®n p¨²blica porque necesitan que los electores perciban una clara mejora en la evoluci¨®n de los servicios p¨²blicos para asegurarse un tercer mandato consecutivo en las elecciones de 2005. Pero eso, percibir que los transportes ya funcionan, que la sanidad ha dejado de ser un desastre y que la educaci¨®n se sit¨²a a niveles comparables con Europa, es algo tan subjetivo que el Nuevo Laborismo corre el riesgo de no traducir sus esfuerzos en votos. Por eso necesita que al menos cale cuanto antes la sensaci¨®n de que Gordon Brown, quiz¨¢ el pol¨ªtico con m¨¢s credibilidad del pa¨ªs, est¨¢ haciendo todo lo posible para encauzar la inversi¨®n p¨²blica hacia esos sectores. En conjunto, el gasto p¨²blico anual del Gobierno brit¨¢nico aumentar¨¢ desde los 240.000 millones de libras de este a?o (375.000 millones de euros) a 301.000 millones de libras (470.000 millones de euros) en 2005.
Correr riesgos
Pero esta vez el prudente Brown est¨¢ corriendo un riesgo: basar los aumentos de gasto en una previsi¨®n de crecimiento que algunos creen demasiado optimista (2,5%) en un momento en que se mantienen las incertidumbres sobre la econom¨ªa americana y las bolsas siguen hundi¨¦ndose. El ¨ªndice FTSE 100 de la Bolsa de Londres cay¨® ayer a su nivel de 1996 mientras Brown hablaba en los Comunes. Los laboristas, que ya en abril aprobaron una pol¨¦mica subida de impuestos, no pueden correr el riesgo pol¨ªtico de una nueva alza si al final las cuentas no salen.
La oposici¨®n conservadora acogi¨® con cierto sarcasmo pero pocos argumentos la revisi¨®n presupuestaria del Gobierno y dijo que no dar¨¢ resultados. El portavoz econ¨®mico tory, Michael Howard, remach¨® una y mil veces el argumento de que las inyecciones de dinero p¨²blico aprobadas por el Gobierno en el pasado no han dado resultado y que los servicios p¨²blicos no necesitan dinero, sino reformas.
El problema para los conservadores es que, despu¨¦s de cinco a?os, la opini¨®n p¨²blica a¨²n les se?ala como los responsables del deterioro de unos servicios p¨²blicos en parte privatizados.
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