Un hogar tranquilo

Adela lleva cinco d¨ªas de tranquilidad despu¨¦s de casi diez a?os de tristeza, palizas, gritos y agresiones. Esta mujer de 35 a?os, y nombre supuesto para mantener su anonimato, es una de las personas que ha padecido violencia dom¨¦stica a lo largo de su vida y que ha inaugurado la casa de emergencia que el Instituto Andaluz de la Mujer acaba de abrir en Ja¨¦n para atender a mujeres maltratadas y alejarlas de sus agresores. Es una de las 832 mujeres que ya han sido atendidas a lo largo de este a?o en Andaluc¨ªa por sufrir agresiones. Junto a ellas han huido de los malos tratos un total de 1.083 ni?os.

Las denuncias por malos tratos siguen creciendo cada a?o. Hasta el mes de abril se presentaron en Espa?a 8.998 denuncias, de las que 1.956 correspondieron a mujeres andaluzas. El 39% de ¨¦stas tienen edades comprendidas entre los 31 y los 40 a?os. En esta franja se encuentra Adela, que ni tan siquiera se atrev¨ªa a ir al m¨¦dico para ser curada de las heridas que le ocasionaba su marido por miedo a que la paliza siguiente fuese a¨²n mayor. 'Me pegaba, romp¨ªa la lavadora a golpes, cortaba el agua de la casa, no me daba dinero, me dec¨ªa que era una mierda que no pod¨ªa ir a ning¨²n sitio sin ¨¦l. Aguant¨¦ durante a?os hasta que ya no pude m¨¢s', cont¨® ayer Adela desde la casa de Ja¨¦n.

Se decidi¨® a abandonar a su marido despu¨¦s de ver insistentemente las campa?as en las que se dice a las mujeres que no soporten los malos tratos, que para ellas hay recursos y salidas. 'Vi los anuncios por televisi¨®n y fui al ayuntamiento de mi localidad, entonces comprob¨¦ que pod¨ªa haber salidas y me decid¨ª a cambiar la vida que llevaba de miedo por otra mejor. A otras mujeres en mi situaci¨®n les dir¨ªa que de esto se puede salir, pero hay que tener paciencia', afirma.

Adela abandon¨® su casa y se fue con su hijo de siete a?os y su hija de cinco, que se han adaptado 'perfectamente' a una nueva vida 'en la que hay tranquilidad y no gritos'.

La directora del IAM, Teresa Jim¨¦nez, resalt¨® que la atenci¨®n psicol¨®gica y el cari?o son los puntos en los que m¨¢s se incide en las instalaciones que la Junta ha habilitado para atender a mujeres maltratadas. 'Llegan con grandes problemas de inseguridad, salen de una situaci¨®n terrible y tienen que superarla con la ayuda de todos', destac¨®.

Adela record¨® ayer que las agresiones de su pareja comenzaron desde el inicio de la relaci¨®n, cuando ten¨ªa 16 a?os. Ya desde que eran novios, relat¨®, eran frecuentes los gritos y las prohibiciones, que fueron creciendo cuando se casaron, seis a?os despu¨¦s. 'Sufr¨ªa con ¨¦l desde el principio, pero segu¨ªa sin darme cuenta, siempre pensando en que ten¨ªa que darle otra oportunidad y confiando en que cambiar¨ªa su forma de ser. Pero no, cuando nos casamos todo fue peor, no me daba dinero, no ten¨ªa suficiente ni para atender a los ni?os. Adem¨¢s, ellos han estado presentes en muchas peleas, han visto demasiadas cosas que no deb¨ªan', relat¨® ayer la mujer.

Lo que quiere ahora, explic¨®, es que nadie vuelva a molestarla. 'Sigo estando muy triste, con muchas ganas de llorar, pero estoy viendo c¨®mo me apoyan y empiezo a ver otra vez que soy una persona y que podr¨¦ salir adelante', afirma Adela.

En este sentido, Teresa Jim¨¦nez indic¨® que el sistema de atenci¨®n a las mujeres que han padecido malos tratos incluye la formaci¨®n para que puedan acceder al mercado laboral a trav¨¦s del programa Cualifica. Son 700 horas de un curso en el que las mujeres trabajan sobre su propia autoestima, la elaboraci¨®n de curr¨ªculos, la forma de enfrentarse a una entrevista de trabajo y formaci¨®n espec¨ªfica sobre distintas profesiones que permitan dise?ar un futuro mejor.

Adela siempre ocult¨® que sufr¨ªa malos tratos, incluso en su entorno familiar. 'Me dediqu¨¦ a taparle a ¨¦l, siempre por miedo, y contaba toda clase de mentiras para justificar los moratones. Los vecinos me ayudaban cuando pod¨ªan, pero a la hora de la verdad siempre estuve sola', dice con amargura.