Entrando a matar

Tiene s¨®lo 18 a?os, pero ya sabe bien lo que es recibir una cornada. La ¨²ltima, de 8 cent¨ªmetros de profundidad, la recibi¨® mientras entrenaba en Jerez el pasado lunes 15. Necesit¨® 10 puntos de sutura por dentro y ocho por fuera. Hoy, tan s¨®lo tres d¨ªas despu¨¦s, Vanessa Montoya, una sevillana que naci¨® en M¨¦xico por casualidad, debuta junto a otros cuatro novilleros en la Maestranza de Sevilla.

Vanessa es la primera mujer de etnia gitana que se decide a ser torero, algo que ella lleva como 'un orgullo'. La vocaci¨®n le viene de los Vega y los Puya, su familia, que est¨¢ muy arraigada al barrio de Triana y que ha dado toreros como Cagancho y Gitanillo de Triana.

Pese a una herida abierta y un drenaje que la obliga a caminar con dificultad, Vanessa se incorpora entusiasmada cuando su padre, Joaqu¨ªn L¨¦rido Vega, entra en la casa portando un b¨²caro de barro. 'Es que el d¨ªa de la corrida queda mucho m¨¢s bonito beber de un b¨²caro que de una botella', explica. Su fuerza, que tanto ha trabajado estos d¨ªas, 'ha mermado en un 50 %', pero sus ojos reflejan la ilusi¨®n de quien est¨¢ a punto de ver cumplido un sue?o. Aunque tanto el m¨¦dico como sus padres le han dicho que es una 'locura' torear en esas circunstancias, afirma que la idea de cancelar su deb¨² ni se le ha 'pasado por la cabeza'. 'Este momento es toda mi vida', argumenta con convicci¨®n.

Vanessa ten¨ªa siete a?os la primera vez que cogi¨® un capote y una muleta, y 13 cuando le plante¨® a sus padres que quer¨ªa ser torero, pero ¨¦stos le dijeron que 'nanay, que ten¨ªa que estudiar'. Cuando cumpli¨® los 15 su t¨ªo Aurelio Montoya, empresario taurino, vino de M¨¦xico y empez¨® a llevarla a tentaderos. '?l pensaba que las vacas me coger¨ªan unas cuantas veces y que as¨ª me sacar¨ªa la idea de la cabeza, pero cada vez que me tiraban yo me volv¨ªa a levantar', comenta.

Fue entonces cuando Vanessa, ya totalmente decidida, engatus¨® a su padre diciendo que estudiar¨ªa periodismo para ser cr¨ªtica taurina, pero que para eso necesitar¨ªa meterse tambi¨¦n en una escuela de toreo. As¨ª, en 1999 ingres¨® en la Escuela Taurina de Sevilla, cuyas ense?anzas compagina con los consejos que su apoderado, Manuel Mart¨ªnez Casto, le da en la Escuela de la Venta el Tentadero, en la localidad sevillana de Carmona.

Vanessa reconoce que siempre le han gustado m¨¢s los 'toreros artistas que los de valor', por eso sus figuras m¨¢s admiradas son, entre otros, Rafael de Paula y Curro Romero. Para llegar a ser como ellos, el hecho de ser mujer en un mundo tradicionalemte de hombres quiz¨¢s podr¨ªa ser un obst¨¢culo, pero ella opina que si lo hace bien su condici¨®n de f¨¦mina no le va suponer ning¨²n problema. 'Lo importante es que funciones y que llenes la plaza', dice.

Ahora, a Vanessa s¨®lo le queda esperar a que los antibi¨®ticos y los antiinflamatorios hayan hecho su efecto y que su herida no le juegue una mala pasada en un momento tan importante. Su valor y su obstinaci¨®n constituyen sus mejores armas. Adem¨¢s, ella lo tiene claro: quiere ser la mejor.