Mal momento para el canciller
Los datos econ¨®micos negativos y el esc¨¢ndalo del ministro empa?an la precampa?a de Schr?der a la reelecci¨®n
Hubo un tiempo, a principios de este a?o, en el que el canciller socialdem¨®crata alem¨¢n, Gerhard Schr?der, parec¨ªa preocuparse por el color de su pelo. Incluso demand¨® a la agencia que dio la noticia de que se lo te?¨ªa. 'Cuando un canciller falsea el color del cabello, tambi¨¦n puede falsear la realidad', le dec¨ªan los conservadores de la Uni¨®n Cristiano Dem¨®crata (CDU). Pelos aparte, la realidad no se puede cambiar: las cosas no le van nada bien a Schr?der.
Ayer se march¨® su ministro de Defensa, Rudolf Scharping, tras la acusaci¨®n de haber recibido honorarios -algo prohibido en Alemania para un ministro- por conferencias y otros asuntos en una de sus cuentas bancarias. A dos meses de las elecciones generales del 22 de septiembre, Scharping se convierte en un nuevo tropez¨®n en la carrera electoral de Schr?der.
S¨®lo desde enero pasado, el canciller ha tenido que lidiar varios frentes importantes. El primer batacazo lleg¨® directamente al alma del alem¨¢n medio, convencido de las bondades de su sistema educativo: los alumnos del pa¨ªs obtuvieron el puesto n¨²mero 21 en el Programa Internacional para la Evaluaci¨®n Estudiantil, coordinado por la OCDE en 31 pa¨ªses. Meses enteros de debate nacional sobre el desastre.
En febrero, el canciller tuvo que anunciar una reforma radical de la Oficina Federal de Empleo (el equivalente al Inem en Espa?a) al conocerse que el presidente de dicho organismo, Bernhard Jagoda, hab¨ªa inflado en un 71% el n¨²mero de desempleados a los que en teor¨ªa hab¨ªa recolocado.
En abril sucedi¨® lo que todos ya vaticinaban: la derrota electoral del SPD en el Estado de Sajonia-Anhalt, que cuenta con la tasa de paro m¨¢s alta del pa¨ªs. Y luego fueron los esc¨¢ndalos de las agradecidas donaciones realizadas por su partido a empresarios en Colonia y, m¨¢s tarde, el goteo de suspensiones de pagos de varias empresas, entre ellas el centenario fabricante alem¨¢n de bienes de equipo Babcock Borsig en la cuenca del Ruhr o el grupo de comunicaci¨®n Kirch (pero tambi¨¦n Holzmann, Kinowelt, Fairchild Dornier, Herlitz, Peguform y Sachsenring). Su ¨²nica esperanza eran las ¨²ltimas cifras de paro. Pero tampoco han sido alentadoras: en junio aumentaban y se colocaban en un 9,5% (3.954.000 desempleados), m¨¢s alta incluso que cuando los rojiverdes ocuparon el Gobierno.
Y, para terminar de sumar desgracias, lleg¨® el asunto Telekom. El martes dimiti¨® Ron Sommer, presidente de la compa?¨ªa. La segunda vez en tres d¨ªas que Schr?der deja de prestar apoyo a alguien que hasta hace muy poco era de su confianza. Las deudas de la m¨¢s importante compa?¨ªa de telecomunicaciones de Europa suman 67.000 millones de euros, las acciones valen menos que cuando salieron al mercado y Schr?der cay¨® en la trampa de Edmund Stoiber, candidato conservador a canciller, cuando ¨¦ste convirti¨® la catastr¨®fica situaci¨®n de la empresa (no muy diferente de la de otras empresas del sector) en tema electoral. Tres millones de alemanes son peque?os accionistas de Telekom. Tres millones de votos de potenciales descontentos y un ministro fulminado a 65 d¨ªas de las elecciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.