'Las opiniones de la gente sobre los proyectos no deben ser vinculantes'
?lvaro Siza (Motosinhos, Oporto, 1933) es un hombre con los pies en la tierra. Premio Pritzker de 1992, algo as¨ª como el Nobel en arquitectura, preside el equipo que remodelar¨¢ el paseo del Prado de Madrid. Est¨¢ trabajando para que su ordenaci¨®n sea 'invisible'. Un trabajo 'sin soluciones espectaculares' que resuelva las tensiones entre tr¨¢fico y peatones.
Siza, que remodel¨® el Chiado, llev¨® la met¨¢fora del oc¨¦ano a su Pabell¨®n de Portugal en la Expo 98 de Lisboa y cuya obra se estudia en las escuelas de arquitectura de todo el mundo, es famoso por la sencillez y la escala humana de sus edificios. Cualidades que pretende aplicar a la remodelaci¨®n del eje Prado-Recoletos, un proyecto que realizar¨¢ junto a Juan Miguel Hern¨¢ndez de Le¨®n, tras ganar un concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento de Madrid. ?lvaro Siza, autor del Centro Gallego de Arte Contempor¨¢neo, pas¨® ayer por El Escorial para clausurar el curso La ciudad f¨ªsica, dirigido por su amigo el arquitecto sevillano Guillermo V¨¢zquez Consuegra.
'Que nadie espere espectacularidad en la reforma del eje Prado-Recoletos'
'Hay profesionales que transforman sus obras en catedrales de la modernidad'
Pregunta. El Ayuntamiento de Madrid le encarg¨® la semana pasada la redacci¨®n del proyecto que ordenar¨¢ la zona de Recoletos y del paseo del Prado. ?Cu¨¢les ser¨¢n las l¨ªneas generales de la remodelaci¨®n?
Respuesta. La idea que presentamos Hern¨¢ndez de Le¨®n y yo tiene detr¨¢s a un amplio equipo de historiadores, economistas, ingenieros y urbanistas, entre todos dotaremos de un nuevo perfil a este espacio. Queremos descomprimir la presi¨®n del tr¨¢fico desvi¨¢ndolo a calles paralelas y dejando muchas zonas peatonales que faciliten el acceso a los tres grandes museos que se encuentran en este eje. Se trata de transformarlo en un gran espacio p¨²blico pero con soluciones que sean casi invisibles. Que nadie espere espectacularidad. Es un trabajo que parte de la observaci¨®n y la paciencia para crear un todo legible y bello en t¨¦rminos de uso urbano.
P. Su proyecto, que entregar¨¢ en septiembre, incluye el desplazamiento del monumento a Col¨®n. ?Teme una reacci¨®n ciudadana adversa similar a la que tiene Rafael Moneo con la desmantelaci¨®n del claustro de los Jer¨®nimos para ampliaci¨®n del Museo del Prado?
R. No quiero opinar sobre la ampliaci¨®n del museo pero s¨ª dir¨¦ una cosa: en Portugal se hacen cosas horribles y no provocan ninguna pol¨¦mica; sin embargo, proyectos con todas las garant¨ªas de calidad de arquitectos buenos son muy discutidos. Creo que en Espa?a ocurre lo mismo.
P. En Nueva York los ciudadanos han votado para decidir el futuro de la zona cero, ?cree usted que la gente est¨¢ preparada para esta especie de arquitectura democr¨¢tica?
R. La injerencia de la democracia es mejor que la injerencia de la dictadura. Sin embargo, no hay que olvidar que las decisiones las deben tomar las personas con los conocimientos suficientes para hacerlo. De todas formas, y as¨ª se hace habitualmente, todos los proyectos tienen una fase en la que la gente puede opinar sobre ellos y siempre es conveniente tener estas opiniones en consideraci¨®n, aunque no deben ser vinculantes.
P. Usted ha venido a El Escorial a hablar de la ciudad del siglo XXI. ?Aparecer¨¢n nuevos modelos?
R. En Occidente nunca podremos hablar de modelos nuevos, pero en ?frica o en Asia s¨ª es posible. La ciudad de nueva creaci¨®n nace con unos l¨ªmites que siempre se ampl¨ªan. En el caso de Brasilia, la ¨²ltima gran capital proyectada desde cero, parti¨® de un centro y un trazado regular. Hoy esas medidas se han desbordado y a su lado han nacido ciudades clandestinas que se van sumando al n¨²cleo inicial y la convierten en una realidad muy compleja. Lo que ocurrir¨¢ cada vez m¨¢s ser¨¢ que varios n¨²cleos poblacionales se sumar¨¢n convirti¨¦ndose en un todo.
P. ?Continuar¨¢ vigente la tensi¨®n entre centro y periferia?
R. Es dif¨ªcil encontrar un plan de desarrollo urbano que mantenga el equilibrio. Siempre se le presta mayor atenci¨®n a la zona monumental, el centro que alberga el patrimonio hist¨®rico y art¨ªstico, que a la periferia, donde la arquitectura es m¨¢s pobre y no representa ning¨²n atractivo. Pero esta preocupaci¨®n provoca una descompensaci¨®n de responsabilidades. En la periferia puede ocurrir cualquier cosa, si en el centro se tiene mucho cuidado.
P. ?La arquitectura tiene capacidad para resolver los problemas de la ciudad?
R. Hay un tema que se plantea siempre: ?la ciudad la hacen los planes urban¨ªsticos y el arquitecto se limita a ejecutarlo o viceversa? Personalmente siempre tuve una enorme dificultad para distinguir entre plan urban¨ªstico y arquitectura. Ambos deben mantener un dif¨ªcil equilibrio.
P. Su obra ha creado escuela en todo el mundo, sin embargo la tecnolog¨ªa aplicada a la arquitectura gana cada vez m¨¢s adeptos, ?convivir¨¢n ambas tendencias?
R. Estoy seguro que no he creado ninguna escuela. Lo ideal ser¨ªa que se consiguiera un equilibrio entre la b¨²squeda de singularidad y la necesidad de adecuar el edificio en un contexto determinado. Hay edificios que necesitan monumentalidad, antes eran las iglesias y los palacios y hoy son, entre otros, los museos. ?stos s¨ª tienen que ser singulares. Sin embargo, lo que ocurre hoy es que algunos arquitectos caen en la tentaci¨®n de transformar cualquier obra, un bloque de viviendas o de oficinas, en catedrales de la modernidad, y eso produce una cacofon¨ªa en la ciudad que no me parece nada acertada.
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