Del ego¨ªsta Jalabert al agresivo Moreau y el pobre Sastre
Laurent Jalabert anunci¨® su retirada del ciclismo y usa el Tour para despedirse de la gente. Pero, ego¨ªstamente, quiere acaparar en exceso. Lo suyo son las fugas heroicas, de m¨¢s de 100 kil¨®metros y con varios puertos por medio. La l¨®gica dice que lo mejor es rodearse de un buen grupo de compa?eros, pactar los pasos por la monta?a (pues el objetivo del franc¨¦s, aparte del dorsal rojo de la combatividad, que ya tiene, es el maillot de lunares de rey de la monta?a, que ya luce y que ya gan¨® el a?o pasado) y llegar hasta el m¨¢ximo. Pero no. En un grupo de media docena o m¨¢s, no lucir¨ªa su panache (la palabra preferida del comentarista franc¨¦s, algo as¨ª como audacia, valor, temeridad) como con dos o as¨ª. El jueves se qued¨® solo y ayer se fue con dos, con el viejo Dufaux y con el vigilante c¨¢ntabro Nozal. No permiti¨® que se adhirieran m¨¢s a su paseo triunfal. No dej¨® al pobre Virenque, sombra de lo que fue, ni al joven emergente Miguel Mart¨ªnez, diminuto hijo de Mariano Mart¨ªnez, el franc¨¦s de Burgos, que gan¨® la monta?a hace 24 a?os. Nadie pudo quitarle foco. Tampoco cuando se apajar¨® y perdi¨® 12 minutos en los cinco ¨²ltimos kil¨®metros.
Tampoco le fue mejor a Durand, Jacky Durand, el eterno combativo, siempre en fuga, uno de los favoritos de la televisi¨®n y la afici¨®n francesa. El ¨²ltimo puerto lo subi¨® agarrado al coche de su director. Lo vieron. Le expulsaron de carrera. Otro mito que se cae. Qu¨¦ tiempos.
Quien no se cay¨®, pero por poco, fue Carlos Sastre, el valiente chico del Barraco que estaba en el pelot¨®n cubriendo las espaldas a su jefe, Jalabert, y al final mostr¨® su gran calidad entrando en el segundo grupo. Pero antes, en el col de Core, por poco lo echa a perder todo. La culpa fue de un franc¨¦s desequilibrado (se ha ca¨ªdo media docena de veces) y agresivo, llamado Christophe Moreau, que se mosque¨® porque Sastre no le abr¨ªa paso real y le solt¨® un golpe en el culo y luego un tortazo en la cara. Sastre se revolvi¨® y le agarr¨® del maillot. La cosa no lleg¨® a mayores, lo que les evit¨® la expulsi¨®n (como en su tiempo a los boxeadores de la Vuelta, Leonardo Sierra y Ramontxu G. Arrieta, o al agresivo Casagrande en el ¨²ltimo Giro). El jurado vio la cosa por v¨ªdeo, no apreci¨® una agresividad especial y castig¨® a Moreau con 2m de penalizaci¨®n y 400 francos suizos, y al espa?ol con 20s y 100 francos suizos. Un castigo injusto que penaliza m¨¢s al agredido, ya que Sastre disputa la general (es und¨¦cimo), mientras que a Moreau, a m¨¢s de 20 minutos, la cosa ni le va ni le viene.
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