Benaissa exige la 'retirada incondicional' de Espa?a de la isla y no ofrece garant¨ªas

El ministro marroqu¨ª de Exteriores, Mohamed Benaissa, calific¨® ayer de 'petici¨®n imposible' y 'absurda' la demanda espa?ola de obtener garant¨ªas de que Marruecos no volver¨¢ a ocupar el islote de Perejil si se retiran las tropas espa?olas. 'Marruecos es el que pide garant¨ªas a Espa?a de que no volver¨¢ a invadir nuestro territorio', afirm¨® en una conferencia de prensa celebrada en Par¨ªs, en la que en todo momento present¨® a Espa?a como un pa¨ªs agresor, que debe 'retirarse incondicionalmente'. Al cabo de dos horas de preguntas, acept¨®: 'para nosotros, la guerra est¨¢ excluida'.

Una vez 'desaparecido todo vestigio espa?ol' en el islote, y tras un periodo de tiempo para dejar que se calme la actual situaci¨®n 'contaminada', volver¨ªa a abrirse 'el dosier de asuntos pendientes entre los dos pa¨ªses'. En este punto introdujo las casos de Ceuta, Melilla y Chafarinas: 'hay que ser realistas, quiz¨¢ no son los m¨¢s urgentes', dijo, pero expres¨® su esperanza de que la comunidad internacional apoye su argumento de que ni los tratados pueden considerarse hoy un inconveniente: 'Tambi¨¦n los hab¨ªa en los casos de Hong Kong, Macao o Gibraltar', argument¨®. En cualquier caso, Benaissa quiso dejar claro en Par¨ªs que para Marruecos las situaciones de Ceuta y Melilla 'son inaceptables' en pleno siglo XXI.

Al sacar a relucir este tema, el jefe de la diplomacia marroqu¨ª revel¨® que su pa¨ªs hab¨ªa aceptado dejar los contenciosos sobre esas ciudades al margen de un compromiso para cerrar la crisis, horas antes de la instalaci¨®n de fuerzas espa?olas en Perejil. Al mismo tiempo explic¨® la amplitud del papel de mediaci¨®n jugado por el embajador estadounidense en Rabat. Seg¨²n su relato, el martes se recibi¨® de 'un tercero' -despu¨¦s confirm¨® que se trataba del embajador de EEUU- el mensaje de que Espa?a estaba dispuesta a 'negociarlo todo, salvo el contencioso de Ceuta y Melilla, si las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes se retiraban de Leila'.

Despertar al rey

A medianoche del martes, el Rey Mohamed VI presidi¨® una reuni¨®n con sus colaboradores para establecer 'las ideas para aproximar posiciones y acabar con esta crisis', de la que sali¨® la contraoferta marroqu¨ª, que consist¨ªa en retirar a los seis gendarmes si hab¨ªa garant¨ªas de que Espa?a no se volver¨ªa atr¨¢s.

El embajador de EEUU fue informado de la contraoferta marroqu¨ª. A las tres de la ma?ana, este mismo diplom¨¢tico despert¨® al ministro Benaissa porque le llamaba la ministra espa?ola, Ana Palacio. ?sta le pregunt¨® si la propuesta de acuerdo era seria; si Ceuta y Melilla quedaban excluidas del contencioso y si el Rey Mohamed VI lo respaldaba. Benaissa respondi¨® que s¨ª a todo. Ana Palacio le pidi¨® a continuaci¨®n que organizara la retirada de los gendarmes 'ahora, ahora mismo' y que si lo hac¨ªa 'me visto, tomo un avi¨®n y me presento ah¨ª (en Rabat) inmediatamente', siempre seg¨²n Benaissa.

Al ministro marroqu¨ª le pareci¨® excesivo el dinamismo de su colega -'pr¨¢cticamente me estaba pidiendo que despertara a Su Majestad para retirar a los gendarmes'- y le dijo que ese planteamiento no le parec¨ªa serio. 'Dos horas despu¨¦s se produjo la invasi¨®n', concluy¨®. A la pregunta de si se considera responsable del desarrollo de la crisis, por no haber despertado al Rey, Benaissa calific¨® la cuesti¨®n de inaceptable.Ante el nutrido auditorio de periodistas, el ministro marroqu¨ª present¨® en todo momento lo sucedido como 'la invasi¨®n de territorio marroqu¨ª por parte de una Armada (sic) espa?ola de nav¨ªos de guerra, portaviones (sic) y tropas especiales' y dijo que 'se hab¨ªan sacado de contexto' unas declaraciones realizadas por ¨¦l mismo a la Cadena SER en que apuntaba el compromiso de no volver a la isla tras la retirada espa?ola.

Al margen de la ambig¨¹edad sobre el momento en que plantear¨¢ la cuesti¨®n de Ceuta y Melilla, lo que Marruecos considera pendiente, a corto plazo, son los siguientes asuntos: el reconocimiento del plan Baker para el Sahara occidental, la emigraci¨®n clandestina, el contrabando -'Espa?a se beneficia cada a?o de entre 4.000 y 5.000 millones de d¨®lares por los productos espa?oles que se introducen clandestinamente en Marruecos'-, y las 'condiciones de esclavitud' en que viven muchos inmigrantes marroqu¨ªes en Espa?a. Rabat entiende que la pesca no es un asunto pendiente, puesto que 'Espa?a decidi¨® darlo por cancelado', aunque Benaissa sospecha que la pesca est¨¢ 'detr¨¢s de las intenciones espa?olas'.