Un pa¨ªs de confidentes
El Gobierno de EE UU pretende que un mill¨®n de ciudadanos esp¨ªe para la polic¨ªa
A partir de agosto, uno de cada 24 ciudadanos espiar¨¢ para el Gobierno en algunas ciudades de EE UU. Desde mensajeros hasta alba?iles, desde jardineros hasta electricistas, el Departamento de Justicia pretende reclutar como confidentes a millones de trabajadores. Su misi¨®n es sencilla: llamar a un n¨²mero de tel¨¦fono si ven 'algo sospechoso' en el ejercicio de su trabajo. Se llama Operaci¨®n TIPS (Operaci¨®n Soplos); sus detractores la comparan ya con la represi¨®n sovi¨¦tica o con un macarthismo de largo alcance. ?Es sospechoso un ¨¢rabe por el hecho de serlo? ?Merece ser detenido un inmigrante si su fontanero lo pilla leyendo el Cor¨¢n?
Darius Firouzgar es profesor de tenis en Washington. Naci¨® en Ir¨¢n, aunque se cri¨® en Europa antes de acabar en EE UU. Tiene un aspecto t¨ªpicamente americanizado, siempre con gorra en la cabeza y pantal¨®n corto al volante de un Lexus, pero no puede esconder su origen musulm¨¢n ni el color oscuro de su piel. Desde el 11 de septiembre se ha acostumbrado tanto a que lo miren de reojo que ahora bromea con sus amigos y se presenta a s¨ª mismo como 'Darius, el eje del mal'. Tal es el nivel de paranoia que incluso recibe miradas de sospecha de ¨¢rabes con los se cruza por la calle, cuenta Firouzgar.
'Puedes acabar en una lista si al antenista no le gustan los libros de tus estanter¨ªas'
Estados Unidos ha luchado con leyes contra lo que aqu¨ª se denomina racial profiling, que define la predisposici¨®n de la sociedad o de las Fuerzas de Seguridad a determinar que alguien entra en la categor¨ªa de 'sospechoso' s¨®lo por su origen racial. Esa propensi¨®n est¨¢ en el fondo de m¨²ltiples desmanes: desde la manera de tratar a Antonio Canales en el aeropuerto de Nueva York hasta el comportamiento de un polic¨ªa de Los ?ngeles para quien dos negros en una gasolinera son, con toda seguridad, culpables de algo.
Desde el 11 de septiembre, cualquier ¨¢rabe sabe que viajar en avi¨®n se ha convertido en un tormento de miradas, registros y sospechas. Si en vez de uno viajan dos, el retraso en el vuelo est¨¢ garantizado. El color de la piel hizo que Samyuktha Verma fuera detenida cinco horas en Nueva York por sospechas terroristas, a pesar de que es una de las grandes estrellas de cine de la India.
'En el supermercado siempre hay alguien que se me queda mirando y no es por mi belleza. As¨ª que ser¨¢ por otra cosa', bromea Firouzgar, que aun as¨ª est¨¢ convencido de que la sociedad estadounidense es mucho m¨¢s abierta y tolerante que sus dirigentes.
El Gobierno de EE UU, siguiendo la doctrina de colaboraci¨®n ciudadana que dict¨® George W. Bush en el discurso sobre el Estado de la Uni¨®n, quiere convertir a un mill¨®n de ciudadanos en confidentes de las Fuerzas de Seguridad. Antenistas, fontaneros, alba?iles, repartidores o cualquier otro empleado que haga su trabajo de casa en casa tendr¨¢ en el bolsillo un n¨²mero de tel¨¦fono al que llamar si contempla algo que considere sospechoso. Para quienes tem¨ªan el efecto del 11-S en la erosi¨®n de las libertades civiles, la Operaci¨®n TIPS es el peor ejemplo porque en la pr¨¢ctica constituye un registro domiciliario sin orden judicial. 'Puedes acabar en una base de datos antiterrorista s¨®lo porque a tu vecino le molestan los ladridos de tu perro o porque al antenista no le gustan los libros que ve en tus estanter¨ªas', dice el senador Patrick Leahy, que compara el plan con los peores episodios de la represi¨®n sovi¨¦tica y se pregunta 'c¨®mo es posible que el FBI no descubriese que hab¨ªa fundamentalistas radicales aprendiendo a pilotar aviones y ahora pretendan tener en consideraci¨®n la informaci¨®n que les d¨¦ el empleado que va a una casa a leer el contador del gas'.
Varios abogados en defensa de las libertades individuales aseguran que el plan puede llegar a emplear como 'esp¨ªas civiles' a un 4% de la poblaci¨®n, un porcentaje de informantes superior al que ten¨ªa la Stasi en los peores momentos de la infausta polic¨ªa secreta de la antigua RDA.
Otro congresista dem¨®crata, Dennis Kucinich, propone una soluci¨®n m¨¢s f¨¢cil: 'Estamos pasando de ser una sociedad informada a una de informantes. En cuanto haya un soplo al d¨ªa de cada mill¨®n de esp¨ªas del Gobierno, todos acabaremos siendo sospechosos en d¨ªas. Tendremos que poner una verja met¨¢lica que cierre el pa¨ªs. Todos encarcelados y todos seguros', dice Kucinich.
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