EE UU dise?a un plan para que millones de civiles sean confidentes del Gobierno
Alarma de los grupos de derechos c¨ªvicos ante el proyecto del Departamento de Justicia
Carteros, electricistas, camioneros o alba?iles pueden convertirse en informadores del Gobierno de EE UU si el Departamento de Justicia insiste en poner en marcha la Operaci¨®n TIPS que quiere, en principio, dar a un mill¨®n de trabajadores un n¨²mero de tel¨¦fono para comunicar comportamientos que consideren sospechosos. Las organizaciones de defensa de los derechos civiles consideran que esta propuesta es un ultraje contra la intimidad del individuo: que un fontanero informe al Gobierno sobre algo supuestamente sospechoso es, en la pr¨¢ctica, un registro domiciliario sin permiso judicial.
Si no hay impedimentos, el plan puede entrar en vigor en agosto. El nombre de la operaci¨®n esconde su doctrina: TIPS se corresponde con 'Sistema de Prevenci¨®n e Informaci¨®n contra el Terrorismo', pero en ingl¨¦s tip tambi¨¦n se traduce como 'soplo'. Eso es lo que mejor describe el proyecto: el Gobierno de EE UU quiere convertir a millones de trabajadores en confidentes de las fuerzas de seguridad.
El plan estaba escondido en una de las propuestas que George W. Bush mencion¨® en el discurso sobre el estado de la Uni¨®n del pasado mes de enero. Una p¨¢gina de informaci¨®n oficial en Internet describe el programa como 'un sistema nacional para informar sobre actividad sospechosa y potencialmente relacionada al terrorismo. En el programa participar¨¢n millones de trabajadores estadounidenses que, en el curso de su trabajo diario, se encuentran en una posici¨®n ¨²nica que les permite ver actividades sospechosas en lugares p¨²blicos', dice textualmente.
Sin embargo, muchos de los trabajadores que pueden llegar a participar en esta labor de informaci¨®n confidencial desarrollan su trabajo en el interior de los domicilios privados. Seg¨²n los detractores, eso convierte el plan en un manual de invasi¨®n de la privacidad que permite registrar domicilios ilegalmente y de manera impune.
Cualquier ciudadano de EE UU tiene desde siempre la opci¨®n l¨®gica de llamar a la polic¨ªa si detecta algo extremadamente sospechoso. La diferencia con este plan es que el Gobierno instar¨ªa a los trabajadores a comportarse activamente como informantes de las fuerzas de seguridad. De ese modo, los trabajadores estar¨¢n, en la pr¨¢ctica, 'registrando un domicilio privado sin permiso judicial', dice la ACLU, el principal organismo de defensa de los derechos civiles. 'Aparentemente, quieren poner en marcha un plan que convierte en fisgones gubernamentales a los antenistas, los empleados del gas o los electricistas', asegur¨® la abogada Rachel King.
Cualquier sospecha
Est¨¢ previsto que la Operaci¨®n TIPS comience el 10 de agosto. En principio, un mill¨®n de trabajadores repartidos por 10 ciudades tendr¨¢n un tel¨¦fono gratuito al que llamar para contar cualquier cosa que a ellos les parezca sospechosa. Seg¨²n la Casa Blanca, los trabajadores est¨¢n 'en una posici¨®n privilegiada para detectar hechos extra?os'. La informaci¨®n que faciliten pasar¨¢ a los ordenadores de los servicios de inteligencia para analizar posibles conexiones.
Otro colectivo que puede convertir a sus trabajadores en vigilantes del Gobierno es el de carteros y mensajeros. El Servicio Postal emiti¨® un comunicado en el que insist¨ªa que no hay ning¨²n acuerdo firmado y que s¨®lo se han mantenido conversaciones preliminares con el Departamento de Justicia. Barbara Comstock, portavoz de ese departamento, insisti¨® tambi¨¦n en que el programa ser¨¢ voluntario y en que 'nunca ha sido nuestra intenci¨®n' entrar subrepticiamente a los domicilios privados.
En uno de sus editoriales, el diario The Washington Post lament¨® que los estadounidenses puedan llegar a estar sometidos al escrutinio de las fuerzas de seguridad 's¨®lo porque instalen una televisi¨®n, reciban correo o tengan contadores de gas. La polic¨ªa no puede entrar en las casas de la gente sin permiso del due?o o una orden judicial. No pueden emplear a trabajadores para labores de vigilancia que la misma polic¨ªa no puede hacer sin salirse de la legalidad'.
El Congreso de EE UU, por otra parte, divulg¨® ayer un informe en el que enumera los fallos de las agencias de seguridad antes de los ataques de septiembre, informa la BBC. El documento cita los lapsus, la pobreza de la comunicaci¨®n, las escasas fuentes y el fracaso de la CIA en seguir las instrucciones del Congreso. El informe fue divulgado por la comisi¨®n de la C¨¢mara de Representantes y del Senado que ha investigado la actuaci¨®n de CIA y FBI a puerta cerrada en las ¨²ltimas semanas.
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