Muerte en un entrenamiento
Pedro Alberto, un fornido ex defensa del Oviedo y el Alav¨¦s, fallece tras una sesi¨®n de carrera continua con el Novelda
Pocas veces un actor secundario del f¨²tbol ha dejado tanta huella como Pedro Alberto, el futbolista que falleci¨® el s¨¢bado repentinamente mientras se entrenaba con el Novelda, el equipo alicantino de Segunda B por el que acababa de fichar y con el que llevaba tres d¨ªas de ejercicios. En Palencia, donde se cri¨® pese a haber nacido en Bilbao, en Oviedo, en Vitoria y en Toledo, la noticia para la gente que le conoci¨® fue un golpe muy duro, casi tanto como le pegaba ¨¦l al bal¨®n. 'Una mula y un trozo de pan', as¨ª lo defini¨® Albert Tom¨¢s, el defensa catal¨¢n con el que coincidi¨® en el Toledo.
Pedro Alberto Cano Arenas (Bilbao, 11-6-69) se desplom¨® el s¨¢bado, mientras realizaba uno de los primeros entrenamientos de la pretemporada con el Novelda. Muri¨® en el acto, seg¨²n la autopsia a causa de un derrame cerebral. Al igual que el resto de la plantilla alicantina, Pedro Alberto hab¨ªa participado en una breve carrera continua y, posteriormente, cuando iba a iniciar unos estiramientos se desplom¨®. Ni sus compa?eros ni el preparador f¨ªsico consiguieron reanimarle. Nadie sab¨ªa como dec¨ªrselo a su esposa, que se hab¨ªa quedado en Toledo, embarazada de siete meses, y que tuvo que ser hospitalizada tras sufrir un desvanecimiento.
El presidente del Novelda, Juan Francisco S¨¢nchez, estaba impresionado por el carisma de Pedro Alberto, que hab¨ªa sido elegido por sus compa?eros para la comisi¨®n de capitanes pese a ser un reci¨¦n llegado. Seguro que hasta ese vestuario alicantino hab¨ªa llegado la fama de buen rollo que siempre acompa?¨® a Pedro Alberto en todos sus destinos profesionales. 'Era la alegr¨ªa de la caseta', coincidieron varios de sus compa?eros en el Oviedo, donde vivi¨® su etapa m¨¢s larga (1991-1996).
Pedro Alberto lleg¨® al filial del Oviedo procedente del Palencia, donde se hab¨ªa formado bajo la tutela de su padre, durante muchos a?os utilero del equipo palentino. En el Oviedo B destac¨® lo suficiente para que Radomir Antic le diese la oportunidad en el primer equipo, aunque s¨®lo en determinados partidos, como guardaespaldas de las figuras azules de aquella etapa, Jokanovic y Prosinecki.
El sucesor de Antic, su compatriota Ivan Brzic, hizo sentirse a Pedro Alberto jugador de Primera Divisi¨®n. De hecho, alguno de sus famosos goles, en lanzamientos muy lejanos de falta, contribuyeron a la permanencia del equipo asturiano. Pero ni sus m¨¦ritos deportivos, ni el peso innegable que ten¨ªa en el vestuario, le sirvieron para asegurar su continuidad en Oviedo, donde lleg¨® a pensar en establecerse. Oli y compa?¨ªa lamentaron la marcha de El Cabrero, el apodo que se gan¨® por su forma de expresarse, trufado de sonoras patadas al diccionario que alegraban las concentraciones y los entrenamientos.
Tras un par de a?os en Vitoria, donde contribuy¨® a la sonora eliminaci¨®n copera del Real Madrid, Pedro Alberto se fue a Toledo, donde estuvo cuatro a?os como aut¨¦ntico capit¨¢n general. En Segunda Divisi¨®n, y ¨²ltimamente en Segunda B, hab¨ªa encontrado su techo futbol¨ªstico, ya que su fuerza descomunal no ten¨ªa el respaldo de una velocidad adecuada para un puesto de alto riesgo, el de defensa central, aunque tambi¨¦n jugaba en ocasiones de lateral.
El tel¨¦fono m¨®vil de Evilasio S¨¢nchez, Vili, el delegado del Oviedo, no par¨® ayer de sonar, para amargarle el final de las vacaciones. Hasta Radomir Antic, aquel t¨¦cnico que s¨®lo le utilizaba para amedrentar con su contundente musculatura a los jugadores m¨¢s peligrosos del rival, llam¨® para saber c¨®mo era posible que una fuerza de la naturaleza como Pedro Alberto se hubiese derrumbado en un rutinario entrenamiento de pretemporada.
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