Fiebre informadora

Si, desde el mes que viene, sus vecinos empiezan a mostrar un inter¨¦s inesperado por conocer sus planes de viaje, o el t¨¦cnico de la televisi¨®n le pregunta a qu¨¦ revistas est¨¢ suscrito, o el repartidor de pizzas trata de sonsacarle sus puntos de vista del problema de Oriente Pr¨®ximo, pudiera tratarse s¨®lo de que todo el mundo se ha vuelto mucho m¨¢s amigable. Pero parece m¨¢s probable que se hubiera topado con alguno de los primeros participantes en el Sistema de Informaci¨®n y Prevenci¨®n del Terrorismo (TIPS). La Administraci¨®n de Bush planea que millones de estadounidenses esp¨ªen a sus compatriotas y alimenten con su informaci¨®n una base de datos centralizada. Este enfermizo programa de espionaje dom¨¦stico deber¨ªa detenerse antes de que comience. (...) Los primeros perfiles que se han mencionado para el funcionamiento del Sistema son los de carteros, reparadores dom¨¦sticos y maquinistas de tren, que configurar¨ªan el tipo de personas en buena posici¨®n de pasar informaci¨®n ¨²til. El Departamento de Justicia insiste en que no desea que los participantes en TIPS recojan informaci¨®n en los domicilios de la gente, pero no est¨¢ claro qu¨¦ har¨¢n para evitarlo. Incluso si est¨¢ limitado a lugares p¨²blicos, el programa ofende. La idea de unos ciudadanos espiando a otros y el Gobierno recopilando la informaci¨®n sobre cada acusaci¨®n es propia de reg¨ªmenes totalitarios. (...) Afortunadamente, TIPS ya cuenta con oposici¨®n. (...) Las t¨¢cticas antiterroristas de la Administraci¨®n de Bush despu¨¦s del 11-S (...) tienen en com¨²n la falta de fe en las instituciones democr¨¢ticas y en la sociedad libre. (...)

Nueva York, 22 de julio