Desarrollo desigual

A?o tras a?o, el informe de Naciones Unidas sobre desarrollo humano muestra una radiograf¨ªa fiable y m¨¢s bien pesimista sobre el progreso alcanzado por los habitantes de 173 pa¨ªses de los 200 existentes en el mundo en cuanto a esperanza de vida, educaci¨®n e ingresos econ¨®micos por persona. Las diferencias entre los pa¨ªses pobres -la inmensa mayor¨ªa- y los ricos -escasamente una treintena- no hacen sino aumentar. Y esta diferencia se manifiesta tambi¨¦n en el interior de las sociedades de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados. En el caso de Espa?a, la desigualdad en el reparto de la riqueza generada se ha incrementado en el ¨²ltimo a?o. Unos cuatro millones de espa?oles viven con ingresos que no superan la mitad del salario medio, es decir, por debajo del nivel de pobreza.

Existen obst¨¢culos de todo tipo a una evoluci¨®n homog¨¦nea hacia el bienestar social en el mundo. El informe de Naciones Unidas resalta en esta ocasi¨®n dos: el 'd¨¦ficit democr¨¢tico' existente en muchos pa¨ªses y el monopolio de los pa¨ªses ricos sobre la toma de decisiones en las instituciones internacionales. Aunque la relaci¨®n entre democracia y progreso econ¨®mico y social no sea autom¨¢tica, s¨®lo los reg¨ªmenes democr¨¢ticos garantizan las condiciones que lo hacen posible, entre ellas la de poder exigir responsabilidades a los gobiernos por sus actos. En 106 pa¨ªses esta exigencia est¨¢ descartada o dr¨¢sticamente limitada.

La ausencia de una mayor¨ªa de pa¨ªses en la toma de decisiones que les afectan -barreras al comercio, subsidios o medidas frente al sida- tambi¨¦n explica el profundo desequilibrio econ¨®mico y social existente en el mundo, reflejado en el impresionante dato de que s¨®lo el 1% de la poblaci¨®n mundial posee tanto como el 57% restante. Los Estados poderosos siempre desempe?ar¨¢n un papel principal en la toma de decisiones, pero parece excesivo que el poder de voto del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional est¨¦ en manos de 7 pa¨ªses, que el proceso de selecci¨®n de sus directores est¨¦ controlado por Europa y EE UU, y que las decisiones de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio se adopten en la pr¨¢ctica por EE UU, la Uni¨®n Europea, Jap¨®n y Canad¨¢. Los pa¨ªses pobres deben tener la posibilidad de intervenir y de hacerse o¨ªr en estos organismos. La gran ense?anza de los informes de la ONU es mostrar que el mundo es s¨®lo uno, y cada vez m¨¢s peque?o, y que las soluciones a sus problemas no pueden ser sino globales y con la participaci¨®n de todos.