Tiempos sin rencor

Las condiciones en que se produjo la extinci¨®n esencial del franquismo permitieron que los peores criminales guerra se fuesen, como el propio Franco, de rositas a sus tumbas. No contaban, sin embargo, con que entre los supervivientes y sus descendientes quedar¨ªan quienes, utilizando la historiograf¨ªa, las artes o las letras, pod¨ªan ejecutar la ¨²nica venganza l¨ªcita y recomendable, esto es, restituir la memoria de los derrotados.

La aparici¨®n de Los que no est¨¢n, del dramaturgo y cuentista Jos¨¦ Antonio Garriga Vela (Barcelona, 1954), contiene ese elemento vengador en la ra¨ªz misma de su planteamiento: un hombre descubre a los sesenta a?os su verdadera identidad y decide hacer justicia, a t¨ªtulo p¨®stumo, contra su terrible padrastro, un coronel franquista de la peor catadura. Pero lejos de quedar reducido a un acto de rectificaci¨®n hist¨®rica, el libro es un bell¨ªsimo recorrido por las tortuosas paredes de una memoria inocente, la infancia de un ni?o condenado a sobrevivir en una Casa de Misericordia y a partir de los nueve a?os, en la inmisericorde casa del asesino Abelardo Rico.

Garriga ha sabido manejar muy bien la parcela de realidad elegida, construyendo esta desconsolada novela que rebosa verdades hist¨®ricas y sentimentales. Salpicada de un humor negro como la Espa?a que describe, la historia dibuja un laberinto de recuerdos ordenados por el pulso entre la ansiedad de la liberaci¨®n y la serenidad de la supervivencia. Im¨¢genes precisas y sutiles referencias al imaginario colectivo de tres generaciones completan este antimodelo literario que estimular¨¢ a quienes mantienen su fe en la lectura como placer y confortar¨¢ a los que piensan que la ausencia de rencor no deslegitima determinadas venganzas, siempre que se caractericen, como esta novela, por su excelencia (y no por la Otra).