Morir en el andamio
Subcontrataci¨®n, rapidez en las obras y falta de prevenci¨®n, entre las causas de la alta siniestralidad en la construcci¨®n
Diez personas han perdido la vida en accidentes laborales en los ¨²ltimos 15 d¨ªas: cinco de ellas eran alba?iles. Y es que el sector de la construcci¨®n ha vivido un boom en los ¨²ltimos a?os. Hay mucho trabajo y mucha prisa. La ecuaci¨®n es simple, m¨¢s metros cuadrados en menos tiempo es igual a m¨¢s dinero. Pero no es oro todo lo que reluce. No hay trabajo estable en el sector. Finaliza la obra, se acaba el contrato.
El a?o pasado murieron en el sector de la construcci¨®n 39 personas -s¨®lo cuentan los que fallecen en el puesto de trabajo- y hubo 37.967 accidentes entre leves y graves, seg¨²n los sindicatos, en un sector que emplea a unos 200.000 trabajadores. Hay convenios, hay una ley desde 1995, hay planes de prevenci¨®n de riesgos laborales y un mont¨®n de carteles en cada obra que, entre otras cosas, obligan a ponerse el casco. Hay muchas cosas escritas, pero cuando uno llega a pie de obra, en muchas ocasiones todo se queda en papel mojado.
La pol¨¦mica sobre la seguridad en la construcci¨®n salt¨® a la palestra el pasado 16 de julio, d¨ªa en que murieron dos alba?iles al ca¨¦rseles encima una escalera reci¨¦n construida en Terrassa.
?ngel de Dios, secretario comarcal de la construcci¨®n y del metal de la UGT en el Vall¨¨s Occidental, opina que falla 'la cultura de la prevenci¨®n'. Seg¨²n el sindicalista, la ¨²nica l¨®gica que se impone es la de 'm¨¢s trabajo, m¨¢s ingresos, ¨¦ste es el sector donde ganar dinero es m¨¢s f¨¢cil'. 'En los 10 a?os que llevo aqu¨ª no ha venido ni un solo trabajador sancionado por no cumplir con las medidas de seguridad', agrega.
Pero el riesgo laboral se ve suplido por los ingresos. Los sueldos tambi¨¦n pueden ser todo un caramelo. Un joven de 17 a?os sin formaci¨®n alguna puede llegar a ganar m¨¢s de 1.800 euros.
Un inmigrante sin papeles, en cambio, vive en la precariedad m¨¢s absoluta. Un ciudadano marroqu¨ª que trabaja en Sabadell cobra 600 euros al mes. De lunes a viernes, en la obra; s¨¢bado y domingo, en cambio, en la construcci¨®n del chalet del jefe.
Un 'sin papeles' cobra 600 euros al mes
Diez personas han muerto en accidentes laborales en los ¨²ltimos 15 d¨ªas. Cinco eran alba?iles. Y es que la construcci¨®n ha experimentado un gran auge en los ¨²ltimos a?os. Hay mucho trabajo y mucha prisa. La ecuaci¨®n es simple: m¨¢s metros cuadrados en menos tiempo es igual a m¨¢s dinero. Pero no es oro todo lo que reluce. Tambi¨¦n hay mucha precariedad, no hay trabajos estables en el sector. Terminada la obra, se acaba el contrato.
La construcci¨®n se ha convertido en una especie de caj¨®n de sastre de trabajadores de otros sectores. Emplea a muchos inmigrantes, algunos sin papeles. En estos casos, los sueldos son muy bajos. Un ejemplo: por trabajar de sol a sol, de lunes a domingo, 600 euros al mes. De lunes a viernes en la obra, los fines de semana en la torre del jefe. ?se es el salario y la tarea semanal de un inmigrante sin papeles que trabaja en Sabadell.
El a?o pasado murieron en el sector de la construcci¨®n 39 personas -s¨®lo cuentan los que mueren en el trabajo, no en el hospital- y hubo 37.967 accidentes (el sector tiene 180.000 trabajadores). Persisten dos factores: Catalu?a es la primera comunidad de Espa?a en muertos (Espa?a es el segundo pa¨ªs de la Uni¨®n Europea en esta infortunada clasificaci¨®n). Hay convenios, hay una ley desde 1995, hay planes de prevenci¨®n de riesgos laborales y un mont¨®n de carteles en cada obra que, entre otras cosas, recuerdan la obligaci¨®n de ponerse el casco. Hay muchas cosas escritas, pero cuando uno llega al pie de obra, en muchas ocasiones todo se queda en papel mojado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.