Grecia ajusta cuentas con el terrorismo
La desarticulaci¨®n del grupo izquierdista Diecisiete de Noviembre aleja la principal amenaza a la seguridad de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2004
La mezcla de suerte y eficacia policial que ha puesto en las ¨²ltimas semanas entre rejas a los principales dirigentes del grupo terrorista Diecisiete de Noviembre (17-N) supone un espectacular ajuste de cuentas de Grecia con el terrorismo que ha marcado su ¨²ltima etapa democr¨¢tica, la posterior a la ca¨ªda de la dictadura de los coroneles, en 1974. Permite adem¨¢s, si se demuestra que el optimismo oficial est¨¢ justificado, que se diluya la principal amenaza para la seguridad de los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas de 2004.
No es el grupo terrorista europeo m¨¢s veterano. Pese a sus 27 a?os en activo, ETA, por ejemplo, le saca en ese terreno una clara ventaja. Incluso, con esta referencia, su marca de 23 asesinatos (de norteamericanos, brit¨¢nicos, turcos y griegos) se antoja modesta. Pero nadie, ni siquiera los GRAPO, puede disputar al 17-N el dudoso t¨ªtulo de organizaci¨®n misteriosa e impenetrable por antonomasia. Un enigma transmutado en c¨®ctel letal de nacionalismo y marxismo ali?ado con salsa anti-OTAN y, muy especialmente, antinorteamericana.
Ahora, ese saco de secretos se ha roto con una facilidad pasmosa, y la repentina locuacidad de algunos de sus militantes detenidos, filtrada sorprendente e inmediatamente a la prensa, est¨¢ permitiendo conocer detalles del funcionamiento interno del grupo y de una cadena de cr¨ªmenes, casi todos en Atenas y El Pireo, que comenz¨® en 1975 con el atentado mortal contra el norteamericano Richard Welch, por entonces jefe de la antena de la CIA en Atenas, y que tuvo su ¨²ltimo eslab¨®n asesino el a?o 2000, con Stephen Saunders, agregado de Defensa brit¨¢nico, como v¨ªctima.
La buena suerte para los servicios de seguridad griegos comenz¨® a finales de junio, cuando al pintor de iconos Savas Xiros -hijo de 40 a?os de un cl¨¦rigo ortodoxo y cuya compa?era sentimental es una espa?ola- le estall¨® en el puerto de El Pireo una bomba con la que, presumiblemente, preparaba un atentado. La investigaci¨®n fue tirando de ese hilo hasta enganchar con su anzuelo a dos hermanos de Savas (uno de ellos, Cristodulos, ha confesado supuestamente su participaci¨®n en 11 asesinatos) y a otros 11 activistas o dirigentes del 17-N. Entre ellos figura el profesor de matem¨¢ticas de 58 a?os Alexandros Giotopulos, hijo de un hist¨®rico dirigente trostkista veterano de las Brigadas Internacionales en la guerra civil espa?ola, casado con una francesa, a la que busca la polic¨ªa, muy culto, con fama de donju¨¢n y al que se considera fundador e ide¨®logo del grupo, aunque ¨¦l lo niega, hasta ahora.
Nacido en Par¨ªs, se impregn¨® all¨ª del esp¨ªritu revolucionario de Mayo de 1968 y fund¨®, precisamente en ese a?o m¨ªtico, el movimiento de estudiantes griegos Veintinueve de Mayo, opuesto a la dictadura de los coroneles. Tal vez esa conexi¨®n francesa explique por qu¨¦ el manifiesto fundacional del 17-N fue enviado en 1977 al fil¨®sofo Jean Paul Sastre. Supuestamente, Giotopulos, que viv¨ªa en Grecia con el nombre falso de Mikalis Oikonomu, hizo en Cuba su doctorado en guerrilla urbana. Fue detenido el 17 de julio en la isla de Lipsos, en una espectacular operaci¨®n de los grupos especiales antiterroristas cuando, al parecer, preparaba su huida hacia Turqu¨ªa. Uno de los ¨²ltimos detenidos ha declarado que fue precisamente Giotopulos el autor del atentado contra Welch con el que debut¨® el grupo terrorista.
La imparable cadena de detenciones se cerr¨® provisionalmente el viernes cuando cay¨® en manos de la polic¨ªa un individuo de 50 a?os identificado como Nikos Papanastasiu, cuyo nombre de guerra ser¨ªa Nikitas I, y al que se considera cofundador del 17-N con Giotopulos.
Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, se ha confiscado en dos pisos francos la mayor parte del material de guerra del 17-N, y se ha puesto a buen recaudo a casi todos los responsables y ejecutores. S¨®lo quedan en libertad, a?aden, un pu?ado de soldados de infanter¨ªa, sin especial relevancia, y el planificador de la mayor¨ªa de los atentados, cuyo nombre de guerra es Lucas y al que la polic¨ªa identifica como Dimitris Kufodinas. Convertido en el enemigo p¨²blico numero uno de Grecia, su foto circula ya por todo el pa¨ªs.
El Diecisiete de Noviembre toma su nombre de la fecha de 1973 en la que las fuerzas de seguridad de la junta de los coroneles reprimieron, con un alto precio en vidas, una manifestaci¨®n estudiantil. El grupo, sin embargo, comenz¨® sus actividades en 1975, un a?o despu¨¦s de que un golpe de tinte fascista para imponer la Enosis (uni¨®n de Chipre a Grecia) provocase la invasi¨®n turca del norte de la isla, partiese ¨¦sta en dos (as¨ª sigue) y arrastrase consigo al r¨¦gimen dictatorial de Atenas.
Una f¨¦rrea disciplina interna y una organizaci¨®n a prueba de intrusos mantuvo durante 27 a?os en la impunidad al 17-N. El esfuerzo conjunto de los servicios de seguridad griegos, el FBI, la CIA y Scotland Yard se estrell¨® repetidamente contra ese muro de secreto. Tampoco sirvi¨® de nada la recompensa ofrecida por EE UU por cualquier informaci¨®n que permitiese la detenci¨®n de miembros de esta peculiar guerrilla urbana.
La desarticulaci¨®n del 17-N, aunque no sea total, es una magn¨ªfica noticia para el Gobierno del socialista Kostas Simitis, deseoso de demostrar al mundo, y especialmente a George Bush, que la seguridad de los Juegos Ol¨ªmpicos estar¨¢ garantizada. En los a?os ochenta y noventa del pasado siglo, durante los gobiernos del tambi¨¦n socialista Andreas Papandreu, que jug¨® a la neutralidad y el antiamericanismo sin sacar a su pa¨ªs de la OTAN, EE UU lleg¨® a incluir a Grecia en la lista de pa¨ªses a los que recomendaba no viajar a sus nacionales. La situaci¨®n, olvidadas aquellas veleidades tercermundistas, es ahora muy distinta, pero, todav¨ªa a comienzos de este a?o, se acusaba desde Washington al aliado del Mediterr¨¢neo oriental de ser el 'eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil' de la cadena antiterrorista europea.
Grecia se juega mucho en 2004 y est¨¢ poniendo toda la carne en el asador para que nada chafe su momento de gloria y para evitar que el miedo frene a miles de potenciales visitantes. Un golpe de suerte que pone fin a 27 a?os de fracasos se lo acaba de poner m¨¢s f¨¢cil.
Secreto y miedo
El secreto y el miedo forjaron durante 27 a?os el cemento que permiti¨® sobrevivir al 17-N. Las confesiones de algunos de los militantes detenidos, filtrados a la prensa griega, revelan un modus operandi que inclu¨ªa la utilizaci¨®n exclusiva de nombres de guerra (Lucas, El Alto, El Conde...), peculiares sin¨®nimos (cestos para las bombas, plumas para las armas de fuego...), comandos de entre cuatro y ocho activistas por atentado y un sistema de reclutamiento que uno de los hermanos Xiros personaliza. En su caso, todo empez¨® con una discusi¨®n sobre 'los ricos que beben la sangre de los pobres'. El examen de ingreso consisti¨® en la colocaci¨®n de una bomba lapa.
La obediencia ciega, el temor constante a ser eliminados por sus propios compa?eros y el desconocimiento generalizado sobre la identidad de los jefes y la toma de decisiones formaban parte, tambi¨¦n, de la esencia del 17-N, lo que explicar¨ªa en parte que ¨¦ste burlase durante 27 a?os a las fuerzas de seguridad.
El diario Elefterotipia public¨® el pasado domingo una informaci¨®n seg¨²n la cual la oleada de detenciones se produjo cuando el 17-N preparaba la que habr¨ªa sido la m¨¢s espectacular de sus acciones: el ataque con cohetes y bombas contra un convoy de la fuerza de paz de la OTAN en los Balcanes con destino a Kosovo y Macedonia.
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