La batalla de la memoria
Resurge el debate sobre la devoluci¨®n de los documentos incautados en la guerra civil
Junio de 1937. Lo que queda del Ej¨¦rcito Republicano en Euskadi huye con las fuerzas nacionales pis¨¢ndole los talones. En plena desbandada, los mandos tratan de hacer cumplir una de las ¨²ltimas consignas antes de entregar el terreno perdido: destruir todas las pruebas que puedan comprometer a quienes, de una manera u otra, han colaborado con la Rep¨²blica. La orden se cumple a rajatabla siempre que es posible. As¨ª, miles de documentos procedentes de ayuntamientos, partidos pol¨ªticos y sindicatos arden o son arrojados al r¨ªo. Con id¨¦ntica diligencia, las tropas del general Mola van requisando todo lo que no ha sido destruido.
Esa imagen fue el inicio de una historia que hoy, 65 a?os m¨¢s tarde, todav¨ªa no ha concluido. Los documentos abandonados al vencedor fueron ordenados y clasificados seg¨²n criterios geogr¨¢ficos y trasladados b¨¢sicamente a Salamanca, donde siguen hoy en d¨ªa en el Archivo General de la Guerra Civil. La documentaci¨®n all¨ª almacenada recoge desde actas de reclutamiento y movimientos de reclutas hasta salvoconductos y concesiones para obras p¨²blicas, pasando por cartas del lehendakari Jos¨¦ Antonio Agirre cuando a¨²n era alcalde de Getxo.
Aquella documentaci¨®n constituy¨® parte de la base probatoria utilizada por los tribunales franquistas contra los acusados de colaborar con la Rep¨²blica, bas¨¢ndose en la Ley de Responsabilidades Civiles.
Valor hist¨®rico
Una de los colectivos que m¨¢s activamente ha reclamado la devoluci¨®n de esos documentos es la AGE (la asociaci¨®n Archivo Guerra Civil y Exilio), promotora tambi¨¦n del desenterramiento en curso de soldados republicanos en El Bierzo.
Su representate en Euskadi es Jon Iraz¨¢bal, estudioso de la Guerra Civil y autor de un libro sobre el bombardeo de Durango (Durango, 31 de marzo). Para esta asociaci¨®n, la principal raz¨®n para devolver estos documentos a Euskadi es la reparaci¨®n moral que ello supondr¨ªa para sus antiguos due?os. 'Esos documentos se pueden consultar hoy en d¨ªa en el Archivo de Salamanca', apunta Iraz¨¢bal. 'Desde ese punto de vista, no van a cambiar la historia, pero tienen un gran valor emotivo, es m¨¢s una necesidad moral que de utilidad para los historiadores'. 'Se trata m¨¢s de una reparaci¨®n hist¨®rica, ya que ese archivo [el de Salamanca] es especialmente odidado por muchos exiliados, ya que en ¨¦l se encuentran las pruebas que se utilizaron en su propia persecuci¨®n', apostilla.
Un an¨¢lisis detallado de los papeles depositados en Salamanca puede ofrecer datos interesantes sobre la actividad de los partidos pol¨ªticos y sindicatos vascos durante la II Rep¨²blica y la guerra civil, pero tambi¨¦n informaci¨®n muy valiosa sobre c¨®mo era la vida cotidiana en la retaguardia, reflejada en documentos como licencias de apertura de negocios o actas de defunciones.
En ese sentido, desde un punto de vista hist¨®rico, la AGE considera fundamental recopilar los testimonios de todas aquellas personas que tuvieron alg¨²n protagonismo en el bando perdedor, algo imprescindible para reconstruir la historia de aquella ¨¦poca. 'Si no lo hacemos ya, dentro de pocos a?os todos estar¨¢n muertos', dice Iraz¨¢bal. 'Con el tiempo, estamos perdiendo la batalla de la memoria', concluye.
La reclamaci¨®n de los municipios
La Asociaci¨®n de Municipios Vascos Eudel solicitar¨¢ en septiembre al Ministerio de Cultura la devoluci¨®n de la documentaci¨®n incautada a los ayuntamientos de Euskadi durante la guerra civil. Para ello, es necesario que los propios consistorios deleguen en la asociaci¨®n la iniciativa para recuperar esos fondos de archivo. Hasta ahora, el ¨²nico ayuntamiento que ha cumplido dicho tr¨¢mite ha sido el de O?ati, aunque la lista de los que podr¨ªan adherirse se eleva a 40 municipios. Esta iniciativa se inspira en el largo proceso emprendido por la Generalitat de Catalu?a para recuperar la documentaci¨®n que fue incautada por las tropas franquistas a ayuntamientos e instituciones catalanes. Eudel hizo p¨²blica su iniciativa el pasado mi¨¦rcoles, dos d¨ªas despu¨¦s de que el Ministerio de Cultura decidiese mantener en Salamanca todos los papeles expoliados por Franco en Catalu?a. Quienes como la asociaci¨®n AGE defienden la devoluci¨®n de los documentos, creen que es posible compatibilizar los derechos de sus leg¨ªtimos due?os con la existencia de un archivo central sobre la Guerra Civil. Para ello bastar¨ªa, en su opini¨®n, con copiar y guardar en formato digital los documentos reclamados y devolver los originales, un planteamiento al que Cultura y el Archivo salmantino se han negado siempre en el caso de la reclamaci¨®n catalana. Si bien la iniciativa de Eudel se refiere exclusivamente a los archivos procedentes de ayuntamientos, parte de los papeles que se guardan en Salamanca, quiz¨¢s la m¨¢s interesante, son documentos de particulares.
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