El lobo vuelve para quedarse
Regresa el depredador m¨ªtico, entre la preocupaci¨®n de los ganaderos y el realismo de los ecologistas
El lobo ib¨¦rico ha vuelto y para quedarse. As¨ª lo constatan, entre el mayor de los realismos y la rabia, ecologistas, responsables pol¨ªticos y ganaderos. Las oleadas de este c¨¢nido m¨ªtico, imprescindible en la fundaci¨®n de Roma y elemento habitual en los escudos her¨¢ldicos, llegan ya hasta el parque natural del Gorbea. En resumen: entra en el Pa¨ªs Vasco el canis lupus signatus, un depredador de ungulados dom¨¦sticos y salvajes con el que regresa un personaje milenario como se puede observar en la toponimia y en las leyendas de todo el Pa¨ªs Vasco.
Antes de nada, hay que reconocer que su ausencia no ha sido tan larga: algo m¨¢s de una generaci¨®n si se atiende a las referencias que ofrece Andr¨¦s Illana, de Ekologistak Martxan y de la reci¨¦n creada asociaci¨®n Lobo de Euskadi. 'Despu¨¦s de las campa?as de envenenamiento de los a?os 50, se puede decir que el lobo desapareci¨® hacia 1957 y se volvi¨® a detectar a principios de los ochenta', comenta.
Las diputaciones han permitido las batidas y ayudan en el seguro de los reba?os
En aquel ataque contra el lobo, los supervivientes se refugiaron en la zona noroccidental de la pen¨ªnsula. Y desde all¨ª proceden estos j¨®venes cachorros expulsados de la manada que se mueven a sus anchas en las sierras que van desde las Encartaciones vizca¨ªnas al parque natural de Valderejo (?lava) hasta llegar, de momento, a Gorbea. Y no falta quien asegura que se le ha visto en las calles de Ordu?a en las noches de niebla.
Las cifras que ofreci¨® ayer el diputado de Agricultura de Vizcaya, Patxi Sierra-Sesumaga, confirman estas incursiones: en el primer semestre de 2002 ha habido 18 ataques en este territorio, cuando en 2001 fueron 6; en 2000, 12; y en 1999, ninguno. Eso s¨ª, los informes que manejan las instituciones vizca¨ªna y alavesa todav¨ªa no hablan de la existencia de manadas estables, en contra de la opini¨®n de ganaderos y ecologistas.
Los primeros no tienen dudas, quiz¨¢s porque lo viven a diario, como reconoce Juan Manuel Zorrilla, un pastor del barrio de Lanzasagudas en Carranza (Vizcaya): 'El lobo ataca pr¨¢cticamente todos los d¨ªas; otra cosa es que haya v¨ªctimas o no. Sin ir m¨¢s lejos, el mi¨¦rcoles, un compa?ero se encontr¨® a uno entre sus yeguas', comentaba el s¨¢bado pasado.
Los ecologistas estiman que 'es imposible evitar que el lobo siga entrando en Euskadi, m¨¢s que nada porque tenemos constancia de que ha criado en los a?os 2000 y 2001. Otra cosa es que pueda vivir de manera estable, ya que no se le deja', comenta Andr¨¦s Illana.
Lo que s¨ª est¨¢ claro es que este depredador no se ha introducido artificialmente en los montes vascos. Ha llegado con el corzo y el jabal¨ª que, a su vez, han aumentado sus poblaciones por el abandono en la explotaci¨®n de los bosques. Una vez que han aparecido tras estas presas salvajes, los lobos se encuentran con los reba?os de ovejas, vacas y yeguas, que pasan semanas en el monte sin el cuidado de nadie.
'De momento, el ganadero tiene que tener en cuenta que el lobo es un accidente natural como las tormentas o los despe?amientos. Y habr¨¢ que buscar nuevas formas de ganader¨ªa y el respaldo de la sociedad', explica el portavoz de Ekologistak Martxan.
As¨ª lo entienden las instituciones forales de Vizcaya y ?lava, que ya contemplan iniciativas como la organizaci¨®n de batidas (casi siempre infructuosas) o la subvenci¨®n de hasta un 80% en el aseguramiento de los reba?os. Ayer, el diputado vizca¨ªno de Agricultura confirm¨® que esta ayuda se presta desde hace tres a?os, pero que son muy pocos los ganaderos que las solicitan. Por 'falta de costumbre', en palabras de Sierra-Sesumaga.
Sin embargo, el sindicato EHNE estima que 'estas ayudas son muy rigurosas y no tienen en cuentan las reses heridas o las que abortan y tardan en entregarse'. As¨ª le ocurri¨® a Juan Manuel Zorrilla a quien el lobo le mat¨® siete ovejas hace tres a?os. 'No recib¨ª ning¨²n tipo de subvenci¨®n, por lo que me borr¨¦ del seguro y decid¨ª no volver a sacar el reba?o al monte; pero esto tampoco es la soluci¨®n, porque nuestra ganader¨ªa es extensiva y no se puede tener a las ovejas estabuladas', comenta.
Para Zorrilla, el remedio pasa 'por que nos paguen un sueldo, si quieren que mantengamos la ganader¨ªa con el lobo'. La Diputaci¨®n de ?lava no ha llegado todav¨ªa a tanto, pero ha propuesto otras formas de colaboraci¨®n menos onerosas, como la subvenci¨®n de perros mastines que vigilen el reba?o en ausencia de los pastores.
Despu¨¦s de escuchar a todas las partes, una mirada fr¨ªa sobre la presencia del lobo en los montes vascos desarma los argumentos de los catastrofistas. El n¨²mero de v¨ªctimas en los ¨²ltimos tres a?os en el territorio de Vizcaya (aunque no hay datos, en ?lava las cifras son similares) ha sido de 155, entre reses muertas, heridas o desaparecidas: unas 50 por a?o, una cifra nimia si se tiene en cuenta el total de la caba?a vasca. Parece que al final, el lobo es m¨¢s el protagonista perfecto para la sequ¨ªa de noticias de los medios de comunicaci¨®n en verano, como el monstruo del Lago Ness en Escocia.
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